El rey, acompañado de la reina Letizia y la Princesa de Asturias, ha abierto este miércoles la decimoquinta legislatura en una sesión plenaria solemne que reúne en el Congreso a diputados y senadores con la ausencia anunciada de los independentistas, que vuelven a «plantar» al Jefe del Estado. El primer discurso que se ha escuchado ha sido el de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que ha clamado por que esta sea la legislatura del diálogo y el respeto a las distintas sensibilidades presentes en el hemiciclo en un discurso de 13 minutos que no han aplaudido ni PP ni Vox. A continuación ha sido el turno del rey Felipe VI. Era su primer discurso político tras la presentación de la ley de amnistía rechazada por PP y Vox y tras los pactos que el PSOE firmó con ERC y Junts. El monarca ha apelado en varias ocasiones al respeto a la Constitución: «Reivindicar el profundo significado entre aquel pacto no es en absoluto mirar atrás es una reafirmación de nuestras mejores capacidades como país». Ha destacado que «garantiza nuestra convivencia colectiva» y ha puesto en valor el gran logro de hace 45 años: «La Constitución es el alma de nuestra democracia y libertad. Debemos honrar ese legado». El rey también ha reivindicado la búsqueda del entendimiento y el respeto mutuo: «Debemos legar a los más jóvenes una España sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos. En esta cámara están representadas diferentes opciones y proyectos dentro de la Constitución. Se les ha confiado la tarea de que el pluralismo político aquí representado impulse la mejora de las condiciones de vida, buscando el bien común de todos los españoles». La Apertura Solemne de la legislatura se ha celebrado cuatro meses después de las elecciones generales del 23 de julio, en las que salieron elegidos los actuales diputados y senadores, pero es que esta ceremonia se suele retrasar hasta la formación del Gobierno. Tras la investidura de Pedro Sánchez, el nuevo Gobierno de coalición estrena el banco azul del hemiciclo en una ceremonia institucional, ya que para el juramento de la Princesa Leonor aún estaban los ministros en funciones. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo ha explicado ante la prensa por qué su formación no ha aplaudido el discurso de Francina Armengol, que ha calificado de «lamentable»: «No nos gusta tomar esta decisión pero cuando la presidenta del Congreso no es la presidenta de todos los diputados y senadores que estábamos reunidos y simplemente se comporta como una diputada de un partido no merece un aplauso. Ha sido el peor discurso de un presidente del Congreso que yo he escuchado en mi vida», ha sentenciado. En la misma línea, la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, criticaba en Twitter esa intervención: «Nunca un presidente del Congreso había hecho un uso tan sectario y espurio de su cargo como en estos momentos Francina Armengol. Una ofensa institucional». Como en febrero de 2020, los independentistas han vuelto a desmarcarse de este acto al no reconocer la figura del Jefe del Estado que se regula en la Constitución de 1978. Esquerra Republicana (ERC), Junts, Bildu y el Bloque Nacionalista Gallego, socios de investidura de Pedro Sánchez, no han acudido a este acto. A Feijóo le parece una «anomalía democrática» ese «boicot de los socios del presidente del Gobierno al jefe del Estado» ya que considera que es un boicot «a la convivencia y a las instituciones democráticas de nuestro país». En aquella apertura solemne de legislatura, estos partidos escenificaron su rechazo con una comparecencia conjunta en el Congreso pidiendo a la Monarquía que se «aparte» de la política. Y es que tanto los independentistas catalanes y vascos como los nacionalistas gallegos se declaran republicanos y no suelen participar en ningún acto relacionado o con presencia del rey. En los últimos tiempos, ninguno de ellos ha acudido a las diferentes rondas de consultas que Felipe VI ha convocado para buscar candidato a la Presidencia, y el pasado 31 de octubre hicieron lo propio con la ceremonia de jura constitucional de su hija, la Princesa Leonor. Quien sí ha estado representado este miércoles es el PNV, que hace unas semanas se borró del juramento de la Princesa de Asturias. Ha sido una presencia limitada porque los nacionalistas vascos no han estado presentes en el desfile militar, pues consideran que no tiene sentido que las Fuerzas Armadas participen en un acto parlamentario. A diferencia del acto de juramento de Leonor de Borbón, este miércoles sí se espera la presencia de Sumar, pues sostienen que esta apertura solemne es un acto parlamentario y no monárquico. En febrero de 2020 también estuvieron presentes los miembros de Unidas Podemos, e incluso sus ministros aplaudieron al Rey cuando pidió afrontar la legislatura con «diálogo» y hasta el entonces portavoz de Podemos, Pablo Echenique, elogió su «valentía». Y es que el acto central de esta ceremonia es el discurso del Jefe del Estado con el que declara abierta la legislatura. Se trata de una intervención con un alto contenido político, dado el escenario y la audiencia, y en esta ocasión llega tras los pactos del PSOE con Sumar, independentistas y nacionalistas que incluyeron la aprobación de una Ley de Amnistía para todos los encausados por la consulta soberanista de 2014 y el referéndum ilegal de 2017 y otro episodios de los últimos diez años. En su reciente viaje a Israel, los periodistas preguntaron a Pedro Sánchez por su relación con el Jefe del Estado, después de que se hubiera especulado con que el monarca está molesto con sus pactos electorales y la ley de amnistía por el semblante serio que mostró cuando prometió nuevamente el cargo de presidente. El líder socialista dijo tener una «relación extraordinaria» con Felipe VI y quiso reconocer «su labor» en estos años y elogiar «el papel absolutamente escrupuloso» del Rey. Desde su proclamación, la del miércoles será la tercera ocasión en que Felipe VI preside este acto. La primera vez fue en 2016 y la última el 3 de febrero de 2020, cuando el Jefe del Estado inauguró esa legislatura en una ceremonia en la que Podemos se estrenó en el banco azul. El acto arrancará con la llegada de los Reyes y la Princesa de Asturias a la Carrera de San Jerónimo, donde les esperarán el presidente Sánchez y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Teodoro Esteban López Calderón. Tras recibir honores militares, Felipe VI y Doña Letizia se dirigirán a la escalinata del Palacio del Congreso, donde serán recibidos por los presidentes del Congreso y del Senado y los miembros de las Mesas de ambas cámaras. Para la ocasión se volverá a colocar el baldaquino o dosel de gala en la fachada principal del Palacio del Congreso y se abrirá la Puerta de los Leones, que sólo se utiliza en los actos a los que acude el Jefe del Estado y en las Jornadas de Puertas Abiertas. Una vez en el interior del Salón de Plenos, al que los Reyes y su hija mayor accederán por la escalera principal que se instala expresamente para estas ocasiones, se interpretará el Himno Nacional, y la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, abrirá la Sesión Solemne pronunciando un discurso, tras el que dará la palabra a Felipe VI, quien se dirigirá a las Cortes Generales para dar por iniciada la XV Legislatura. Una vez finalizado el acto en el hemiciclo, la Familia Real se dirigirá de nuevo al Salón de Conferencias para saludar a las autoridades e invitados en orden protocolario. Tras los saludos, las autoridades se dirigirán a la Carrera de San Jerónimo y los Reyes se colocarán en el podio de honor para asistir al desfile militar en su honor por parte de la Agrupación de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil. Dado el desarrollo de este acto institucional, es previsible que se organice un amplio dispositivo de seguridad que tendrá acordonados los edificios de la sede del Parlamento y cortados los accesos a la zona, como se hizo con la jura de Leonor. Máxime tras las protestas diarias que se están organizando contra la Ley de Amnistía que el PSOE pactó con sus socios de ERC y Junts.