La Constitución Española ha celebrado 45 años de vigencia en medio de una gran tensión y crispación políticas por la ley de amnistía, que PP y Vox consideran inconstitucional, y cuando se cumplen cinco años sin que se renueve el Consejo General del Poder Judicial. La presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, ha reivindicado la Constitución de 1978 como «la cura más efectiva contra la discordia» y ha pedido acuerdos para «cumplir y desarrollarla», de manera que se actualicen «sus mandatos» y se pueda conseguir que toda la ciudadanía española se vea «reflejada en ella». Este ha sido el principal mensaje que ha lanzado en su discurso con motivo del 45 aniversario de la Constitución que se celebra en el Congreso, el primero en el que la política balear ejerce como anfitriona. La tercera autoridad del Estado ha subrayado que la ley de leyes ha permitido 45 años de progreso y «debe ser también referente para afrontar el futuro», porque guarda «la mejor garantía de convivencia» y, en el acuerdo que la hizo posible, «está la prueba de que el diálogo y el consenso son la única vía para llegar a ella». Desde su punto de vista, la «generosidad» que hizo posible la Transición dicta el camino para seguir avanzando. «Si fuimos capaces de ponernos de acuerdo en los momentos de mayor dificultad, si el interés general se impuso a todo lo demás y la búsqueda de la concordia pasó por encima del enfrentamiento, entonces es que la senda del entendimiento está marcada: la marca la propia Constitución», ha enfatizado. También ha señalado a la Carta Manga como el «pasaporte ante las amenazas que sufren las democracias» y como lo que une a la ciudadanía «ante el mínimo intento de alterar la convivencia» porque en ella, ha recalcado, «no están escritos la crispación, el desprecio o el enfrentamiento». «La misma Constitución que se erige como garante de la riqueza de un Estado diverso y plural es nuestro salvoconducto ante cualquier planteamiento de uniformidad», ha dicho, haciendo hincapié en que «sigue siendo la cura más efectiva contra la discordia». En este punto, ha advertido de que «ser constitucionalista no consiste en levantar la Carta Magna como si de un tótem se tratara, sino en asumir» que se puede «llegar a acuerdos para cumplirla y desarrollarla». «Es alzar el estandarte del diálogo ante los desafíos que afrontamos cada día y la propia Constitución nos plantea. Y hacia los desafíos que nos esperan, debemos mirar juntos», ha apuntado la presidenta del Congreso. Para Armengol, la Constitución es un «proyecto vivo, de futuro, que se va construyendo día a día», el espejo que muestra «la mejor versión del país», pero en que la ciudadanía se ve reflejada «del todo». Por eso, ha llamado a seguir trabajando para «hacer realidad su palabra» y que todo el mundo se vea en ese espejo. En este contexto, ha fijado como «principal misión» de los políticos «desplegar y actualizar» sus mandatos «desde el pluralismo y el respeto a la legitimidad del otro, llegando a acuerdos con el único fin de garantizar una vida más digna a cada uno de nuestros conciudadanos». Armengol ha declarado que considera «legítimo» plantear que la Constitución no debe someterse a ninguna revisión, tanto como «defender su renovación, al menos en cuestiones básicas, como convertir el Senado en una verdadera cámara de representación territorial o responder a las exigencias del siglo XXI». «Lo que no está de ninguna manera en discusión es nuestra total obligación de cumplirla. Deberíamos acatar todos y cada uno de sus preceptos», ha aseverado, llamando la atención sobre las «asignaturas pendientes». El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha hablado a las puertas del Congreso. «La Constitución no pertenece a ningún partido», ha dicho. Y ha vuelto a pedir al PP que renueve el Consejo General del Poder Judicial tras cinco años de bloqueo. “Frente a quienes están todo el día dando lecciones de constitucionalismo, lo que hay que recordar es que la mejor manera de defender nuestra Constitución es cumpliéndola todos los días”, ha afirmado Sánchez. “Se han acabado las excusas, es el momento de cumplir con un mandato de la Constitución, que es la renovación del CGPJ. Conmino a que el PP cumpla con su mandato constitucional para renovarlo”. Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que “el proyecto del Gobierno es controlar el Poder Judicial”. “Estamos comprobando el peor momento y la mayor crisis constitucional que ha vivido en 45 años. Los partidos minoritarios han pactado con un partido que era de Estado y han hecho un trato que es: presidencia del Gobierno por ataque continuo a nuestras instituciones y a nuestra Constitución. Este trato ha conllevado que tengamos un presidente del Gobierno que se ha puesto a liderar un movimiento en contra de la Constitución”, ha asegurado. El tradicional acto institucional en las Cortes Generales ha estado marcado por la necesidad de pactos del Gobierno en minoría de Pedro Sánchez, que ahora deberá negociar con un actor más, tras anunciar ayer Podemos su decisión de dejar al socio de la coalición, Sumar, y pasarse al Grupo Mixto. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha justificado la ruptura con Sumar porque no les ha quedado «otro remedio» para seguir siendo una «herramienta útil» que permita continuar con las transformaciones «valientes» que necesita este país. En las primeras declaraciones de la líder morada y ya exdiputada de Sumar tras la ruptura de su partido con la coalición de Yolanda Díaz, ha insistido en que tomaron una decisión «difícil pero imprescindible» para poder cumplir con el mandato «de la gente que cree en Podemos». La líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha reclamado a Podemos que «no se confunda de adversario» ni ponga «en jaque» las políticas del Gobierno tras abandonar su grupo parlamentario para pasar al Mixto, una decisión que ha tildado «de parte» y que, a su juicio, genera desafección política. Así lo ha trasladado a los medios de comunicación momentos antes de participar en el acto de conmemoración de la Constitución en la Cámara Baja, donde ha querido dar un mensaje de «serenidad» y «tranquilidad» a la ciudadanía al manifestar que Sumar va a cumplir con su mandato: hacer política útil y desplegar el acuerdo de gobierno con el PSOE. «Creo que las personas progresistas en España no comprenderían que se pueda poner en jaque políticas públicas que son importantes, y que son buenas para la vida de la gente, por intereses de parte», ha manifestado cuestionada respecto a la decisión de Podemos de romper con el grupo plurinacional. La presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el presidente del Senado, Pedro Rollán, han asistido por primera vez como anfitriones al izado de la bandera nacional, que ha tenido lugar en la Plaza de la Marina Española, frente a la puerta principal de la Cámara Alta. Es la primera vez que la Cámara Alta lleva a cabo este gesto simbólico que tradicionalmente venía celebrándose en la Plaza de Colón de Madrid y que el año pasado tuvo lugar en el Congreso de los Diputados. El encargado de recibirles ha sido el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el almirante general Teodoro Esteban López, que les ha acompañado para recibir los honores de la ordenanza. Finalizados los honores, el capitán de la compañía ha dado novedades a ambos y, seguidamente, y acompañados por el JEMAD, han pasado revista a las tropas, antes de comenzar el desfile, que ha empezado con el Ejército de Tierra, seguido por la Armada, el Ejército del Aire y la Guardia Civil. Mientras las fuerzas tomaban posición hasta la calle del Reloj, las autoridades han abandonado la Plaza del Senado para poder presenciar el desfile. A la celebración de la Constitución no han acudido este miércoles, como ya es habitual, los grupos nacionalistas e independentistas -EH Bildu, PNV, ERC, Junts y BNG- convertidos todos ellos en esta legislatura en socios parlamentarios imprescindibles para el Ejecutivo de coalición. Un año más tampoco participa Vox, que ha tomado parte en el izado de bandera pero ha ausentado de la celebración con el argumento de que el PSOE y sus socios «pisotean» la Carta Magna.