Hora 25La entrevista
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Mónica García descarta eliminar o reformar Muface: "No es mi prioridad"

Aimar Bretos ha entrevistado a la ministra de Sanidad

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Madrid

Mónica García, ministra de Sanidad del Gobierno, ha pasado por los micrófonos de la Cadena SER, en Hora 25 con Aimar Bretos. La anestesióloga lleva en el cargo desde el pasado 20 de noviembre, cuando fue elegida por el presidente Pedro Sánchez para dirigir la cartera de Sanidad. Entre los muchos retos de la también líder de Más Madrid están: las listas de espera de la sanidad pública, la situación de la atención primaria, la necesidad de más médicos, la colaboración público-privada, el acceso a medicamentos y tratamientos especializados y, por supuesto, la coordinación con todas las comunidades autónomas, entre otras cosas.

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Además, el Ministerio de Sanidad tiene la intención de retomar el plan antitabaco -que se quedó en el aire con Carolina Darias al frente del ministerio- para limitar y regular el uso de los vapeadores. La intención de Sanidad es prohibir los vapeadores desechables y ampliar las zonas libres de humo.

Más allá de sus competencias gubernamentales, en estas semanas ha habido un asunto clave en la política parlamentaria: la ruptura de Podemos con Sumar, la coalición de partidos en la que también se encuentra la formación de García. Hoy precisamente Pedro Sánchez se ha referido a la labor de Irene Montero, exministra de Igualdad y de Podemos, de la que ha dicho "ha hecho una labor difícil en un momento complejo y lo ha hecho muy bien". Sobre esto y más responde Mónica García en Hora 25.

Así ha sido la entrevista

Vengo bastante estudiada, pero es apasionante. Pero no solo por médica, durante todos estos años parte mi equipo y yo somos unos frikis de la materia sanitaria. Entrar en el ministerio es apasionante. Es una parte desconocida para mí. Pero lo que es la parte del sistema nacional de salud no la conocemos al dedillo y es una forma de volver a ponerme la bata otra vez.

Es un plan estratégico que lleva desde al año 2021 fraguándose y que básicamente tiene que ver con seguir en consonancia con los espacios libres de humo en este país. No solo proteger a los menores, sino también a las personas pasivas. Más allá de las medidas concretas que algunas comunidades han puesto en marcha, hay que hacer extensivo este sentir español y europeo de que las siguientes generaciones vengan sin estos hábitos tabáquicos. Espacio libres de humo... La medida concreta estamos estudiándola, hay comunidades [en referencia a la prohibición de fumar en terrazas] que ya lo están haciendo. Creo que hay un consenso. El 76% de la población estaba de acuerdo, Si nos remontamos a la primera ley del tabaco fue polémica y nadie se le ocurre a día de hoy pensar que los espacios libres de humo son un error, son un acierto y vamos a ampliarlos.

En consonancia con Europa, habrá que regularlos en consonancia con la regulación del tabaco. En la UE mucho de los temas que aquí parecen polémicos están más que asumidos. ¿Prohibir vapers? Aquí hay una diferenciación, los vapers con nicotina y los desechables, que tiene el añadido del impacto medioambiental. A la población que más hay que proteger es a los menores.

