Lo que hasta ahora era una competencia discrecional de los municipios, que lo aplicaban de forma cada vez más habitual, pasará a ser una prohibición en toda Francia. Así lo ha decidido el Gobierno que, en su plan antitabaco 2023-2027, extiende la prohibición de fumar en playas, parques y bosques a todo el país y también en ciertos espacios públicos, como los aledaños de las escuelas. A ello, suma un aumento del precio del paquete de tabaco de forma progresiva de los once euros actuales a los trece de aquí a 2026. «Las prohibiciones de fumar y la alza de precios funcionan y son muy eficaces“, justificó el ministro de Sanidad, Aurélien Rousseau, quien añadió que “es consecuencia de un consenso científico a nivel mundial». Y lo apoyó con cifras del coste sanitario: «Cada año, Francia paga un alto tributo al tabaquismo, que sigue siendo la primera causa de mortalidad evitable, con 75.000 muertos anuales, o sea 200 muertos al día». Actualmente, en 72 departamentos del país hay establecidos 7.200 espacios públicos al aire libre sin tabaco. Durante el primer semestre de 2024, el Ejecutivo aprobará un decreto ley para generalizar esta prohibición. “El sin tabaco se convertirá en la norma”, subrayó el ministro. En el decreto también se fijará un incremento del precio del tabaco de once a trece euros de aquí a 2026, con un aumento intermedio de doce euros en 2025. El gobierno ha preferido hacerlo de forma progresiva para no ser acusado de subir la fiscalidad de repente en un momento de alta inflación. Aunque las asociaciones contra el tabaquismo consideran que este incremento no será suficiente y militan por un precio, como mínimo, de 16 euros. Podría pasar que el consumo vuelva a aumentar, como ocurrió entre 2005 y 2010, cuando el precio del paquete estuvo estancando”, teme el presidente de la Alianza contra el Tabaco, Loïc Josseran, en declaraciones al diario Le Monde. En estos momentos, se estima en doce millones el número de fumadores en Francia. En todo caso, el ministro también anunció la prohibición de los cigarrillos electrónicos de un solo uso, “Es una aberración tanto desde el punto de vista de la salud pública como de su impacto ambiental”, afirmó Rousseau. Este mismo martes, una comisión de la Asamblea Nacional examina un proyecto de ley en este sentido. El objetivo es impedir que los más jóvenes se inicien en esta práctica atraídos por los diferentes aromas que ofrecen estos cigarrillos vaporizados. Al mismo tiempo, el ministerio abre una reflexión para poder intervenir más rápidamente ante los nuevos productos que aparecen en el mercado como las bolsitas de nicotina o para limitar, por ejemplo, los aromas autorizados. Paralelamente, a partir de ahora se permite a las farmacias la prescripción de terapias de sustitución de nicotina en el marco de una estrategia de acompañamiento a los fumadores.