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Cómo el arte puso de moda la depilación del vello púbico

Si son de esas mujeres enfadadas por tener que depilarse, si no entienden por qué está tan mal visto algo tan natural como tener pelo cerca de los genitales, sepan que ya tienen a quién echarle la culpa. Según nuestro ‘Artesano’, uno de los principales responsables de todo es el arte

Madrid

El arte no es el único culpable, pero sí uno de los más importantes. Al menos uno de los principales culpables de difundir a lo largo de la historia la moda occidental de que las mujeres estén depiladas. Todo viene de la antigua Grecia. Si te fijas en las esculturas de esta época, la mayoría de los hombres tienen vello púbico. Recortadito y bien cuidado, pero lo tienen. Sin embargo, casi todas las esculturas de mujeres están depiladas. ¿Por qué?

Hay varias teorías. Algunos historiadores creen que van así porque las mujeres de aquella época solían depilarse, al menos las más privilegiadas. Puede que fuera por higiene, para evitar parásitos y suciedad. No está claro.

En el antiguo Egipto también era habitual que las mujeres se depilaran el vello púbico. Las más sofisticadas practicaban el ‘sugaring’: una mezcla de agua y azúcar que se usaba para arrancarse el vello, algo parecido a la cera de hoy en día (y que, por cierto, ha vuelto a ponerse de moda como método alternativo).

Pero esta teoría no explica algo importante: muchos hombres también se depilaban el pubis. Entonces, ¿por qué en las esculturas ellos sí lo tienen y ellas no? Aquí entra una segunda teoría: la de la censura. Hay historiadores que creen que no esculpían a las mujeres sin vello púbico porque en la vida diaria ellas fueran depiladas. Las rasuran porque consideraban el vello púbico demasiado escandaloso. Para los antiguos griegos el vello púbico simbolizaría el deseo sexual. El deseo sexual en un hombre no es problema, es incluso deseable, así que no importa que las esculturas lo tengan. Pero en una mujer no estaba bien visto. Así que, para borrar todo indicio de sexualidad y deseo, le depilan el pubis a las esculturas. Las convierten en mujeres asexuadas, divinas, equilibradas, sin vicios.

El vello púbico femenino en el arte

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Hasta tal punto se queda esto en la cultura griega que, con el tiempo, las imágenes de mujeres con vello púbico acaban siendo sinónimo de vicio. Las ricas y elegantes y equilibradas no tienen. Las pobres y viciosas sí.

La moda griega de las esculturas femeninas depiladas

Los antiguos romanos, admiradores de la cultura griega, copiaron esta moda y siguieron representando a los hombres con todo su pelazo y a las mujeres pulcrísimamente depiladas. Se estandariza la idea de que el vello púbico es indecoroso y de mujeres viciosas. En los hombres es fuerza y virilidad.

Esto pasa a la Edad Media en Europa, donde las mujeres peludas suelen ser pecadoras, salvajes o gente que se deja llevar por su deseo sexual. Por ejemplo: dos célebres pecadoras que aparecen en la Biblia son María Magdalena y María de Egipto. Ambas son representadas completamente cubiertas de pelo. No está claro el motivo pero podría tener que ver con esta relación entre vello y pecado.

Pero la principal culpa de que el vello público femenino sea un quebradero de cabeza hoy día para muchas mujeres está en el Renacimiento. En el siglo XV los artistas de Europa occidental se empiezan a fijar en la cultura y arte de la antigua Grecia y Roma como ejemplo de la sofisticación más grande jamás alcanzada por el ser humano. Lo clásico se pone tan de moda que copian su estética y su arte. Es decir, vuelven a pintar a las mujeres sin vello púbico.

Una de las primeras pinturas de una mujer desnuda tumbada del Renacimiento es la Venus de Giorgione, de 1507-1510. Es una diosa griega-romana pintada a la manera clásica: ni rastro de vello en su cuerpo. Se considera el prototipo a partir del cuál se representará el desnudo femenino en el arte occidental.

Cremas depilatorias del Renacimiento

Sabemos que en el siglo XV hay una auténtica revolución en la belleza femenina de las europeas. Algunos lo llaman la edad de oro de la depilación. Aparecen muchos libros con secretos para depilarse mejor y recetas caseras para conseguirlo.