[Grandes listas de espera] Esto está pasando en el país del que yo soy ministra, en el hospital donde he sido anestesista, en la comunidad en la que he sido líder de la oposición y en otras comunidades... El ministerio tiene la competencia más importante que es coordinar la política sanitaria y con respecto a las listas de espera tenemos una ley de 2003 que tenemos que actualizarla. Esta ley puede asegurar y garantizar tiempos de espera, dar transparencia y trazabilidad. No es lo mismo cuando te empiezan a contar el tiempo desde que te ve el cirujano y te pone en lista de espera que desde cuando vas a atención primaria, luego te manda una prueba, una consulta, etc. Soy consciente de que no hay una transparencia óptima como para poder poner soluciones. Si las comunidades, algunas de ellas, de alguna manera esconden los datos y los pacientes están esperando y esperando no podemos hacer un buen diagnóstico ni tratamiento. El ataque al sistema nacional de salud ha sido un ataque programado y sistemático en algunas comunidades y hay una tendencia a hacer esperar la gente con tiempo lo que hay a determinados que le gustaría que la gente pagara con dinero. Creo que las listas de espera hay que poner mecanismos, transparencia y trazabilidad y que cada comunidad se haga cargo de que tú no puedes esperar que te hagan una prueba para dentro de seis meses o que te operan a los dos años. Primero porque no es eficaz en salud ni económicamente hablando. Tienes a la gente de baja, que no puede rehacer su vida y con problemas de salud que se agravan.

Hay una ley de tiempos máximos en la ley de 2003, pero para determinadas patologías. Creo que se puede dar una vuelta a esa ley y también a la capacidad que tenemos de marcar cuáles son los procedimientos urgentes, de prioridad, que ahora mismo están en una especie de bolsa común. Pongo un ejemplo, un familiar mío de 80 años tiene una dolencia en el pie y eso le hace que sea sedentario y esto es un problema porque le han citado para el traumatólogo para febrero, después vendrá el diagnóstico... No puedes tener a una persona de 80 años en un sofá porque su estado de salud se puede agravar. En definitiva, son pequeños hitos de falta de salud que hace que cuando llegues a esa patología vas a llegar tarde.

[Reducir listas de espera] Vamos a intentarlo. Y en esto creo que puedo encontrar la colaboración de las comunidades. Vamos a intentarlo y sobre todo vamos a diagnosticarlo, porque puedes tener mucha gente esperando poco tiempo, pero lo que no puedes tener es mucha gente esperando mucho tiempo. Eso es un déficit en nuestro sistema nacional de salud.

Es un tema que me encanta, porque nada más llegar al ministerio la culpa de que no hubiera profesionales en atención primara la tenía yo. Se tardan 10 años en formar un profesional. Lo que vivimos ahora de falta de profesionales tiene que ver con las políticas de 10 años, cuando el PP aplicó políticas de recortes en las que redujo todas las plazas de los especialistas, incluidas las de atención primaria. Cuando ha llegado un gobierno progresista, la curva ha subido exponencialmente. Desde el 2018, hay casi 2.000 plazas más y casi 600 plazas mas de atencion primaria. Lo que sucede es que esos médicos hacen su residencia y cuando acaban, hay comunidades en las que no se quedan ni el 10%. El motivo no es solo económico, sino que también porque no pueden ejercer su profesión si tienen 60 pacientes al día. No quieren ser un despacho que recibe un paciente cada 3 minutos. Eso rompe la relación médico-paciente, que es algo sagrado y se traduce en tener una relación con tu médico y que pueda dedicarte tiempo.

Nosotros tenemos la capacidad no solo como ministerio, sino como sociedad, para demandar que las comunidades tienen la competencia y el deber de hacer eso, de dejar de romper vocaciones, y tienen la necesidad de hacer que ese suelo que es de barro de nuestro SNS, del cual todos estamos orgullos, deje de tener los pies de barro y esos pies es la atención primaria. Si se nos cae la atención primera se nos cae el sistema y se nos cae la sociedad tal y como la conocemos porque es el corazón de nuestro Estado del bienestar, la capacidad de que tengas acceso a un sanitario. Es un deber moral, no solo del ministerio, de empujarlo y coordinarlo y también de las comunidades, no de echar balones fuera, no de hacer titulares con bulos, sino de ponerse a trabajar en el cuidado de los profesionales.

