"El 100% de quienes nacen hoy habrán ido al psicólogo o al psiquiatra antes de cumplir 25 años"

Estos días se reúnen en Salamanca los principales expertos en salud mental de el país. Y coinciden en dos titulares preocupantes. Por un lado, estamos asistiendo a un incremento progresivo de los trastornos mentales sobre todo entre niños y adolescentes y personas mayores. Y por otro, faltan profesionales para atender todos esos casos. La media es de 9 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, lejos de los 15 que se consideran como un número adecuado para las necesidades actuales de la población.

"El problema es doble. Por un lado, estamos recibiendo en consulta a personas con una dolencia de tipo depresiva que llevan así seis meses. Pero es que después de esa primera consulta, es probable que el profesional tenga que citar al paciente para dentro de otros tres, cuatro o seis meses para seguir evaluando su caso". "Estamos dando una mala asistencia por la demora y una pésima asistencia por la incapacidad que tenemos para hacer un seguimiento adecuado de los pacientes, por la falta de recursos", nos ha contado en La Ventana el psiquiatra emérito de la Sociedad Española de Psiquiatría, Jesús de la Gándara, ponente en ese Congreso Nacional.

En el caso de los trastornos mentales entre menores, de la Gándara destaca que "cada vez hay menos niños y cada vez los cuidamos más. Al paso que vamos la probabilidad de que alguien que nazca ahora haya ido al psicólogo o al psiquiatra antes de cumplir los 25 años diría que es prácticamente del 100%. Cuando los niños lloran, la causa número 1 de esa conducta es el miedo, es una reacción automática que queda grabada en el cerebro. Ese miedo, esa angustia, si se sufren de niño hacen que cuando sea mayor esa persona tenga una mayor vulnerabilidad".

"La Inteligencia Artificial puede ser una gran aliada para monitorizar datos que permitan diagnosticar y seguir a los pacientes"

De la Gándara participa en este Congreso Nacional de Psiquiatría con una ponencia sobre el 'fenotipo digital'. "Traducido, se trata de estudiar cómo la Inteligencia Artificial puede ayudarnos mucho al diagnóstico de trastornos mentales y a corto plazo seguramente también en la terapia con los pacientes".

De la Gándara deja claro que no se trata de sustituir al factor humano, al profesional, pero sí de proporcionar una herramienta valiosa que permite monitorizar diferentes variables que permitan hacer un seguimiento más efectivo del paciente, su adherencia al tratamiento o a la medicación, y su propia evolución. "Las máquinas nos permiten registrar ese fenotipo digital, esa huella conductual que se puede registrar y que proporciona una información muy valiosa al médico. Imaginad que un ordenador permite registrar parámetros sobre cuántas veces al mes una persona depresiva por ejemplo menciona la palabra 'nada', o una persona con conductas autolesivas menciona la palabra 'suicidio'. Pues eso no deja de ser una aplicación de la IA al campo de la salud mental".

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