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Una estrella de cine llamada Napoleón

El estreno de la nueva película de Ridley Scott vuelve a llevar a las pantallas al emperador de los franceses interpretado en esta ocasión por Joaquin Phoenix

Napoleón Bonaparte es el segundo personaje histórico más veces llevado al cine después de Jesucristo. Su figura aparece en más de 300 películas y ha sido interpretado por grandes actores. Muchos de ellos franceses, como Albert Dieudonné que le dio vida en el gran clásico del cine mudo que dirigió Abel Gance en 1927. Un film de 5 horas y media en donde el director dio rienda suelta a todos sus experimentos visuales, asesorado en muchos de ellos por el español Segundo de Chomón. Inventó complejos mecanismos para rodar planos subjetivos; sobreimpresiones múltiples, cámaras atadas a la grupa de un caballo o introducidas dentro de un proyectil lanzado al aire; planos con movimiento pendular, y, sobre todo, un revolucionario sistema que él llamó polivisión. El director descubrió que si montaba otras imágenes a izquierda y derecha de la central conseguía cuadros de gran fuerza plástica. El sistema necesitaba de tres cámaras que rodaban simultáneamente y otros tantos proyectores para proyectarlas en una triple pantalla, pero el efecto final conseguía envolver completamente al espectador en la acción.

Daniel Gélin y Raymond Pellegrin le interpretaron en Napoleón, otra gran superproducción francesa dirigida en 1955 por Sacha Guitry. Y Christian Clavier lo hizo en una miniserie televisiva muy notable emitida en 2002. Francés era también, aunque asimilado por Hollywood, Charles Boyer que le interpretó en María Walewska, película de 1936 que contaba los amores del emperador con una condesa polaca que le dio un hijo y a la que ponía rostro en la pantalla la divina Greta Garbo.

Su relación con otra mujer muy importante en su vida era la que se trataba en Désirée, con Marlon Brando interpretando a Napoleón y Jean Simmons en la piel de ese amor de juventud del emperador al que tuvo que renunciar por sus ambiciones políticas. Una mujer que finalmente se casó con el general Bernadotte y que acabó siendo reina de Suecia. El británico de origen checo Herbert Lom dio vida a Napoleón en Guerra y paz, la superproducción dirigida por King Vidor, basada en la novela de León Tolstói. Rod Steiger fue el encargado de interpretarle en Waterloo, película sobre la última batalla del emperador.

Hay otras muchas películas de corte histórico en las que el aparece el personaje de Napoleón, aunque sea brevemente o como secundario, incluso en el cine español. Guillermo Marín le daba vida en Agustina de Aragón. Y no solo aparece en películas históricas sino de todos los géneros. Por ejemplo, en el género fantástico, como Los héroes del tiempo de Terry Gilliam en la que le veíamos obsesionado con su baja estatura o comedias como La última noche de Boris Grushenko de Woody Allen en la que intentaba también pasar a la historia culinaria como el inventor de la tarta que lleva su nombre.

Durante muchos años Stanley Kubrick trabajó en un gran proyecto sobre la vida de Napoleón que al final tuvo que abandonar debido a su alto coste. Proyecto que su cuñado, Jan Harlan, entregó a Steven Spielberg quien va a producir una miniserie para HBO basada en su guion. Ahora Napoleón Bonaparte vuelve a nuestras pantallas. Una nueva mirada cinematográfica sobre la vida del emperador francés, esta vez con el rostro de Joaquim Phoenix y con la dirección de Ridley Scott.