'La mala hora', una novela sobre la violencia, el poder y la corrupción
La tercera obra del Premio Nobel Gabriel García Márquez narra una de las historias más apasionantes de su carrera
'La mala hora', una novela sobre la violencia, el poder y la corrupción
53:43
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1700772518420/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Gabriel García Márquez nació en Aracataca, Colombia, en 1927 y murió en México en 2014. Es una de las figuras más importantes e influyentes de la literatura contemporánea. Ganó del Premio Nobel de Literatura en 1982. Máxima figura del llamado «realismo mágico», es el autor de 'Cien años de soledad', 'Crónica de una muerte anunciada', o 'El amor en los tiempos del cólera'. Nosotros en Un libro una hora ya les hemos contado 'La hojarasca' y 'El coronel no tiene quien le escriba'. 'La mala hora' es la tercera novela de Gabriel García Márquez. Se publicó en 1962. Es brutal, una novela coral llena de violencia, donde lo importante está más en lo que no se cuenta, en todo lo que está por debajo de la historia. Es apasionante.
Como señala Carlos Andia, la narración se desarrolla en un pueblo colombiano sin nombre y en una época que, aunque tampoco se define, se puede muy bien identificar con el periodo conocido como "la Violencia", años de guerras civiles no declaradas, a mediados del siglo pasado, y más concretamente después de la dictadura de Rojas Pinilla. Acaba de terminar una época de represión y violencia que ha dejado profundas cicatrices, y el alcalde, claramente vinculado con la etapa anterior, intenta demostrar que se ha pasado página y que el futuro se escribirá en paz y en libertad. Las cosas no serán sin embargo tan fáciles, los rencores son todavía ardientes y pocos se creen la reconversión de los antiguos represores.
Una novela coral que muestra las heridas de la represión
Como escribe Andia, estamos en una novela coral, un amplio muestrario de personajes que constituye la radiografía del pueblo: algunos que no han abjurado de su militancia, otros a quienes ocupa sobre todo su vida familiar, los que siguen impertérritos su rutina, y los que apenas pueden hacer otra cosa que sobrevivir. El retrato muestra las heridas de la represión y el recuerdo bien fresco de las operaciones nocturnas, el terror, los paseíllos y los disparos, pero también otros aspectos interesantes que aparecen a remolque de una dictadura. Por ejemplo, la corrupción, que antes o después se termina instalando en los distintos niveles del poder, al cobijo de la impunidad.
Más información
Como señala David Pérez Vega en Culturamas, en 'La mala hora' se nombra a Macondo. El mundo ficcional de García Márquez se iba ya construyendo. García Márquez pasa de una escena a otra, de un personaje a otro, marcando que lo narrado tiene lugar de forma simultánea o sucesiva. De este modo, también se incide en la idea de que todo ocurre en un espacio muy limitado, donde todos se conocen y se observan entre sí, a pesar de que no pueden descubrir quién o quiénes están poniendo los pasquines en las puertas de las casas. «Es todo el pueblo y no es nadie».
Indica David Pérez Vega que 'La mala hora' todavía no es de forma explícita una novela del «realismo mágico», puesto que no aparecen escenas abiertamente fantásticas en la realidad contada. Sin embargo, una de sus protagonistas se encuentra por las noches en el pasillo de su casa con el fantasma de la Mamá Grande, que es la protagonista de uno de los cuentos más famosos de García Márquez. En otra escena se nos cuenta que el telegrafista del pueblo envía poemas telegrafiados a otra telegrafista que no conoce; y estas imágenes empiezan ya a rozar ese realismo mágico que desbaratará la realidad en su siguiente novela.