Todas aquellas comunidades que han considerado que su sistema nacional de salud no es parte de su incumbencia. Hay algunas que han considerado a los profesionales enemigos, que ha sido maltratados, que no se han reunido con ellos durante cuatro meses en una huelga. Se me ocurre una muy cercana, pero tampoco quiero personalizar. Yo he denunciado como líder de la oposición lo que ocurría en la Comunidad Madrid, pero en muchas comunidades se puede hacer mejor, creo que es difícil hacerlo peor que en Madrid, pero independientemente de esto creo que debemos atajar el problema de manera colectiva. Cuando te reúnes con los consejeros, en los off, cuando no hay la capacidad de que haya detrás un titular, creo que hay una preocupación sincera porque cada uno quiere gestionar sus competencias lo mejor posible, lo que pasa que hay fórmulas que funcionan o no funcionan. [Le han contado en Madrid es la preocupación] La llevo oyendo mucho tiempo, pero es 'la mejor sanidad del mundo', 'somos los mejores', que no sé cómo me he atrevido yo a criticarla, me han insultado por defender la sanidad de la Comunidad de Madrid.

En absoluto. Siempre he tenido mucho respeto a la sanidad privada, que tiene su negocio. Lo que he criticado muchas veces son esas formulas híbridas, que con dinero público se pague unos determinados beneficios economicos de unas empresas que no están en España la mayoría de veces y hacen que sean más caros los procedimientos.limitar conciertos sanidad privada.

En Europa, los conciertos con los hospitales privados tienen un control y dan por hecho que el euro que se destina a la sanidad es un euro que tiene que llegar al paciente, dejando unos pequeños margenes para ganancias economicas. Se rompe la baraja cuando esos beneficios son obscenos y cuando el paciente es visto como un cliente.beneficios obsenos de sanidad privada con conciertos públicos?

La última vez que hicieron una de estas operaciones de vender una empresa llamada Fresenius. Uno de sus consejeros delegados dijo tranquilamente: no se lo van a creer, pero de donde más tajada sacamos en Madrid es de la parte pública. No se puede sacar tajada. No puedes tener beneficios obscenos de dinero que tiene que ir a la sanidad pública. Eso se puede regular y hay maneras de impulsarlo para que sea una colaboración honesta.

Tengo buena relación. Llevo mucho tiempo hablando con los operadores de la sanidad privada y no tengo nada contra ellos. Ellos me han dicho una cosa muy importante que es que para que ellos funcionen bien, tiene que hacerlo la pública. Son conscientes de que la pública se lleva los peores riesgos, las intervenciones y procedimientos más caros, los que hay que repartir más en la sociedad. La pública tiene que funcionar bien para que funcione la privada.

Nunca he hablado de Muface. Tiene grandes detractores y seguidores. Yo no estoy en ninguno de los dos. Ahora mismo mi prioridad es la atención primaria, la salud mental, los profesionales, recuperar el orgullo de nuestra sanidad pública, adaptarla al siglo XXI y ensancharla. Tengo otras prioridades [que tocar Muface]. Quiero que la sanidad pública sea lo suficientemente atractiva, que recupere la robustez que tuvo, y quiero que esa sanidad pública sea lo suficientemente atractiva para que la gente se vea atraída y vea que aquí está esa red.

Europa se ha dado cuenta de que no podemos depender en la cadena de producción de terceros, cuartos y quintos países. Necesitamos tener nuestra autonomía estratégica y eso tiene que ver con determinados fármacos que hemos tenido a nivel de Europa desabastecimientos y lo que se está planteando Europa es esto, cómo hacemos entre sanidad, industria y entre todos los países que seamos capaces de no depender tanto de esa cadena de valor que cuando se pierde, como en una pandemia, nos quedamos huérfanos. Lo que vamos a hacer es impulsar que realmente España pueda ser autónoma y soberana en muchos de los desarrollos de estos fármacos, en algunos campos ya se está haciendo. Esto no significa competir con nadie, sino ser un país que sea soberano y estratégico.

Hay algunas CCAA que ya han comenzado el proceso de prohibición. Hay iniciativas que las lidera una región y luego se debate entre el resto de CCAA. Las bebidas energeticas no dan alas, dan ansidedad, taquicardias, depresión... ¿Apoya las prohibiciones a menores de 18? Todo lo que sea proteger la salud, debemos apoyarlo y defenderlo.

