Maricón, el último

Madrid

Uno de los termómetros que marca los cambios sociales con mayor nitidez, yo creo que es el lenguaje. No solo porque las lenguas, los idiomas, son su materia viva y los propios hablantes son capaces de modificarlas, sino también por el significado, o más que el significado, por el impacto de las palabras en función del contexto. Yo, por ejemplo, soy de una generación que con alguna diferencia de años, pero somos de una generación que creció escuchando como normales expresiones del tipo trabajar como un negro, enredarte como un chino, robar más que un gitano. Si alguien te jugaba una mala pasada te estaba haciendo una judiada. Y en el catálogo de frases que hoy se siguen diciendo pero que ya suenan con las señales de alarma incorporadas, tenemos que incluir lo de maricón el último o marica el último, que era un clásico, o sea, la típica situación de un grupo de chavales "venga una carrera a ver quién llega primero a la pared, maricón el último". Bueno, esto que efectivamente se sigue diciendo ya no mola, ya no mola, no. Y por eso anoche, cuando el piloto Jorge Martín le explicaba Pablo Motos en 'El Hormiguero' que en la pista el respeto a los rivales... pero marica el último.

El público que está en el plató, aplaude, pero al cabo de un minuto en las redes sociales ya había un montón de gente cabreada quejándose por lo que es a todas luces un comentario homófobo. Vamos a ver, yo no creo que se trate ahora de crucificar a este chico ni al propio Pablo Motos, que se rió, porque no nos engañemos tampoco. O sea, muchos, yo me pongo el primero, seguramente hubiéramos reaccionado igual. Lo nuevo, lo diferente y lo positivo, al menos a mi juicio, es que hoy estemos hablando de esto, que haya debate que en una segunda pensada ya lo no veamos igual y sobre todo que esta mañana en la reunión de 'La Ventana', cuando algunos que ya habitamos en la tribu de los 60 pensábamos o decíamos 'joder, pues no es para tanto', otros compañeros y compañeras mucho más jóvenes decían 'pues nosotros con esto no vamos a tragar'. Me parece que el cambio está ahí.