El cardiólogo de Dwamena explica la triste historia de su muerte: "Tenía convicción de que era lo que Dios quería"

Este sábado falleció en un terreno de juego el futbolista Raphael Dwamena, un viejo conocido del fútbol español que militó en Zaragoza y Levante y dejó una bonita huella por donde pasó. Con tan solo 28 años, no pudo ser reanimado tras sufrir un paro cardiaco en pleno partido. Rápidamente una ambulancia le trasladó al hospital más cercano, pero no se pudo hacer nada por salvar su vida.

Una vida que ya había sido preservada por un desfibrilador varios años antes. Antonio Asso fue su cardiólogo durante su etapa en el Zaragoza. Es más, fue el cardiólogo que descubrió la irregularidad en su corazón. En 2020 le colocaron un desfibrilador que le salvó la vida en 2021. Sin embargo, en 2022 decidió quitárselo.

En 'El Larguero' aseguró que "ha sido una muy triste historia y totalmente previsible". El médico del servicio de cardiología del hospital Miguel Servet y del Instituto de Arritmias de Quirón Salud explicó que el futbolista mostró mucha confianza en ellos, "pero al final tenía unas convicciones de que era lo que Dios quería y al final debió explantar el desfibrilador. Eso ya me enteré por la prensa porque perdimos el contacto...".

"Creo que a nivel personal -y esto son especulaciones mías-, lo que él podía entender es que (el desfibrilador) modificaba el destino que su sentimiento religioso le ocasionaba", argumentó.

No fue fácil convencerle de implantar el desfibrilador

Asso recordó el origen de su tratamiento: "Nosotros lo tratamos porque detectamos que tenía unas arritmias ventriculares malignas. Se planteó el desfibrilador como un paso previo quizá a una actuación como un catéter". "Ya fue trabajoso colocarle el dispositivo. Al final accedió, pero no fue fácil. Recuerdo perfectamente la noche que le vi por primera vez...", agregó.

¿Por qué nadie lo impidió?

Aseguró el doctor que el desfibrilador implantado no le podía ocasionar ninguna molestia física y que por lo tanto entiende que fueron sus convicciones religiosas las que le llevaron a tomar la fatal decisión de explantar el dispositivo: "Él tenía una idea clara y la siguió", a pesar de que, como informó Raúl Ruíz "los médicos se lo desaconsejaron repetidamente".

Una de las preguntas que más se repitió Manu Carreño es si debían haber forzado a Dwamena a tener un desfibrilador si quería jugar: "¿No hay alguien que pueda parar esto, que le dijesen al futbolista, 'mira, no podemos permitir que juegues sin desfibrilador porque corre riesgo tu vida'?". Asso respondió con tristeza: "Lo desconozco, pero sí que, obviamente, no se debía haber explantado de ninguna de las formas porque esto iba a ocurrir".