Cómo tener cactus de Navidad en flor y plantar encinas

De Brasil. Crece sobre las ramas de los árboles, porque se trata de una planta epífita, es decir, que crece sobre otras plantas sin parasitarlas. Las utiliza solamente de soporte, para tener mejor acceso a la luz, allá arriba. Lo que podemos confundir con las hojas, en realidad son tallos aplastados. Las verdaderas hojas del cactus de Navidad son sus pequeñísimas espinas. Son hojas transformadas que incluso cuesta ver a simple vista. Lo primero, y como siempre decimos aquí, conseguir que la planta crezca en el lugar correcto. Para este cactus —que es un híbrido de la especie Schlumbergera truncata—, el sitio ideal es uno con muchísima luminosidad, sin sol directo (o, si lo tiene, que sea suave, como el de primera hora de la mañana). Nosotros lo que hicimos fue sacar el cactus a la terraza durante los meses de primavera, verano y parte del otoño, para que tuviera mayor luminosidad. Un par de veces al año con un abono orgánico sólido, lo que, unido a la buena luminosidad y un riego correcto, sin excesos, le permitirá formar una buena cantidad de tallos y ramas. El 1 de noviembre de 2022 sembramos bellotas recogidas en la Casa de Campo de Madrid. Lo hicimos en una bandeja de alveolos forestal, parecida a una huevera gigante, que colocamos en la terraza de la SER. Hoy, algunas de ellas tienes un palmo de altura y ha llegado el momento de plantarlas en tierra. Sí, aunque todavía contaríamos con la opción de cultivarla en una maceta más grande. Recordamos a los oyentes que estas bellotas las sembramos en una bandeja de alveolos forestal. Su peculiaridad es que cada alveolo es muy profundo, de unos veinte centímetros, para que la raíz principal se desarrolle más profunda. Al tener cuatro patas, la bandeja permanece en el aire. Cuando la raíz principal —la que sale de la germinación de la semilla y que se llama raíz pivotante— llega al fondo, en presencia de la luz y del aire detenía su crecimiento y se podaba sola, para emitir solo raíces laterales a continuación. Un sitio en el que tengan espacio, sol, buena tierra, y seguir regándolas a conveniencia, puesto que todavía no tienen la resistencia suficiente como para sobrevivir por sí mismas sin algunos riegos. Remover la tierra en superficie un metro de ancho es una buena medida, para que las raíces laterales puedan desarrollarse al principio sin problema, y que no encuentren impedimento en una tierra compactada y dura. Podemos trabajar la tierra en profundidad otro metro, pero hay que asegurarse de que, cuando la tierra asiente, el cuello de la encina no se entierre. Por ello, debemos afianzar muy bien la tierra, asentarla de nuevo una vez removida. El hoyo de plantación ha de tener un perfil muy orgánico, con una forma de bañera, como nos gusta decir. Que sea más como un plato hondo sopero que como un cubo perfecto, que es como se solía hacer antes. No enterrar ni un solo milímetro más el tronquito de la encina. El cuello de la planta es el punto donde el tronco deja de ser tronco para ser raíz, y hay que respetarlo por completo, sin que se entierre. No. Si se trata de una tierra con buenas propiedades (que tenga buen drenaje y un punto bueno de materia orgánica), es mejor no mejorarla, para que la raíz salga del hoyo de plantación, que se ponga a explorar los alrededores. Si vemos que tiene mal drenaje, es decir, que es muy arcillosa y que drena mal el agua, podemos mejorar ese drenaje con un 50% de arena de río gruesa el volumen que hayamos removido. Así nos aseguramos que la raíz tenga una buena aireación bajo tierra Sin duda, hacemos un alcorque y regamos para volver a asentar esa tierra con un riego suave, pero con mucha cantidad de agua, para que la tierra se asiente e hidrate a la perfección todo el volumen de tierra que hayamos removido. Si, además, colocamos un buen acolchado a la encina, mejor que mejor. Cubrir la zona superficial del hoyo de plantación con un material, de preferencia orgánico, para evitar la excesiva evaporación y para crear un ambiente más favorable para las raíces y los microorganismos beneficiosos que crecen por debajo. Por ejemplo, se suele acolchar con trozos de corteza de pino, pero podemos elegir hojas trituradas, paja, restos de poda finos... Para defenderse de los depredadores. Cuando son jóvenes, se encuentra en peligro, ya que el más mínimo bocado puede dañarla irreversiblemente. A medida que vaya ganando en altura, las hojas dejarán de ser espinosas, y tendrá las habituales de un árbol adulto. Animo a todo el mundo a que recolecte esta semana bellotas de encinas, de robles, de alcornoques o semillas de otros árboles. Tenemos que sembrar muchos árboles para que nos den su sombra y su bienestar.

Cómo tener cactus de Navidad en flor y plantar encinas

Estamos en el periodo de floración del cactus de Navidad

Severino Donate

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