"Fui a la zona y solo pude aguantar dos días. Ellos estuvieron 72": Bayona cuenta el drama de 'La sociedad de la nieve'

El próximo 15 de diciembre se estrenará en salas la nueva película de J. A. Bayona: 'La sociedad de la nieve'. El director barcelonés se asoma a 'La Ventana' para hablar de todas las claves que ha supuesto contar la historia de los 16 supervivientes del accidente aéreo en la cordillera de Los Andes en 1972.

Diez años han sido los necesarios para preparar esta nueva producción. 'Lo imposible' era su foco principal en ese momento; sin embargo, al toparse con el libro de Pablo Vierci tuvo que comprar los derechos. "Son historias que nacen a la vez, pero en un contexto muy diferente. A diferencia de Tailandia, en los Andes no hay lugar para la vida. Yo dormí en una tienda de campaña en el mismo lugar, en la misma época del año, y por las prisas de la producción en vez de 3 días por la altitud, solo pudimos estar 2. Lo pasé muy mal: el mal de altura, el corazón te bombea a una velocidad terrible, la pérdida de la noción del tiempo, era un clima terrible. Y ellos pasaron allí 72 días".

Tras pasar más de 10 años en Hollywood, esta película obliga al director, no solo a volver a España, sino también a rodar en su propio idioma: "Es un ejercicio de recuperar la memoria de los que se quedaron. Rodarla en español era una condición imprescindible, rodarla con actores uruguayos era importante, aunque no se pudo cumplir en su totalidad. Era un ejercicio de acercarla a la realidad".

A coro de "Jota", el reparto de 'La sociedad de la nieve' mostraba su emoción tras presentar un proyecto tan grande de la mano de un gran director como Bayona: "Es una persona que sabe mucho y no para, hay que estar siempre siguiéndole el ritmo a él", explicaba Enzo Vigrincic. Además, Matías Recalt, Roberto Canessa en la película, confirmaba la pasión que sentía el director por mostrar al mundo la historia detrás del accidente de la Fuerza Aérea Uruguaya: "Un director con muchas ganas de contar esta historia". Para el barcelonés, era muy importante que los actores fueran desconocidos: "No es una peli con protagonistas".

De hecho, la implicación del reparto fue total. En la película se puede apreciar la transformación física que sufrieron los actores: "Hicimos casi 2 meses de ensayos, tenían una dieta muy estricta y perdieron 25 kilos. Esa sensación de sentirse tan lejos y abandonados, siendo latinos que se pegaron dos meses en sierra nevada".

El lado real de la historia

La documentación ha sido clave para desarrollar la narrativa de esta historia verídica. Las familias de los fallecidos y el testimonio de los supervivientes tienen un papel importante para redactar un guion sobre cada uno de sus protagonistas. De hecho, se grabaron más de 100 horas de entrevistas gracias a las cuales, junto con el encuentro de los supervivientes, los actores han podido dar vida a cada uno de sus personajes. Un ejemplo de ello es la figura del narrador: "Es un personaje que vive un viaje de transformación en la montaña, al principio se niega a comer la carne y va aprendiendo por el camino. También en cada conversación se le da un papel importante a cada personaje".

Bayona quiso tratar con especial sensibilidad la primera proyección de la película: "Hubo un primer pase solo con los supervivientes, ellos nos habían dado una ayuda excepcional y se pusieron en contacto con los actores. Tienen una relación todavía a día de hoy, con ese sentimiento de deuda quisimos darles el primer pase a ellos".

Explica también, que tras la tragedia había familias que no volvieron a hablarse, la mezcla entre la culpa y el coraje se cernía entre las calles de Uruguay. "Es muy duro para una madre que ha crecido viendo a su hijo rodeado de sus amigos, que ellos vuelvan y tu hijo no", expone el director. Sin embargo, este proyecto ha ayudado a volver a unir a los protagonistas bajo el sentimiento del milagro. "Cuando se acabó la película estábamos muy nerviosos todos, pero todo el mundo aplaudió y se abrazaron entre ellos".

Eduardo Strauch, arquitecto y uno de los supervivientes del avión, ha entrado por llamada al programa para transmitir sus emociones 50 años después de la tragedia: "Los años posteriores fueron más difíciles de lo que se puede pensar, volver a reinsertarte en esta sociedad fue horrible. Mi vida es mucho mejor después de haber vivido esta odisea que si no lo hubiera vivido". Strauch hace hincapié en los efectos positivos que supuso vivir una experiencia tan traumática: "Valoramos la vida cuando te ronda la muerte. La importancia del amor por nosotros mismos nos salvó, sobre todo por los seres queridos que nos esperaban en casa".