Militares golpistas

Madrid

El primer expediente del reelegido presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no es seleccionar a sus ministros. Sino cómo reaccionar al manifiesto golpista de 50 militares franquistas retirados. Son gente muy valiente: ocultan sus nombres. Y no se alzan y arriesgan ellos mismos, sino que llama a sus compañeros en activo a que rompan la Constitución y destituyan al presidente… esa manera indigna de servir a los valores militares. Tendrán miedo a que se les acuse de “rebelión”. O a que les quiten sus medallas pensionadas.

En otra circunstancia política, quizá podría ignorarse el asunto como una pasada de esos mismos, que hace tres años propusieron fusilar a 26 millones de españoles. Ahora ignorarlos va a ser más difícil, porque la llamada a la insurrección es directamente delictiva. Y contamina a todos los movimientos que intentan el acoso y derribo de Pedro Sánchez por la vía pacífica.

Así que seguramente conviene atajar de cuajo este complot, investigarlo y castigarlo severamente. Y de paso, también toca una mayor firmeza con los desórdenes callejeros en el barrio madrileño de Argüelles. Luego, después de que los rebeldes que deshonran su uniforme hayan pasado unos cuantos años en la cárcel, al menos como los líderes del “procés”, ya pediremos su indulto.