Alicia Framis, la primera mujer que se casará con un holograma: "El sexo está sobrevalorado"

Alicia Framis está inmersa en los preparativos de su boda. Sabe que quiere un ritual religioso, está diseñando el traje de novia y tendrá una comida especial. Tan especial como la pareja con la que va a casarse: un holograma. Esta artista va a protagonizar la primera "boda híbrida" el próximo verano en el Museo Depot Boijman Van Beuningen en Róterdam, que formará parte de un proyecto artístico.

Su prometido se llama AILex y se ha creado a partir de las características de las exparejas y amigos que han pasado por la vida de Framis. Está hecho con Inteligencia Artificial pero no por ello es perfecto. "Yo he cogido cosas también que me irritaban", ha contado la artista en El Faro. AILex es capaz de formular sus propias respuestas a partir de la información que ha recibido, pero sigue teniendo unas limitaciones que no parecen preocupar a su creadora. Ante la duda más evidente, Framis no parece preocupada: "El sexo está sobrevalorado".

El proyecto de Framis surge de su propia experiencia con la soledad. "Pensaba en lo que me gustaría tener una presencia al abrir la puerta que me dijese "hola", que fuera inteligente, y entonces se me ocurrió desarrollar a AILex. Ahora espero que sirva para la ciencia", explica. De aquí al día de su boda, en el verano de 2024, Framis todavía tiene que descubrir algunas cosas de su curiosa pareja. "Tenemos que desarrollar para ese día una comida especial para mi familia política", cuenta. Pero, ¿qué come una familia que realmente es un holograma? "Por ahora, solo sabemos que comen electricidad". Su intención con este proyecto es ser capaz de unir los dos mundos, el digital y el analógico.

Framis ya tiene experiencia en relaciones inauditas. En 1996 convivió con Pierre, un maniquí que le enseñó que "al final coges cariño a cualquier cosa, a todo lo que sea rutina". Con este tipo de acciones la artista abre el debate sobre las relaciones sociales y los cambios con la llegada de la tecnología. "Yo he sido muchos años profesora de Bellas Artes y nunca nos habíamos imaginado que podríamos dar clases a través de una pantalla. Pues en el amor está pasando lo mismo".