Aumenta la tensión entre el Reino Unido y Grecia en la disputa por la devolución de los mármoles del Partenón
Rishi Sunak no se reunirá como tenía previsto con el primer ministro griego después de que Mitsotakis haya dicho en una entrevista en la BBC que el Reino Unido robó las esculturas del templo griego que se exhiben en el Museo Británico
Londres / Madrid
Las diferencias entre los gobiernos del Reino Unido y de Grecia han subido de tono este martes tras la cancelación de un encuentro entre los primeros ministros de ambos países para discutir el futuro de los mármoles del Partenón. Unas obras de 2.500 años de antigüedad extraídas del templo griego a principios del siglo XIX y que están expuestas desde hace casi dos siglos en el Museo Británico de Londres. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, se ha propuesto recuperar las piezas esta legislatura, aunque las posturas de los dos países están más alejadas que nunca.
El encuentro de Mitsotakis con el primer ministro británico, Rishi Sunak, previsto para este martes al mediodía, ha sido cancelado de forma abrupta por Sunak. Según fuentes el Partido Conservador citadas por la BBC, la cancelación del encuentro se debe a las declaraciones que el primer ministro griego hizo a la cadena pública británica el pasado domingo, donde aseguró que el hecho de que el Reino Unido tenga una parte de las obras del Partenón es como “partir la Mona Lisa por la mitad”.
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Mitsotakis ha mostrado su enfado y su decepción por la cancelación del encuentro a última hora de este lunes. “Nuestra posición sobre el asunto de las esculturas del Partenón es bien conocida. Tenía previsto entablar un debate con mi homólogo británico sobre esta cuestión, así como abordar importantes retos mundiales como las situaciones en Gaza y Ucrania, la crisis climática y la migración", ha lamentado el líder griego, quien ha adelantado su viaje de regreso a Atenas tras rechazar la propuesta del Gobierno británico de reunirse con el viceprimer ministro, Oliver Dowden.
El gobierno griego ha confirmado que mantendrá su petición de la vuelta de las esculturas, que el ejecutivo heleno califica de "reunificación", y que por ello seguirá hablando con los representantes del Museo Británico el tiempo que sea necesario. "No creo que nuestros esfuerzos terminen aquí", ha explicado el jefe de prensa de la oficina de Mitsotakis, Dimitris Tsiodrias, quien cree que detrás de la postura de Sunak hay un interés electoral: "Hay razones domésticas, 2024 es un año electoral y Sunak está bastante por detrás en las encuestas. Aún así, las conversaciones con el Museo Británico se mantienen".
El primer ministro está enfadado. Grecia es un país orgulloso y con una larga historia a la que Mitsotakis representa
— Dimitris Tsiodras, jefe de prensa de la oficina del Primer Ministro de Grecia
La ausencia de Sunak trata de reforzar la posición del Ejecutivo en su rechazo a la devolución de obras y piezas de arte expoliadas durante siglos por el Reino Unido por todo el mundo, muchas de ellas expuestas en el Museo Británico. El Gobierno se ampara en una ley que impide al museo devolver estas obras, y que no tiene previsto revisar en el Parlamento, aunque en los últimos días se habían planteado alternativas como un posible “préstamo” a Grecia, según apuntó el actual presidente del patronato de la institución, George Osborne, exministro de Finanzas en el Gobierno de David Cameron.
Por ahora el Ejecutivo británico no se ha pronunciado sobre esta posibilidad, algo que sí vería con buenos ojos el Partido Laborista. Su líder, Keir Starmer, se reunió este lunes con Mitsotakis para tratar este y otros asuntos, algo que podría haber contribuido a la cancelación del encuentro por parte de Sunak, quien habría aprovechado la situación para marcar un perfil duro en la protección del patrimonio británico frente a una supuesta tibieza de su adversario.
Los laboristas sostienen que este asunto atañe al Museo Británico y a Atenas y han cargado contra el premier británico por eludir sus responsabilidades como jefe del Gobierno al cancelar una reunión con un líder europeo. "Si el primer ministro británico no es capaz de reunirse con un aliado europeo con el que Gran Bretaña mantiene importantes lazos económicos, esto es una prueba más de que no está capacitado para proporcionar el liderazgo serio que nuestro país requiere".
Un conflicto que nace en el siglo XIX
Aunque en los últimos tiempos el Museo Británico ha abierto la puerta a un préstamo a largo plazo de estas esculturas que permitiría su retorno a Grecia, lo cierto es que ambos países llevan décadas sosteniendo este conflicto. Las 17 esculturas fueron trasladadas por orden del diplomático Lord Elgin, embajador ante el Imperio Otomano, por aquel entonces gobernante en Grecia, entre los años 1799 y 1810.
Lord Elgin argumentó en su momento que tenía el permiso del Imperio Otomano para el traslado de los tesoros escultóricos a Londres, aunque no hay ningún documento que así lo acredite. En 1816 las esculturas fueron compradas por el gobierno británico, antes de la independencia de Grecia, que ese país logró en 1832. Esa compra legitimaba la legalidad del traslado por parte de Londres.
El asunto se mantuvo congelado en el tiempo hasta la década de los 80 del siglo pasado, cuando el gobierno griego inició una campaña para pedir el retorno de las esculturas a Grecia con una petición oficial en ese sentido ante la UNESCO. Atenas ha presentado además un proyecto para su exhibición en un renovado museo de la Acrópolis. Desde entonces, durante 40 años ha habido todo tipo de conversaciones y mensajes cruzados, pero no se ha alcanzado ningún acuerdo para ese retorno.
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El gobierno del Reino Unido ha defendido siempre la legalidad de la presencia de estas esculturas en su territorio y ha abierto la puerta sólo a algún tipo de préstamo, si bien la salida de objetos del Museo Británico sólo se permite en circunstancias muy concretas. En su último comunicado sobre este asunto, fechado en diciembre de 2022, el museo aseguró que no desmantelaría nunca su colección "porque cuenta una historia única de nuestra humanidad común", aunque aseguraba estar abierto a nuevos acuerdos de colaboración con Grecia.
La UNESCO propuso un proceso de mediación en el año 2013, pero fue rechazado tanto por el gobierno como por el museo británicos. Para el gobierno de entonces, "la petición de Grecia sólo persigue el traslado permanente de las esculturas del Partenón en unos términos que eliminarían los derechos de propiedad del Museo Británico. Por ello, concluimos que esta mediación no haría avanzar este debate".