Hay una que consiste en hervir arsénico con cal viva, untarlo en la zona a depilar y ‘cuando empiece a notarse caliente, lavarlo rápidamente con agua para que no se desprenda la piel’. En otro libro hay una receta parecida y, para medir el tiempo correcto de aplicación del ungüento recomienda tenerlo sobre la piel ‘durante el tiempo que tardas en rezar dos Padre Nuestro’.

En un libro del siglo XVI, recomiendan a las mujeres lavarse la zona a depilar con una mezcla de excrementos de gato y vinagre. En un célebre tratado médico de la época se afirma que las mujeres con mucho pelo corporal tienden a tener una temperatura mayor y a hidratarse con más dificultad. Según este estudio del siglo XVI, eso hace a las mujeres inteligentes pero desagradables y protestonas, musculadas y feas, con una voz grave y problemas de infertilidad. En resumen, que el pelo corporal, siguiendo estos estudios, era señal de que una mujer sería muchísimo peor partido. Machismo científico del Renacimiento.

El problema es que la estética del Renacimiento europeo, la pintura y escultura de esa época, ha marcado el arte occidental hasta nuestros días. Por eso durante el XVII, XVIII y hasta bien entrado el XIX, al menos en el arte occidental, las mujeres elegantes y virtuosas, las diosas y heroínas mitológicas, debían ir depiladas.

Goya rompe el tabú

Uno de los primeros artistas occidentales importantes de la historia que pintó a una mujer desnuda mostrándonos su vello púbico fue Goya. Y ese cuadro es la ‘Maja Desnuda’.

¿Por qué la ‘Maja Desnuda’ luce esa mata de pelo tan poco habitual en el arte? Primero, para dejarnos claro que esta mujer no es una diosa, ni un personaje mitológico, sino una mujer real. Y además de ser real, es una mujer lasciva. Ya sabemos: en el arte, si tiene vello, es que siente deseo sexual. Sería una forma de darle más erotismo al cuadro, indicándonos subliminalmente que la mujer que tenemos delante se muere de ganas por nosotros.

Pero esto no es todo. Estamos hablando de Goya, un artista único que siempre esconde dobles mensajes en sus cuadros para romper con lo establecido. Goya está rompiendo con la norma histórica del arte que establece que las mujeres no sienten deseo, que borra la sexualidad femenina. Al pintarle vello púbico a la Maja, Goya le devuelve la sexualidad a las mujeres, el deseo que los hombres le han depilado, robado, a lo largo de la historia. Esto las libera de ese yugo masculino que intenta moldear su imagen para controlarla. Podemos decir que Goya empodera a las mujeres devolviéndoles su vello púbico. El vello púbico se convierte por primera vez en una reivindicación feminista. Hecha por un hombre. A finales del siglo XVIII.

Peludas y rebeldes

Después de Goya, en el siglo XIX, los primeros artistas modernos europeos empiezan a cambiar esta moda. Courbet, Manet, Renoir y otros impresionistas intentan romper con los esquemas y normas clásicas del arte. Para eso empiezan a pintar mujeres con vello púbico. No son nobles y sofisticadas. Las modelos de estos artistas suelen ser pobres, muchas de ellas prostitutas, bailarinas, obreras de las fábricas. Representan la vida moderna de las ciudades. Y esas mujeres modernas, más libres, no se depilan. El vello público simboliza la mujer moderna, con deseo sexual.

El cuadro ‘El origen del mundo’ de Courbet es quizá el más emblemático de este periodo. El vello púbico y el vello en las axilas se convierten en un símbolo de rebeldía. Y al mismo tiempo es un nuevo tipo de erotismo: el atractivo sexual de mujeres más libres y más salvajes que las modositas y formales mujeres depiladas de antaño.

Hoy el vello púbico es un símbolo habitual del arte feminista, una reivindicación de la libertad de las mujeres contra las estéticas impuestas históricamente por los hombres. Y ha saltado a la publicidad, con multitud de campañas de moda en las que las modelos muestran vello corporal.

Pablo Ortiz de Zárate

Pablo Ortiz de Zárate

Educador de arte, colaborador de 'Hoy por Hoy' con la sección 'El Artesano'. Está especializado en el...

 
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