"Son niñas que necesitan tener una voz": así es 'Tortura Blanca', el libro que narra el infierno de las mujeres iraníes

La autora española ha mostrado al público de 'La Ventana' las cartas que recibió de niñas iraníes tras el éxito de 'Manolito Gafotas'. En ellas, podemos ver la situación de las mujeres y los niños en el país de oriente medio: "En Irán los niños no son niños, comienzan a preocuparse por su futuro desde los 12 años", explica que había muy pocos libros de humor y los niños en Irán tienen muchas más responsabilidades que en el resto del mundo, por eso idealizan tanto la vida de Manolito.

"Yo recuerdo el momento de comprar Manolito muy bien, mi madre insistió en comprarlo. A veces pienso que ‘Manolito’ realmente existe, 'Manolito' fue la razón por la que ahora puedo hablar, leer y escribir en español. Siempre pensaré que es un chico que vive en Carabanchel", así contaba Hosna, una chica iraní, su amor por el libro a su autora.

Mohammadi Narges lleva entrando y saliendo de la cárcel desde hace más de una década por su activismo por los derechos humanos. Desde noviembre de 2021 se encuentra en una prisión de Teherán y ahora mismo está en huelga de hambre. De hecho, recibió el premio Nobel de la paz el pasado 10 de diciembre en Oslo, pero tuvieron que ser sus hijos los encargados de recoger el galardón. Los niños, mellizos de 17 años, leyeron una carta en su nombre en el que aseguraba que el pueblo iraní acabará venciendo el autoritarismo de un Gobierno que ha perdido la legitimidad y el apoyo público.

"Me devolvieron a la celda, la luz era muy tenue, la bombilla que nunca se apagaba seguía allí. La ventana estaba muy arriba, en el punto de encuentro entre la pared y el techo. Pero lo más importante era que detrás de ella había una plancha de hierro perforada que me impedía ver el cielo, y únicamente dejaba entrar un poco de luz en la celda. La ventanilla de la puerta estaba cerrada; y por tanto, no corría nada de aire", así explicaba Mohammadi en una entrevista en qué consiste la tortura blanca. El término "blanca" se utiliza por la falta de estímulo sensorial, ya que no saben qué hora es fuera ni quién hay al otro lado.

"Son niñas que necesitan tener una voz"

La escritora comenta las situaciones que pueden llevar a las mujeres a esas celdas: un activismo de barrio social o hacer algo por la comunidad en la que viven. Y, de hecho, la propia Mohammadi fue juzgada en solo 5 minutos. Comparten también el miedo de las encarceladas a las posibles represalias a sus familiares o a su comunidad, y la debilidad física y mental en la que se encuentran. "Un ambiente que por muy familiar que se vuelva, es de hostilidad y conflicto. Todo eso tiene consecuencias muy destructivas para la persona, tanto físicas como psíquicamente".

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"Lo que tratan de destruir es la voz de las mujeres, como si lo que leyeran en el libro es el derecho que tiene uno a manifestarse", Lindo afirma que el propio gobierno es capaz de acosar a sus ciudadanas hasta confesar crímenes que no han cometido. Por eso, libros como este motivan a las niñas a luchar e ir en contra del control político en el que viven.