"Acabé odiando el tiro con arco": la historia de Miguel Alvariño, el número uno del mundo que se quedó sin Juegos Olímpicos

Madrid

La historia de Miguel Alvariño en el tiro con arco es especial. El gallego se quedó sin ir a los Juegos Olímpicos de Tokio cuando era el que había ganado el selectivo para ocupar esa plaza. Tras el aplazamiento de un año de la competición, ese selectivo volvió a repetirse y ahí no la consiguió. Lejos de que ese varapalo le afectase en su rendimiento, viene de ser número uno del mundo y uno de los mejores de este ciclo olímpico en su deporte. Alvariño ha sido uno de los artífices de que el tiro con arco español esté en París este verano. Ahora, falta que él sea uno de los representantes de España en esos Juegos. "En tiro con arco nos gusta complicar las cosas. Es así. La plaza la conseguimos para España, pero ahora en los selectivos se toma una decisión técnica. Elige la Federación a quién lleva. Lo único que depende de mí es meterme en el equipo nacional: puedo hacerlo primero o segundo español. Yo haré lo que dependa de mí y a ver hasta donde se puede llegar", comenta en SER Deportivos.

"Al final, cuando algo no depende de tí, tienes dos opciones. Una es dejarlo, que es la fácil. Y otra seguir mejorando y demostrarte a ti mismo y a España que eres de los mejores arqueros que tiene este país. Eso es lo que depende de mí. Yo tengo la suerte de que tengo una pareja que me apoya a tope; tengo un equipo de trabajo que no es profesional, no vive de esto, pero trabaja como si fuese profesional; tengo una familia espectacular... Al final yo esto lo hago por mí, pero me gusta que la gente de mi entorno le de valor. Cuando yo gano una medalla no es mía, también es de todo mi equipo", asegura Alvariño, aunque reconoce que pasó por momento duros cuando quedó fuera de los Juegos de Tokio.

"No vi nada de los Juegos de Tokio. Acabé odiando bastante el tiro con arco. No quise saber nada. Tenía decidido dejar de tirar, no quería saber nada ni de deporte ni de tiro con arco. Al final me di cuenta de que el deporte, por mucho que queramos vender, es política. Al final no solo son las medallas o los resultados lo que te hace cumplir un objetivo. A veces necesitas una pequeña ayuda, que no te pongan una piedra en el camino. Eso es frustrante para un deportista”. lamenta. Su plaza la ocupó su cuñado. “Es la parte 'buena' de que yo no fuese a Tokio es que fue mi cuñado, el hermano de mi pareja, y yo por él me alegré un montón. Al final, si yo no puedo ganar o no puedo ir a un sitio, la siguiente persona que quiero que vaya es alguien de cerca de mí", explica.

Ahora, su objetivo está en la próxima Copa del Mundo. Está convencido que es lo que le acercará a la Villa Olímpica de París y a la lucha por las medallas. "Si estoy en el avión para ir a París, sé que soy un claro candidato para conseguir una medalla, pero clasificarme para París no depende de mí. Al final lo va a decidir la Federación en base a unos criterios que no sé cuáles son. Yo no pienso en los Juegos Olímpicos. Mi mente está en intentar cumplir lo que depende de mí, en hacer las Copas del Mundo y tratar de conseguir alguna medalla más. Se que, si estoy en el avión y me pongo a tirar en la Villa Olímpica, voy a disfrutar, me voy a crecer y el resultado llegará o estará cerca. Quiero ser campeón olímpico y tengo claro de que puedo pelear una medalla, pero ir no depende de mí", sentencia.

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