Otra crisis de suministros
El anuncio de varias petroleras de detener temporalmente sus transportes por el canal de Suez está amenazando con una nueva crisis de suministros
Otra crisis de suministros
Madrid
Cuando muchos daban ya por descartado que la guerra en Gaza escalara para involucrar a nuevos actores internacionales, se ha desatado una nueva amenaza. El ataque de Yemen a varios barcos en el Mar Rojo cuando intentaban alcanzar el Canal de Suez ha provocado que varias empresas, como BP, el grupo noruego Equinor, los tanqueros Frontline y Euronav, las empresas Evergreen y el gigante Maersk, hayan decidido suspender su tránsito por esta vía hasta que cesen los ataques. Este mismo lunes, los aliados de Hamás, han llevado a cabo un nuevo ataque con drones contra dos barcos. Lo hacen, aseguran, como respuesta a la invasión de Gaza por parte de Israel.
El Canal de Suez es un punto clave del mercado internacional. Una obra gigantesca de ingeniería que consiguió unir Asia y Europa por mar, sin la necesidad de dar la vuelta a África atravesando el Cabo de Buena Esperanza. Por este estrecho circula el 12% del dinero mundial que genera el comercio internacional y aglutina el 30% de los contenedores del planeta. Un flujo de bienes que está sufriendo desvíos ante las amenazas de la milicia Yemení.
Para Alejandro Molins, consultor en logística y comercio internacional y colaborador de la Cámara de Comercio Internacional, "estaríamos hablando de todos los productos de consumo: electrodomésticos, informáticos, repuestos, que sí que nos afectarían un poco más en los retrasos para automoción o para la industria electrónica", explica el experto en cuanto a como afectará a España. "De forma transversal podría afectar a un montón de productos, no nos olvidemos que tenemos uno de los puertos que más recibe por el canal de Suez productos de China, que es Valencia", apunta Molins.
Otros antecedentes
El último bloque que se vivió en el Canal fue en 2021, cuando el carguero Ever Given, de la empresa EverGreen, encalló en el canal y lo bloqueó por completo. Durante seis días ningún barco pudo circular por el canal, disparando los costes de los seguros, del personal y combustibles. Aun así, el coste fue limitado y no tuvo grandes consecuencias.
Mayor impacto tuvo el bloqueo que se produjo entre 1967 y 1975. Cuando estalló la guerra de los 6 días, Egipto perdió el control del canal, que cayó en manos de Israel. En ese momento, el gobierno del país árabe decidió llenar el canal de minas para dejarlo inutilizado. Durante los siguientes 8 años el paso quedó clausurado hasta que con el final de la guerra de Yom Kipur vuelve a manos de Egipto, que limpia el canal y lo reactiva para el comercio internacional.
Las consecuencias de este bloqueo fueron importantes y provocaron, por ejemplo, un cambio de flujo en el comercio de petróleo y gas hacia Europa. El viejo continente empezó a recurrir a Rusia como proveedor de estas materias primas ante la dificultad de conexión con los países árabes. Con la guerra de Ucrania, Europa volvió a mirar a los países árabes, y ahora se le reducen las opciones con esta nueva amenaza.