Taghi Rahmani, esposo de la premio Nobel de la Paz 2023, Narges Mohammadi: "La reacción del régimen contra ella es ahora mucho más dura"

El próximo domingo se celebra la ceremonia de entrega de los premios Nobel 2023 pero Narges Mohammadi no asistirá porque sigue encarcelada en Irán por su activismo a favor de la igualdad. Su esposo, Taghi Rahmani, encargado de recoger el galardón, está en España para presentar el libro Tortura Blanca (de Alianza Editorial) en el que la propia Narges cuenta su experiencia en la cárcel y habla con mujeres que han pasado por celdas de aislamiento donde el régimen iraní somete a los presos a una privación sensorial que afecta a su fortaleza mental.

¿Cómo está su esposa Narges? ¿Qué saben de ella?

De momento, sigue en la cárcel. Ha tenido que someterse a una operación, necesita cuidado médico pero no lo está recibiendo. No podemos hablar con ella por teléfono, no podemos visitarla y todo esto es consecuencia de la entrevista que tuvo con Angelina Jolie en la revista Time.

¿Y de qué forma reciben noticias sobre su estado si no se pueden poner en contacto con ella?

Recurrimos a todas las opciones que tenemos aunque no sean muchas. Narges no puede contactar con nosotros directamente. No ha podido hablar con sus hijos los últimos 22 meses. Lo que hacemos es buscar y encontrar formas de tener noticias suyas. Hay un refran iraní que dice: "En la pared hay un ratón y el ratón tiene orejas".

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¿Cuánto tiempo lleva Narges encarcelada y por qué exactamente?

Ha sido detenida varias veces. Ha pasado 9 años en la cárcel en total y ahora mismo está completando su última condena de 10 años. Pero están aumentando sus cargos contra ella porque sigue publicando entrevistas y artículos, sobre todo a raíz del movimento iraní "mujer, vida y libertad" que está tan activo. La reacción del régimen contra ella es mucho más dura.

La concesión del Nobel de la Paz ha supuesto una inyección de moral para Narges... ella misma lo reconoce en una carta que abre el libro "Tortura Blanca".

Narges considera que cada premio que recibe consolida la lucha del pueblo contra el régimen. Ella dice que tiene tres objetivos fundamentales... uno es la igualdad de género, la justicia social para que todas las personas puedan comer y tener dignidad humana, y terminar con la represión contra las minorías étnicas y culturales que el gobierno impone en diferentes partes del país.

¿Y cómo lo lleva la familia? Una de las cosas que quedan claras en el libro es que las familias de los presos también sufren la represión del régimen...

Como he comentado, después del premio Nobel, nos han prohibido las llamadas y las visitas para verla. Hace 22 meses que no puede hablar con sus hijos y las amenazas contra nosotros continúan... En realidad, no nos importan mucho porque siempre hemos vivido bajo presión. Somos dos militantes que luchamos por objetivos humanos. En el pasado era yo el que estaba en la cárcel y ella fuera. Ahora es al revés. Pero nosotros sólo somos unos ejemplos de lo que pasa en Irán. Hay muchas familias que están en esta situación. Tienen diferentes tipos de presiones en su vida cotidiana y problemas para conseguir trabajo, por ejemplo.

La propia Narges relata en el libro cómo sus hijas tuvieron que presenciar su detención... Eso supone un impacto para un niño pequeño... ¿cómo están ellas?

Ahora mis hijos han crecido y ya son más mayores. Mi hija Kiana ha asumido y suele repetir que "cuando está papá no está mamá y cuando está mamá no está papá". Esta es una situación que nos han impuesto y hemos hablado con ellos para hecerles entender que somos nosotros los que lo hemos elegido por motivos humanitarios.

Hay que mirar hacia el futuro. Los hijos crecen y esperamos que comprendan por qué hemos elegido este camino. Narges tiene una frase que suele repetirles que es pedirles perdón por no haber podido hacer lo que una madre hace con sus hijos aunque espera que comprendan que hay miles de niños que necesitan cuidados y no los están recibiendo. Les explica que lo que hacemos es para el bien de todas esas personas, incluídos los niños. El premio Nobel ha facilitado que entiendan mejor esta situación.

Narges es una de las iraníes que detalla su experiencia frente a la "tortura blanca" que se explica en este libro... ¿qué es exactamente la "tortura blanca"?

Esto no es algo del pasado. La están aplicando en estos momentos también. El objetivo principal es obligar a los presos y a las presas a que se autoinculpen de los cargos que les imputan a pesar de que eso puede suponer su ejecución. Les obligan a hacerlo con la tortura blanca. Narges ha pasado por esa experiencia. Yo también durante el año y medio que estuve en una celda de aislamiento.

Y no es sólo que te aislen en una celda, te quitan todo. No tienes nada. No tienes visitas. A la única persona a la que ves es la persona que te interrogan o tu verdugo. Es una táctica para que confieses por esos cargos que te imputan aunque, como he dicho, pueda suponer tu ejecución.

