Va a ser un debate de investidura duro y bronco, pero esperemos que la confrontación sea desde el respeto

Madrid

Empieza en el Congreso el pleno de investidura de Pedro Sánchez. Ha sido largo el camino hasta aquí. Más largo de lo que el propio Pedro Sánchez hubiera deseado, pero hoy va a defender, por fin, su programa de gobierno y no va a ser fácil que sobresalgan otras cuestiones que no sean la amnistía. Porque es esta ley la que centrado la política estos últimos meses, desde el fracaso de Feijóo en su investidura hasta hoy mismo. Así que se puede prever un pleno de alta tensión, rodeado además de la tensión que la derecha y la ultraderecha han llevado a las calles. El Congreso amanece blindado como en esas ocasiones especiales en las que la seguridad debe ser reforzada.

Todo esto mientras la campaña del PP en contra de la ley de amnistía llega hasta Bruselas e intenta ser contrarrestada por el Gobierno en un pulso para ver cuál es la imagen de lo que sucede en España que se va instalando en Europa. Quiere el PP que en Bruselas crean que Pedro Sánchez es como el húngaro Victor Orbán, un político ultranacionalista que pone en peligro constante las libertades en su país y que por ello ha sido ya amenazado por la UE. Pues el PP le compara con Pedro Sánchez. Para contrarrestar esta hipérbole el Gobierno se pone a disposición de la Bruselas para explicar todo lo que haya que explicar.

Y mientras, la campaña del PP en España se centró este martes en hacer valer su mayoría absoluta para modificar las leyes del Senado y poder retrasar en esa cámara la tramitación de la ley de amnistía. El PSOE dice que esto es inconstitucional, que hay precedentes de inconstitucionalidad, y algunos expertos les avalan. En cualquier caso, el PP, que se llena la boca constantemente de acusaciones contra el PSOE por "uso fraudulento de las instituciones", a la primera de cambio, hace lo mismo con su mayoría absoluta en el Senado.

Y estos son los mimbres con los que se va a tejer el debate de investidura. No creo que nos equivoquemos si pronosticamos que va a ser duro, bronco, protagonizado por los pactos con los independentistas y por la ley de amnistía. Esperemos, al menos, que la confrontación sea desde el respeto y que la tensión en la cámara no alimente todavía mas la que estos días hay en la calle.