No solo las grandes herencias rompen las familias: "Vemos conflictos por el libro de papá o un sillón"

Muerte y dinero, dos temas que se mezclan en un concepto, las herencias. Una cuestión que dice mucho de cómo es la sociedad, de cómo son los engranajes familiares y de cómo eso podría cambiar en un futuro, porque vivimos cada vez más, tenemos menos hijos y las circunstancias económicas son muy cambiantes.

De todo eso trata un estudio pionero, realizado gracias a una Beca Leonardo de la Fundación BBVA, que por primera vez ha analizado la gestión de las herencias desde una perspectiva familiar y sociológica. A quién dejamos nuestros bienes, si lo hacemos en vida o al fallecer o si influye cómo se porten nuestros hijos con nosotros a la hora de decidir a quién dejar la herencia. El autor de esta investigación es Luis Ayuso, catedrático de Sociología de la Universidad de Málaga.

Su estudio concluye la existencia de un importante 'familiarismo' en la sociedad española. "Nosotros esperábamos estos resultados, sale muy reforzado. Hay que tener en cuenta que preguntamos a personas mayores de 60 años, personas con mayor probabilidad de recibir una herencia. Es un sector de la población qué ya está pensado que hacer con su herencia. El familiarismo de la sociedad es muy importante tanto antes como después de morir. La primera norma del familiarismo es proteger a la familia por encima de todas las cosas", ha indicado Ayuso.

Uno de los principales conflictos en las herencias son los sentimientos: "El valor económico es muy importante, pero a su vez convive con lo emocional. Hay mucho valor simbólico en las herencias. Muchos conflictos no vienen solo de lo económico, sino porque nos hemos peleado por el libro de papá, el sillón o el traje de mamá", ha explicado el catedrático.

Uno de los grandes debates que se plantea es el derecho a la legitima: "En nuestro código civil es obligatorio dejar un tercio a los hijos. Ahora mismo esto se está debatiendo y en nuestro estudio se muestra que hay un 30% de personas que está en contra de eso. En esta sociedad individual tenemos libertad para elegir, por ejemplo, la eutanasia pero no tenemos libertad para decidir a quién dejamos nuestros bienes".

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Según el catedrático, un 88% de españoles piensan que la herencia tiene que ser para los hijos, independientemente de la relación con sus padres. "Sin embargo, en las generaciones más jóvenes y aquellas que tiene un mayor sentimiento de soledad, esto está cambiando. Hay un 44% que opina que los hijos deben demostrar que se tiene que ganar esa herencia".

Tras el confinamiento, provocado por la pandemia del COVID-19, fueron muchas personas mayores las que decidieron modificar su testamento, debido a que se sintieron abandonadas por sus familiares. "Este es uno de los elementos que se descubren cuantitativamente en nuestro trabajo. El sentimiento subjetivo de soledad es un elemento clave que ha hecho que la situación cambie", ha concluido Ayuso.