Y esta es solo un tipo de tortura que aplican en Irán. Narges ha querido destacarlo para que el mundo lo conozca. En este tipo de torturas quizás no te peguen con cables u otros medios pero te destrozan la fortaleza mental para que seas débil y des la información que tienes. Cuando lo haces, llega el reproche y te preguntas a tí mismo por qué lo has hecho, aunque no te hayan maltratado físicamente. El libro ha podido destacar esta estrategia para que el mundo entero la conozca y agradezco a quienes nos han ayudado.

Es una tortura psicológica a través de la anulación de los sentidos, como describe la propia Narges y el resto de presas que hablan en este libro... Es una anulación sensorial que impacta en la salud mental de cada preso...

Yo he pasado por esa experiencia. Te aíslan... no tienes a nadie. No puedes hablar, no puedes leer ni ver nada... Tus sueños se desvanecen y se acaban. La lucha es contra las paredes que te rodean. Una de las formas de poder aguantar esa situación es recordar momentos buenos de tu vida porque cuando estás en estas celdas de aislamiento, todo lo que te llega son pensamientos negativos. Por eso, siempre hay que pensar en lo positivo y en las cosas buenas que has tenido en la vida.

Es bueno no dormir hasta que llega la noche, hasta bien entrada la noche. Si no lo haces es muy difícil dormir y esas horas son las más duras. Otra de las cosas que hay que intentar es no escuchar los sonidos que tienes alrededor. A veces escuchas voces de tu propia familia... de tu madre, tu hermano, tus hijos... Esto te machaca continuamente.

La duración de estos confinamientos termina por afectar a tu personalidad y tu sistema nervioso. Te debilita para impedirte que continues la lucha. Yo recuerdo mi celda de aislamiento como una tumba con una puerta que cuando se abre es sólo para hacerte daño. Es una habitación de dos metros de alto y un ancho que apenas es suficiente para poder abrir los dos brazos.

La Democracia necesita luchadores que luchen por ella y el régimen quiere que cada vez haya menos personas que luchen. Con estas celdas de aislamiento, intentan reducir el número de personas dispuestas a luchar. No pueden ejecutar a todo el mundo y con estas celdas intentan anular su voluntad de luchar. Narges quiere desterrar este tipo de celdas.

Además, es una estrategia que se aplica a todo tipo de presos... Desde activistas políticos a personas que profesan una religión diferente. Mujeres y hombres...

Todos los activistas, cuando son detenidos, son enviados a una unidad de seguridad... Ellos deciden qué hacer con el preso o presa política. Dependiendo el nivel de resistencia de los detenidos, el régimen decide si van o no a las celdas de aislamiento. Sabemos que hay casos en los que ese preso ha estado hasta dos años en ese tipo de celdas, además de estar sometida a tortura física.

En general, la tortura blanca es un instrumento para que el preso o la presa confiese contra sí mismo. El régimen no puede pegar a todo el mundo, sobre todo a los que son más conocidos porque finalmente trasciende... pero la tortura blanca es una herramienta para hacer daño a estas personas.

Me gustaría preguntarle por los verdugos... ¿hasta qué punto conocen la historia del preso que tienen delante?

Los interrogatorios son parte de un sistema. Para el verdugo es una rutina de trabajo. Es probable que cuando sale de la cárcel es otra persona y se comporta con normalidad pero cuando entran en la cárcel se convierten en ese verdugo. Yo he estado 14 años en la cárcel y el que me pegaba, recitaba versos del Corán. Realmente él creía que yo era culpable y me pegaba porque pensaba que tenía razón. Ahora son funcionarios y es diferente. Ya no utilizan el Corán para justificar lo que hacen.

Ahora todo forma parte de un sistema. Tienen la orden de reprimir al ciudadano que se opone o que contesta. Y eso es lo que hacen ahora...

¿Y será ese sistema capaz de frenar la ola de movilización que ha seguido a la muerte de Mahsa Amini?

Creo que el movimiento no va a parar completamente aunque el régimen pueda crear obstáculos para que avance. Lo importante es que podamos comprender esos obstáculos y que nos apoyen las instituciones cívicas de Occidente para que sirvan de altavoz.

Nuestro mensaje de Derechos Humanos debe llegar a ellos y esas instituciones tienen que trasladar ese mensaje a sus gobierno para convertir esta materia de Derechos Humanos no sea algo superficial sino que esos gobiernos lo persigan y luchen por ello también. Nuestra tarea ahora es difundir este mensaje.

Irán es un país que ha tenido una gran revolución cada década. No somos una nación que deja de luchar fácilmente pero también existe la represión y la reacción del régimen. Lo que tenemos que hacer es evitar que los daños de esta lucha se suavicen y que cada vez haya más voluntarios que participen en este movimiento. La Democracia necesita una igualdad cívica que el régimen no quiere que se fortalezca.

La lucha es difícil pero ese es el camino. El Depotismo no ha caído al cien por cien pero su capacidad ha mermado y lo que nos ayuda a avanzar es fortalecer la sociedad cívica.