Fede Valverde sobre su incidente con Álex Baena: "¿Debería haber reaccionado? Quizás no. Pero no me arrepiento de nada"
El uruguayo ha hablado sobre sus inicios en el fútbol y el "infierno" del nacimiento de su segundo hijo en 'The Players Tribune'
"Repasando un poco mi vida, diría que he tenido tres días perfectos. El primero fue el día en que me vino a buscar el Real Madrid. El segundo fue el día en que nació mi hijo Benicio. Y el tercero fue el día en que nació mi hijo Bautista". Así arrancan las palabras que Federico Valverde, el jugador urugayo del Real Madrid, ha concedido para 'The Players Tribune'. En una larga carta en la que repasa su complicada infancia, su llegada al Real Madrid Castilla y el nacimiento de sus dos hijos, Valverde asegura que "no se arrepiente de nada" de lo ocurrido con Álex Baena en el Real Madrid - Villarreal del 19 de enero de 2023.
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Sobre el incidente con Álex Baena
"En abril, después de un partido contra el Villarreal, todo se fue a pique. Todo el mundo leyó los titulares. Todos saben los dos lados de “la historia”. No quiero volver a traer a la luz estas cosas horribles otra vez. Todo lo que quiero decir es… En una cancha de fútbol, podés decirme lo que quieras, y no me va a molestar. Soy uruguayo, por Dios. Pero hay ciertas líneas que no hay que cruzar. No como futbolista, sino como ser humano".
"Hablá sobre mi familia, y esto ya no es más fútbol. ¿Debería haber reaccionado? Quizás no. Quizás tendría que haber vuelto a casa a compartir una hamburguesa con mi hijo, a comerme unos nuggets y a mirar dibujitos. Pero soy un ser humano, y a veces tenés que saber plantarte por vos mismo y por tu familia".
"Me dolió ver que los medios me describieran como un tipo violento, se dijeron muchas mentiras que luego se probaron que no eran verdad. Pero honestamente puedo decir que no me arrepiento de nada, porque me hizo crecer todavía más como persona, e hizo que nuestra familia estuviera más unida que nunca".
Sobre el nacimiento de su segundo hijo, Batista
"Mi esposa estaba sufriendo física y psicológicamente cada día. Y yo es como que me encerré, me apagué. Yo soy alguien que suele guardarse todo. Sé que no está bien, pero así es como soy. No quiero que nadie me vea llorar, nunca. Ni siquiera mi familia. Mis padres venían a cenar y mi mamá me veía y decía: “Fede, mira que…”
"Pum. Solo con eso ya no podía más. Y me levantaba de la mesa y me iba a mi habitación a estar solo. Las 20 horas por día en las que no estaba en el fútbol, me aislaba. Sin teléfono. Sin iPad. Sólo silencio".
Sobre los esfuerzos de su familia y su infancia
"A veces acompañaba (a mi madre) y me quedaba sentado arriba de un cajón, mirando los autos, sin darme cuenta de su sacrificio. La peor parte era que al final del día, mi madre tenía que doblar toda la ropa y volver a guardar todas las cosas y empujar el carrito de vuelta a casa. ¡Y después, cocinar! ¡Y lavar mis medias sucias! ¿Te imaginás? Te lo digo, mi madre es mi idola".