A vivir que son dos díasLa píldora de Enric González
Opinión

La opresión de las minorías

"Dicen que a las minorías se nos garantizan derechos y libertades. Eso es más o menos cierto, aunque me parece que las mayorías gozan de más derechos y más libertades"

La opresión de las minorías

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Madrid

Sé lo que significa pertenecer a una minoría. Soy del Espanyol. No hace falta decir mucho más.

Dicen que a las minorías se nos garantizan derechos y libertades. Eso es más o menos cierto, aunque me parece que las mayorías gozan de más derechos y más libertades.

En algunos casos, por desgracia, las mayorías abusan sin piedad de nosotros, los de la minoría. Siempre nos queda el recurso del pataleo, como a los chicos que alegran las noches de Ferraz, pero la opresión sigue. Año tras año.

Ayer fui a comprar comida para el gato. Y ahí, pegajoso, asfixiante, estaba el maldito soniquete. Tin tin tin, tin tin tin… “Pues nos quedan dos meses de esto”, dijo la cajera. Eso si hay suerte, pensé.

Ya estamos en San Black Friday, la festividad en que se celebra un célebre misterio teológico: cuanto más se gasta, más se ahorra. En otros momentos del año se ahorra no comprando. Pero esta es la estación mágica. Y pasado San Black Friday todo va cuesta abajo. Las iluminaciones callejeras, los arbolitos, las copichuelas de empresa, la lotería, los anuncios hiperglucémicos y la puñetera banda sonora. Tin tin tin… Quienes gobiernan el mundo tienen en verano la compasión de ofrecernos alguna cancioncilla nueva, normalmente insufrible pero no idéntica a la temporada anterior. En Navidad son siempre las mismas tonadillas. Siempre las mismas. Tin tin tin…

Hubo una época, supongo, en que el día de Navidad era un día. Y me parece muy bien que ese día a la gente le guste reunirse en familia, discutir hasta el insulto y acumular argumentos para no ver a los parientes hasta la siguiente Navidad. Es una forma civilizada de organizar la convivencia.

Pero quienes carecemos de espíritu navideño tenemos que tragarnos enteras larguísimas semanas de esta cosa. Tin tin tin, tin tin tin… No nos queda otra que armarnos de paciencia y confiar en que Papá Noel o los Reyes Magos, o quien sea que se ocupe de los regalos, sean generosos con los niños. Para eso está Santa Visa, patrona de los gastos disparatados.

En fin, que lo disfrute quien pueda.

Soy Enric González. Que pasen ustedes un buen día.

 
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