Calviño, propicia
El BEI se prefigura como un instrumento básico para todas las necesidades de largo plazo. Le será propicio contar como cabeza a una señora seria, valiente y prudente como la actual vicepresidenta económica española
Calviño, propicia
Barcelona
Ser mujer es difícil. Ser mujer y progresista, sospechoso. Ser mujer, progresista y rigurosa a la hora de echar las cuentas, un peligro. Ser mujer y además haber triunfado en casa, exhibiendo la economía más animosa de la Unión Europea, casi un crimen.
Es lo que le pasa a Nadia Calviño desde que acaba de ganar el pulso para presidir el Banco Europeo de Inversiones, llueven las envidias. A lo mejor el BEI no es la institución más poderosa del mundo. Pero sí es una entidad enormemente significativa en la Unión Europea. Otorga créditos por una media anual de 70.000 millones de euros. Y a ese puesto aspiraban otros candidatos, bastante buenos, incluso de primera fila, como la comisaria de Competencia, la danesa Margrete Vestager, o el banquero central italiano Daniele Franco. Entre otros. Será que el puesto representa una palanca de influencia muy potente.
Sobre todo de cara al futuro. Europa está asociada a dos guerras, la de la resistencia de Ucrania, y la de la resistencia palestina. Se necesitará mucho dinero para invertir en su recuperación. Los Gobiernos de los 27 no lo tienen, porque han invertido mucho en salir de la pandemia y de la pospandemia. La UE tampoco dispone de mucho margen, está financiando el gran paquete del Plan de Recuperación Next Generation, con eurobonos. Resulta difícil convencer a todos de que hay que seguir y aumentar inmediatamente este camino. Así que el BEI se prefigura como un instrumento básico para todas las necesidades de largo plazo. Le será propicio contar como cabeza a una señora seria, valiente y prudente como la actual vicepresidenta económica española.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas...