"Tras el primer partido llamé al director general a preguntar por el niño, pero...": la reacción de Karanka al ver a Bellingham por primera vez

Madrid

Aitor Karanka cumple 10 años como entrenador. Tras su etapa como segundo de José Mourinho en el Real Madrid, el vasco emprendió su carrera en solitario. Siempre tuvo claro que sería en Inglaterra. "Es una de las cosas que me quedé con ganas de probar como jugador. En mi última etapa en Bilbao tuve una oferta para ir al Middlesbrough. Al final, por las prisas de los últimos días de mercado, no se pudo hacer y me acabé marchando a Estados Unidos. Entonces tenía ahí la espinita clavada de probar fútbol en Inglaterra", asegura en Play Fútbol. Años mas tarde, el Boro se cruzó en su camino. "Llegué al sitio al que siempre he dicho que fue la mayor suerte que he tenido. Desde el primer momento, tanto los dueños, Michael O'Neill y Steve Gibson, como sobre todo Peter Kenyon, que fue el que fundó todo aquello… Estoy encantado de haber llegado allí", recuerda Karanka. En el banquillo de Riverside consiguió un ascenso.

Después pasó por Nottingham Forest, Birmingham, Granada o Maccabi Tel Aviv. Salvo en el Forest, cuya situación cuando llegó Karanka era bastante diferente a la de hoy, su paso por estos clubes estuvo marcado por la gestión del talento jóven: Daniel Peretz, Oscar Gloukh, Dor Turgeman, Bryan Zaragoza... e incluso se quedó a las puertas de trabajar con Jude Bellingham. De todos sacó algo, especialmente de esa brillante generación de jóvenes israelíes que hoy asoma en la élite del fútbol europeo.

"Está claro que yo vengo de donde vengo. Llegué con 15 años a Lezama y luego mi carrera como entrenador empieza en la RFEF con la sub-16 y asistente de la sub-17. Primero lo vi en mí mismo. El trabajo de cantera en Lezama. Y luego ves las generaciones que van llegando y es un placer y la filosofía que tengo yo es que los jóvenes del club no vean que no hay una barrera en el primer equipo. Hay muchas veces que los equipos no cuentan con esa gente joven y los que están abajo lo ven como complicado. Pero no solo hay que llegar al primer equipo, ahí entra en juego la mejora individual del jugador. Está claro que cuando llegan es que tienen talento, pero hay que orientarles, corregirles y muchas veces dejarles que sean ellos mismos, que cometan errores y que vayan aprendiendo. Ellos tienen que ver que mejoran, que van progresando y llegando a cotas mayores", explica Karanka.

Aquí puedes leer todo lo que ha dicho Karanka sobre su predilección por el fútbol inglés, el peso de lo que vivió en Lezama en su método como técnico, el significado del Middlesbrough en su carrera, la irrupción de Jude Bellingham en el que iba a ser su Birmingham o su aventura en el Maccabi Tel Aviv.

La entrevista completa

Pregunta. ¿Qué se siente? 10 años ya entrenando en solitario. Pasa el tiempo muy rápido, eh.

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Respuesta. Sí, sí (risas). Eso es un problema, el tiempo pasa demasiado rápido. Fíjate la coincidencia que también hace 30 años que debuté en Primera División con el Athletic Club. Eso da todavía más miedo. Estoy muy contento, hace 10 años llegué al sitio al que siempre he dicho que fue la mayor suerte que he tenido para empezar una carrera como entrenador. Desde el primer momento, tanto los dueños, Michael O'Neill y Steve Gibson, como sobre todo Peter Kenyon, que fue el que fundó todo aquello… Estoy encantado de haber llegado allí, fue una experiencia fantástica.

P. Has estado 10 años entrenador en solitario, has entrenado aquí en España, aunque no como primer entrenador, has estado en el Real Madrid y la RFEF. Explícale a la gente tu fascinación por la Premier League. Ya no solo por el Middlesbrough, es que es por el fútbol inglés.

R. Es una de las cosas que me quedé con ganas de probar como jugador. Hubo una época, la última etapa en Bilbao, que tuve una oferta para ir también al Middlesbrough. Al final, por las prisas de los últimos días no se pudo hacer y me acabé marchando a EEUU. Entonces tenía ahí la espinita clavada de probar fútbol en Inglaterra. Una vez salí del Real Madrid, tenía claro que quería que mi carrera como entrenador empezase fuera de España. Cuando tuve la suerte de que esas tres personas que te he dicho apareciesen en mi vida, con mis hijos con 6 y 8 o 9 años, lo cogimos con una experiencia familiar. Una vez vives allí, empiezas con los colegios, amistades y demás, hasta hace nada he decidido estar allí.

P. ¿Hasta qué punto te marca conseguir ese ascenso con el Middlesbrough?

R. Marca muchísimo porque la Championship es una liga muy desconocida. Es una liga que, si te pones a mirar, hay equipos increíbles que hasta hace nada jugaban la Champions League. Vas a los estadios y están todos llenos. Hay una cosa que me va a quedar para siempre, y es el tercer tiempo este que tanto se habla: compartir cosas con los cuerpos técnicos y los staff de los contrarios… Ese respeto que se crea te va enganchando y luego la intensidad y cómo se vive todo allí. Es increíble.

P. Nos contaban que eres tan trabajador que te pegabas horas y horas en la ciudad deportiva del Middlesbrough y que con Abril, la señora que se encargaba de la limpieza, le hacías la coña de que los dos erais los que más trabajaban allí.

R. Sí (risas). Pero eso es mi forma de entender las cosas. Ahora no entreno y me dedico sobre todo a disfrutar de lo que no puedo hacer cuando estoy entrenando. Cuando estoy entrenando, estoy centrado en el trabajo al 100%. Aunque disfrutas, no es lo mismo. Cuando toca disfrutar, toca disfrutar, pero cuando hay que trabajar hay que darlo todo ahí.

