El 'Taxi driver' a la española de Malena Alterio: "Me encanta desconcertar a la gente"

Madrid

Es cuanto menos curiosa y premonitoria la relación de Malena Alterio con los taxis. En la realidad y en la ficción. Cosas del destino. "Mi madre, como buena madre, se preocupaba mucho por el futuro de sus hijos. Y cuando Ernesto y yo decidimos ser actores, sabiendo que es una profesión incierta en donde no sabes si vas a poder trabajar o si vas a tener esa seguridad, pues dijo en un momento dado que a ver si comprábamos una licencia de taxi y la compartíamos entre Ernesto y yo, que como las noches eran más complicadas y peligrosas las hacía Ernesto y que yo me encargaba del día. Las madres son precavidas y van por delante y no quieren ver a sus hijos sufrir", cuenta la actriz y recuerda que no es su primera experiencia y conexión con el taxi en el cine.

"Yo hice una película hace muchos años dirigida por Ángeles González-Sinde, que se llamaba Una palabra tuya, que era una adaptación de una novela de Elvira Lindo, y en esa historia también conducía un taxi. Y en Días de fútbol mi hermano también era taxista". Ahora Malena Alterio es la protagonista absoluta de 'Que nadie duerma', la nueva película de Antonio Méndez Esparza, director español afincado en EEUU que ha trabajado siempre con actores no profesionales en títulos como 'Aquí y allá', 'La vida y nada más' o 'Courtroom 3H'. "Ha sido todo un viaje alucinante e incierto, pero muy muy rico, en donde yo creo que se me han abierto caminos que no conocía y le estoy eternamente agradecida. Es verdad que el cine es muy caro y experimentar en el cine es muy caro y no se lo puede permitir todo el mundo, pero la manera de trabajar de Antonio es con lo que se está cocinando en el momento. En el rodaje no tiene una idea preconcebida de lo que quiere, pero él trabaja y va amasando lo que va viendo en el momento y esto hace que pasen cosas que uno no se espera, que estén vivas y que sean del momento, tanto que se confunda realmente, y yo creo que es la intención de esta película, qué es la realidad y qué es la ficción", explica Alterio de este proyecto para el que Esparza le escribió una carta de agradecimiento por aceptar el papel y embarcarse en esta aventura.

"Esta película para mí ha sido bonita y y reveladora en el sentido de que me ha desestructurado, de repente ha sido una forma de trabajar tan distinta a la que vengo habituada, me ha abierto nuevos caminos y digo, jolín, pues a seguir por ese camino. No siempre voy a tener la fortuna de que te ofrezcan este tipo de proyectos, pero ahí sí que me siento valiente, me meto con gente muy bizarra, rara y me encanta. Y me encanta desconcertar a la gente en general, porque es verdad que a mí me tienen ubicada en un lado", dice satisfecha la actriz de este personaje, una mujer de mediada edad que es despedida de su puesto de programadora informática y decide comprar un taxi. Basada en la novela homónima de Juan José Millás, 'Que nadie duerma' es una historia misteriosa, enigmática y también divertida que Esparza lleva al thriller psicológico y la comedia negra en una de las propuestas más originales del año en el cine español.

Entre la ópera de Turandot y escuchando el Hoy por hoy de Ángels Barceló, Malena Alterio interpreta a esta taxista del barrio de Usera que cuida de su padre, se prenda de un vecino y charla con los clientes de sus vidas. Una mujer que se rehace a sí misma en un ejercicio entre la realidad y la ficción, entre los relatos que nos construimos y los que el arte construye de nosotros. Es una película sobre la soledad en este mundo hiperconectado pero también sobre salir adelante y la vampirización de una realidad que se confunde con la ficción. "Lo bonito del personaje también es que no se compadece de ella misma y que es una mujer 'echada palante' que decide tomar las riendas de su vida y empezar a ser la autora de su propia historia. Me encanta también que hable de la creación de los artistas y como somos un poco vampiros y vamos chupando de las historias reales que nos rodean o de las personas. Los actores somos así, estamos observando todo el rato, de alguna manera inconsciente cuando veo a alguien se queda en mi cabeza y cuando lo necesito aparece y me acuerdo de lo que sé de esa persona tan friki que vi algún día", explica la actriz.

El rodaje fue todo un laboratorio de la actriz donde se tuvo que dejar llevar y donde, confiesa entre risas, solo se perdió una vez con el taxi en una salida de la M-30. "Había fantaseado con Lucía, con su imaginario, con su pasado y todo eso, pero es que nada de eso servía en el sentido de que Méndez Esparza dirige susurrando a los actores. Las escenas que más o menos teníamos eran las del guión, pero también era solo una guía. O sea que yo me aprendía los textos, algunos textos quedaban, otros no, pero era más una guía que un guion. Y él nos susurraba al oído y nos mandaba direcciones y decías, bueno, vale, sí, bien, ¿pero ahora? Y entonces se volvía a acercar y sigilosamente se te ponía en la oreja y te marcaba una dirección totalmente contraria. Yo al tercer día ya estaba con un poco de ataque de ansiedad", recuerda de uno de los rodajes más especiales de su carrera.

Malena Alterio compone una de las interpretaciones del año y ya apunta a los Goya con un papel protagonista con el que sorprenderá al público que la tenga encasillada. "Yo soy muy pachorra en el sentido de que no soy excesivamente ambiciosa, no soy anhelante de decir 'ojalá me llegue esto'. Lo que he ido haciendo me ha gustado y me ha interesado, han sido proyectos chulos con más o menos éxito. Y siempre lo he agradecido porque me siento muy afortunada. Ahora me ha llegado esto y lo recibo con los brazos abiertos y con mucha alegría, porque siento que va gustando y que, jolín, tener una exposición tan grande con un protagonista así es una maravilla, pero no es que dijera, a ver cuando me llega un protagonista", concluye la actriz celebrando que en la familia Alterio no se puede vivir sin humor y emocionada por haber podido acompañar a su padre en su regreso teatral a Argentina.

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