Preguntan a una cartógrafa por Google Maps y su respuesta no puede ser más clara: "No sabemos lo que sale de esa coctelera"
Aimar Bretos entrevista a Alicia González, cartógrafa del Instituto Geográfico Nacional
Preguntan a una cartógrafa por Google Maps y su respuesta no puede ser más clara: "No sabemos lo que sale de esa coctelera"
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Madrid
La aparición de Google Maps fue un elemento disruptor para el Instituto Geográfico Nacional (IGN). "Nos ha ayudado a ponernos las pilas", ha explicado en una entrevista en Hora 25 Alicia González, cartógrafa del Instituto Geográfico Nacional. Para elaborar sus mapas, Google coge e integra información múltiples fuentes, entre ellas las del centro cartográfico. Ahora bien, cuando esta información entra en la coctelera de Google el IGN no se responsabiliza: "No sabemos lo que publican, qué parte es suya y cuál es nuestra. Tienen sensores en vehículos, cogen localizaciones de usuarios. No sabemos que es lo que finalmente sale de la coctelera".
Los requisitos de los usuarios van cambiando, aunque sigue habiendo verdaderos amantes de la cartografía: "Hay muchos usuarios a los que les apasiona y se sigue vendiendo mucha cartografía en el Instituto, pero hay gente que lo que quiere es rapidez, le da igual que no sea tan bonito y lo que quiere es que sea continuo y que esté actualizado". Esto se debe, dice la experta, a que los smartphone y Google nos han "creado dependencia". Alicia González señala que ya no preguntamos a qué calle debemos ir, sino que pedimos directamente que nos envíen la localización. "Realmente ha sido un elemento positivo que nos ha puesto las pilas para cambiar metodologías", explica.
Las entrevistas de Aimar | Alicia González, cartógrafa
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Google, resalta, es muy útil y tiene un nicho de mercado de localización en tiempo real muy importante. "Hace cálculos de ruta en tiempo real para evitar atascos. Ese es el valor añadido, pero no tanto el fondo cartográfico", cuenta. Lo importante, resalta es el bien común: "Si lo que ofrecen ayuda, es una forma cómoda y rápida de acceder a la información".
Mapas y tecnología
La tecnología ha cambiado por completo la forma de crear un mapa. Quizás haya perdido algo de romanticismo, pero ha facilitado mucho el trabajo. "La primera edición del mapa topográfico nacional, a escala 25.000, en la que se mezclaban hojas hechas de forma analógica con digital según empezaron a aparecer los ordenadores, tardó casi 30 años en hacerse". La tecnología, dice, nos ha permitido adecuar nuestra producción a los requisitos actuales, en los que la gente "quiere la cartografía ya y la quiere continua y actualizada". Ahora, la producción del mapa es distinta, se genera automáticamente: "Ahora somos capaces de generar el mapa topográfico nacional de España 25.000 un par de veces al año".
¿Cómo se hace un mapa?
Lo primero que hace falta, explica, es un sistema de referencia. "Eso nos lo da la geodesia, una serie de puntos que están materializados y que sabemos con mucha precisión sus coordenadas. Son como chinchetas, vamos a poder anclarnos a ellos y saber dónde estamos". Después, llega la fotogrametría, una disciplina que se basa en hacer un vuelo fotogramétrico aéreo, normalmente en un avión con una cámara fotogramétrica incrustada en la parte inferior. "Los fotogramas que salen de esa cámara nos permiten medir sobre ellos. Un vuelo fotogramétrico se tiene que planificar y se dará una serie de pasadas sobre el terreno que se tiene que cartografiar. Lo más importante es que los fotogramas que se van tomando de la superficie terrestre tienen que tener un solape entre ellos para luego poder utilizarlos por estereoscopía", señala.
Una vez obtenidas las imágenes y siendo capaces de orientar esos fotogramas, se pueden aplicar dos técnicas: "Si es la primera vez que vas a hacer ese mapa y no tienes una edición anterior, lo que se hace es una restitución. Coges esos pares de fotogramas que tienen una zona en común y lo que haces es utilizar un restituidor en el que, por estereoscopía, dibujas todos los elementos que aparecen en los fotogramas e incluso dibujas las curvas de nivel. Pero si tenemos una edición previa, una edición anterior, lo que se hace es ese vuelo fotogramétrico, pero de esos fotogramas lo que se hacen son ortofotografías. La ortofotografía genera un fotograma al que se le han aplicado una serie de correcciones por la perspectiva de la óptica. Se modifican los píxeles, se ortorectifica y así tenemos una foto con características métricas y sí que ya tenemos una vista aérea sobre la que vamos a poder digitalizar o dibujar todos los elementos que estamos viendo".