P. Pasas por el Nottingham Forest, un equipo que estaba bastante tocado, el Birmingham, el Granada,Maccabi Tel Aviv… Es mucho tiempo entrenando y yo destaco, sobre todo, tu trabajo con los jóvenes, para mejorar y crear un proyecto en el que crezcan los futbolistas: Cash, Traoré, Bryan Zaragoza… Me llama la atención mucho esto. He leído que das mucha importancia a que el jugador tenga minutos y a crear un plan para que el potencial de los jóvenes mejores.

R. Está claro que yo vengo de donde vengo. Llegué con 15 años a Lezama y luego mi carrera como entrenador empieza en la RFEF con la sub-16 y asistente de la sub-17. Primero lo vi en mí mismo. El trabajo de cantera en Lezama. Y luego ves las generaciones que van llegando y es un placer y la filosofía que tengo yo es que los jóvenes del club no vean que no hay una barrera en el primer equipo. Hay muchas veces que los equipos no cuentan con esa gente joven y los que están abajo lo ven como complicado. Pero no solo hay que llegar al primer equipo, ahí entra en juego la mejora individual del jugador. Está claro que cuando llegan es que tienen talento, pero hay que orientarles, corregirles y muchas veces dejarles que sean ellos mismos, que cometan errores y que vayan aprendiendo. Ellos tienen que ver que mejoran, que van progresando y llegando a cotas mayores.

P. Te quedaste a nada de entrenar a Jude Bellingham. Cuando llegas a Birmingham ya estaba hecho su traspaso.

R. Justo. Cuando firmé quedaban 3-4 partidos, era el año de pandemia. El primer partido que vi del Birmingham cuando llamé al director general y le pregunté por el niño ese me dijo… ‘no, no. Olvídate que ese niño ya no va a estar’. La verdad que ahí te das cuenta de lo que es Bellingham. El partido siguiente le vuelvo a ver y le dije al director general que se iba a lesionar y no le íbamos a disfrutar y que no íbamos a ingresar nada. El director general me dijo que tenía 17 años, pero que el equipo necesitaba tres puntos y que dijo que hasta no salvar al equipo lo iba a dar todo. Con 17 años, en el equipo de ciudad, ya tenía ese pensamiento de querer darlo todo. Por eso con 20 está donde está.

P. Supongo que a ti te ha sorprendido menos que a mí su capacidad competitiva. Es una cosa de locos llegar con 20 años al Real Madrid con los Modric, Kroos y compañía y verle con esa personalidad para decidir partidos.

R. Cuando le conoces a él y a su familia y ves esa madurez que tiene, no sorprende. Además, sobre todo el año pasado o hace dos años, cuando me preguntaban y me decían que los ingleses en España no dan rendimiento… yo sabía que, si algún día llegaba, que tenía que llegar, porque, por ejemplo, cuando salió de Inglaterra tenía muchas ofertas de Premier y dijo que no porque entendió que su paso era el Dortmund primero. Le pasó lo mismo allí. Después del Dortmund tenía muchas ofertas de Premier League, pero tenía claro que quería jugar en el Real Madrid. Esa madurez que tiene fuera del campo se une a la calidad y el físico y ahí está el resultado.

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Bellingham destapa el gran problema del Real Madrid: "Están muy por debajo de la estadística"

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P. De tu paso por Israel destaca que coincides y permites que progresen jugadores que a nivel de categorías inferiores internacionales con Israel tres casos de jugadores que llaman la atención. Daniel Peretz, que acaba de firmar como portero del Bayern; Oscar Gloukh, que está jugando en el Salzburgo en la Champions a gran nivel y también el punta, Turgeman. Buena generación y sorprende de Israel.

R. Si, la verdad que sorprendió. A Oscar Gloukh si que es verdad que en cuanto le ves, notas que es diferente. Ahí está su nivel en Champions. Con los otros dos… es hacer el trabajo que hemos hablado antes. Dor Turgeman, por ejemplo, no había jugado nada y había que empezar a darle minutos, confianza y enseñarle. Acabó jugando minutos, hizo un europeo y un mundial espectacular. En el caso de Daniel Peretz lo mismo. Al final es darles confianza y que saquen lo mejor que tiene cada uno.

P. ¿Qué techo le ves a Oscar Gloukh?

R. Oscar es, salvando las distancias y sabiendo que las comparaciones son odiosas siempre, en el sentido de la madurez parecido a lo que te decía de Jude. Nosotros llegamos y justo esas semanas tuvo ofertas de equipos grandes, pero él entendió con su familia que el mejor paso era ir a donde está ahora, a Red Bull. Para su proceso, era lo mejor. Había clubes que ofrecía la posibilidad de ficharlo y dejárnoslo cedido, que para mí hubiese sido espectacular como entrenador. Pero yo también el consejo que le di es que, si tenía esa oportunidad, ese primer paso a la élite… Muchas veces elegir un equipo que no es el más grande en ese momento, a veces es bueno.

P. ¿Qué aprendizajes sacas? ¿Qué has aprendido en estos 10 años?

R. A intentar actualizarme en cada momento. Ya han pasado 10 años y cada vez como entrenador tienes más años y tus jugadores son más jóvenes. Hace 10 años prácticamente había dejado de jugar, estaba cerca de lo que sentía el jugador. Pero ahora tienes 50 y jugadores como Oscar Gloukh tienen 18. La manera de llegar al jugador es diferente. Esa es la clave y lo que más o menos me propongo yo. Actualizarte para sacar lo mejor del jugador.