"Se me fue un poco de las manos": Papo Kling presenta su libro 'Fractura expuesta' sobre su marca 'KLING'
Elvira Lindo trae a 'La Ventana' a Papo Kling, escritor del libro 'Fractura expuesta' (Círculo de Tiza). Fundador de 'KLING', una marca de ropa que pasó de facturar 15 millones de euros al año a entrar en concurso de acreedores
"Se me fue un poco de las manos": Papo Kling presenta su libro 'Fractura expuesta' sobre su marca 'KLING'
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Papo Kling nació en Buenos Aires, en plena dictadura militar y en el centro de una familia exiliada. En el año 2000 se instala en Madrid, y mientras que estudia la carrera de Sociología, decide emprender con la marca de ropa ‘KLING’. En cuestión de unos años la firma llegó a facturar hasta 15 millones de euros, expandiéndose a grandes mercados como Estados Unidos o Italia y siendo vestida por grandes 'celebrities' como Natalie Portman. En 2014 entró en concurso de acreedores y tras la pandemia, en 2022, anunció el punto y final a su historia. Un año después, Kling presenta su libro 'Fractura expuesta' en el que habla sobre el auge y caída de la empresa.
Kling admite que su intención nunca fue crear una marca de moda: "Empezó en realidad por intentar salir de la espiral de precariedad del inmigrante. En un país que empezaba a modernizarse a pasos agigantados, el contraste con la Argentina de la que yo venía era muy potente. Empecé a tener trabajos horrendos y decidí emprender y monté una marca de ropa".
Kling surgió en un universo muy diferente al actual, en el que las redes sociales no eran el centro de la publicidad. Aun así, la marca se hizo viral en varias de las redes sociales y el autor admite que se sintió muy abrumado: "Se me fue un poco de las manos. Nunca pretendí tener una empresa de ese tamaño, me encontré con todo ello." Además, confiesa el rechazo que le provocó introducirse en la industria de lleno: “En algún punto fue inevitable encontrarme con determinadas cosas, sobre todo por donde yo venía. Entrar a un hangar y ver miles de barriles llenos de un acrílico que iba a parar a nuestra producción."
Kling reconoce el debate moral que sintió al entender el gran impacto que tiene esta industria en el medio ambiente y los países en vías de desarrollo: "El trabajo infantil es muy complejo, el que yo vi es condenable desde cualquier punto de vista. Pero no sé si es juzgable porque forman parte de su estructura."
Para Lindo, lo más atractivo del libro son las reflexiones que surgen a partir de su educación: "En el momento en el que empecé a escribir, a reflexionar sobre estas cuestiones. Yo tenía la tendencia de hacerlo todo en XXL, con muchos edificios y sedes mundiales. Pero todo lo que se saliese del estudio y trabajo eran malas palabras."
Hay una sensación constante en el libro de que acabará en una tragedia: "Es así, cuando uno lleva una empresa como la mía es difícil, nosotros intentamos ir un poco a contramano. Intenté buscar la alternativa en un ejercicio de infantilismo”. Ahora, alejado del mundo de la moda, Papo Kling se dedica ahora a escribir sobre filosofía y política. “Me interesó siempre la filosofía. Ahora he vuelto a lo que me interesaba del mundo de las ideas”.