La reflexión de Bob Pop tras la muerte de Itziar Castro: "En lugar de decir 'qué cerdos fuimos con esta mujer', la gente ha seguido"

Madrid

Bob Pop ha comenzado su sección de este lunes en Hoy por Hoy con un recuerdo a la actriz Itziar Castro, que fallecía el pasado viernes a los 46 años de edad. Lamentablemente, esta muerte ha sacado a relucir lo peor de las redes sociales, como ha comentado Àngels. "Ya lo tuvo que aguantar Itziar en vida, lo único que ha hecho la gente ha sido continuar. Ha habido un movimiento de tierra quemada hacia delante. La gente en vez de decirse "qué cerdos fuimos con esta mujer, y ahora se muere y no tenemos tiempo de arreglar esto", la gente ha decidido seguir para delante. En lugar de pararse a pensar en su barbarie y en su falta de humanidad."

Bob ha recordado también que cuando a Itziar la nominaron a un Goya a mejor actriz revelación en 2018 por Pieles, nadie quiso hacerle un vestido. Ha recomendado el artículo del director Edu Casanova sobre ella en El Mundo y ha destacado que a Itziar "le costó muchísimo hacer un montón de cosas". Pero pese a eso estaba allí porque hacía falta: ponía el cuerpo, ponía la cara, ponía la lucha... Había conseguido el privilegio de la visibilidad pero también la condena de la visibilidad". Y si decidió luchar por un montón de causas, no fue por oportunismo, sino por convicción.

"La reacción en redes después de su muerte solo ha demostrado que Itziar tenía razón", ha sostenido Bob Pop.

"Love Actually es basura"

"Esto me va a generar muchos enemigos, pero lo tengo que decir: una de las razones por las que odio la pre-navidad es porque estáis todas volviendo a ver Love Actually y celebrándolo. Esa película es basura."

Ángels la vio justamente la semana pasada... pero porque la estaban poniendo en el AVE en el que viajaba. A ver si el Ministro de Transportes Óscar Puente, mientras no nos bloquee en redes sociales como lleva haciendo con tanta gente todo el fin de semana, hace algo al respecto y la veta en el transporte público, ha pedido Bob Pop (y el Ministro ha contestado). Ha explicado que "es una película muy mala y además con ideas muy neoliberales" y que le horroriza. Y le espanta especialmente que la gente la vaya a buscar y la ponga lo publicite en redes sociales: "¿pero no te da vergüenza? ¿Pero cuánta gente en redes habla de su gusto por la coprofagia? Es algo que debes hacer en la intimidad y avergonzada, pero no presumas."

No es ni mucho menos la única razón por la que Bob Pop odia la pre-navidad, una temporada que hemos ido alargando entre todas tanto que ahora empieza no bien termina Halloween. "Ahora que toca reformar la Constitución deberíamos determinar entre todos cuándo empieza la pre-navidad." Y se propone como fecha para el "pórtico" de las fiestas el día de la lotería, el 22 de diciembre.

La razón principal para odiar la pre-navidad tiene que ver con lo que está siendo el tema de la semana: las masificaciones en el centro de las ciudades. Se confirma, para Bob, que "el infierno no son los demás, igual que las masificaciones: somos nosotras. ¡Estamos allí también! Haciéndonos fotos y diciendo hay que ver cómo está esto de gente. ¿Pero a qué vamos? ¿A ver luces? De verdad: estamos en el siglo XXI. Hay coches eléctricos. Tenemos dispositivos de altísima tecnología... ¿y vamos a ver luces, que son feas?" A lo mejor es que "nos entra una fiebre de discoteca al aire libre, pero hay algo que nos despiertan las luces que nos devuelve a nuestros "yoes" más básicos".

Pero hay muchas más razones para odiar la pre-navidad. La fiebre consumista, por ejemplo, que además motiva las aglomeraciones y fomenta que la pre-navidad sea mucha más larga, para que tengamos más tiempo para comprar y participar de esta gran fiesta "arruinándonos o participando en la miseria ajena".

Los amigos secuestrados por sus cenas de trabajo es algo que enerva a Bob. No puede quedar con sus amigos en semanas porque alguno está en su cena de trabajo, a la que encima odian ir. También detesta las musiquillas navideñas ubicuas, porque encima ahora todo suena, "desde una bombilla a un cortauñas". Y entre ellas especialmente, la canción de Mariah, a la que cada vez sacan antes del ataúd, encima. Otra razón para odiar la pre-navidad son las competiciones luminotécnicas entre ciudades: esto es un asunto serio aunque Bob se lo tome a broma. "¿En qué momento empezó esto?" se ha preguntado Àngels. "¿Era necesario?". Bob explica que esto se nos está yendo muchísimo de las manos en un momento de crisis climática. Es no entender nada. "A lo mejor estamos alargando navidad y prenavidad y haciéndola toda hiperbólica porque es un agujero de evasión. Como que queremos un mes entero en el que no vivamos la realidad sino el mundo de la navidad". Tanto Àngels como Bob han coincidido en reconocer que las batallas por tener el árbol más alto y la ciudad más iluminada les producen vergüenza ajena.

Bob también ha destacado como razón para odiar estas fechas los anuncios de familias felices con los que nos bombardean los medios. "Tienen esta cosa aspiracional. Estamos convirtiendo la navidad en un refugio del resto del año. Y hay gente para la que la navidad es súper dura, y te están restregando todo lo que no tienes, todo lo que no eres y todo lo que no puedes hacer. Pero si encima los anuncios machacan sobre lo bonitas que son las familias navideñas... y tú estás sola en tu casa comiéndote una acelga, pues no contribuye en nada a tu felicidad."

Y pensar en todo lo queda hasta el día 7, en la proliferación de galas benéficas y en lo mala que es la canción navideña que ha sacado su adorada Cher hacen de estas fechas, para Bob, una época detestable.