En los problemas de salud mental, lo concreto es muy difuso. Es verdad que en numero de psicológos por 100mil habitantes estamos muy por debajo de la media europea. Es verdad que necesitamos apoyos y recursos. Pero hay una cosa que tiene que ver con la salud mental y es que no solo depende de tener profesionales, depende de tener una vivienda, un sueldo digno, unas condiciones laborales. La salud también depende de los determinantes sociales. Se debe cumplir con el derecho a la vivienda, se debe terminar con la desigualdad, la precariedad, etc. Y eso no es solo labor de un ministerio. Tenemos una sociedad que no puede estar dopada de cafeína y ansiolíticos. Una sociedad enferma no puede tener personas sanas.

Es muy curioso como el sistema nacional de salud llega a la boca y se la salta o a las gafas y se lo salta. Se han quedado fuera cosas que son básicas como son los problemas visuales y la salud bucodental. Es histórico pero hay que ponerle remedio. Para empezar hay que una reunión porque el tema de la salud bucodental está muy avanzado en algunas comunidades, ya hay de alguna manera un posicionamiento claro, pues tenemos que ir ahora a ensanchar y ampliar esa cadena de servicios.

[Historia de Xavi Gámez, mosso con ELA y el impuslo de la ley] Es uno de los proyectos que cuando hemos llegado al ministerio ya estaba que es la ley que se llama de ELA pero que puede ser extensible a las enfermedades neurogenerativas, que tiene que ver no solo con la parte de investigación y no solo de atención sanitaria sino todo lo que rodea, que tiene que ver con la dependencia y con la parte más humana y cotidiana de estos pacientes. La vamos a desarrollar e impulsar. Ahora mismo lo que tenemos en el ministerio es una ley ELA que se gestó antes de las elecciones, pero como cualquier ley estamos abierto a escuchar, abrir, debatir y poner el foco en la visibilidad, porque los pacientes de ELA hasta hace poco no tenían esa visibilidad para saber cuáles son las necesidades que tienen. Tiene que ver con ese soporte económico y social que necesitan estos pacientes. Los costes económicos que tiene un paciente para la familia son inasumibles para algunas familias y no nos lo podemos permitir como país.

No tengo una definición. Ellos solos se han definido. Quiero poner en valor la valentía y coherencia de Yolanda Díaz y de Sumar. Lo que hizo para el 23 de julio fue cerrar las puertas al señor que dijo que había que colgar a Pedro Sánchez de los pies, que podría ser nuestro vicepresidente. Hubo una gran generosidad entre muchas formaciones políticas para tener una plataforma que está gobernando para avanzar en derechos.

Insisto, no me compete a mí definirlo. Nosotros desde Madrid sí que hemos dicho que no es coherente que alguien que se ha presentado por unas siglas en Madrid, cuando los madrileños eligieron una papeleta el 23 de julio inferir de ahí que querían votar otra cosa no es coherente. Creo que en esa línea es una falta de respeto, pero más allá de esto, insisto, hoy estaba Yolanda Díaz hablando con los agentes sociales para subir el SMI, vamos a hablar de eso, vamos a mirar hacia delante, a aprobar las leyes e iniciativas que hagan avanzar el país que es lo que consiguimos el 23J.

No se trata de repartir culpas. Hay que analizar que ha pasado. Es una coalición de 15 organizaciones, cada una con su adn, sus resultados electorales el 28 de mayo... De esas 15 organizaciones solo una se ha salido. No se trata de buscar culpas, pero creo que todas fueron generosas y se consiguió la unidad, la tan ansiada unidad. Pero faltó un ingrediente, la fraternidad, que no ha durado mucho tiempo.

Ayuso me felicitó por WhatsApp con un enhorabuena clasico.

 
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