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"Uno tarda 45 minutos entre que decide marcharse y lo logra": Este es el estudio falso sobre el que hemos conversado en 'La Ventana'

Se ha asomado a 'La Ventana' a Manuela Suárez, directora de la Escuela Internacional de Protocolo de Granada, para dar las claves de cómo irnos de los sitios sin perder demasiado tiempo.

"Uno tarda 45 minutos entre que decide marcharse y lo logra": consejos para despedirse en una fiesta y no perder tiempo

Despedirse a la francesa es la expresión que se utiliza en español para referirse a aquella persona que se marcha de un sitio sin avisar a nadie. Otras expresiones más coloquiales serían 'hacer bomba de humo' o marcarse un 'hasta luego Mari Carmen'. Pero el hecho de que esta acción tenga tantas maneras de decirse no quiere decir que esté muy aceptada. Todo lo contrario: en muchos casos pasa por ser un gesto de mala educación.

Por ser algo bastante común, dimos por bueno en 'La Ventana' un estudio falso, realizado supuestamente por el Instituto de Gestión del Tiempo de la Universidad de Sídney, en Australia, en el que aseguraban as personas que abandonan las fiestas sin despedirse ganan dos días de tiempo al año o, lo que es lo mismo, quien se enreda despidiéndose hasta de la persona menos conocida en una fiesta gasta en esos menesteres casi 48 horas cada año. Aunque todo era fruto de una broma del medio satírico australiano 'Double Bay Today', nos lo tomamos en serio y hablamos del tema con Manuela Suárez, directora de la Escuela Internacional de Protocolo de Granada.

Para ella, despedirse no es tan complicado, sino que "lo complicamos nosotros mismos". "La despedida debe ser discreta", ha indicado ella, "y solo al anfitrión, no a todos los asistentes de la fiesta". "Si el anfitrión está demasiado contento", ha añadido, "se lo dices a la mujer, al hijo, o al que veas más serenito". La cuestión, al fin y al cabo es encontrar "el momento oportuno".

Suárez ha sospechado desde el primer momento de que las 2.000 personas encuestadas hubieran asistido, en efecto, a 25 fiestas al año. "Es difícil que se dé esa situación", ha opinado al respecto, ya que para ella no solemos asistir a tantos eventos sociales.

"Es insoportable"

La experta en protocolo también ha incidido en un hecho que para ella resulta harto desagradable. Como ejemplo, ha señalado cómo últimamente "las calles están invadidas de gente que sale de comidas de empresa de Navidad y no se despiden en restaurante sino en la puerta". En su opinión, este tipo de cuestiones deberían hacerse en el interior del sitio de encuentro. "No cuento nada de la familia despidiéndose en la puerta de la casa con los ascensores abiertos y toda la familia en la escalera", algo que ha tildado de "insoportable".

Es entonces cuando Isaías Lafuente ha contado una experiencia que tuvo en Canadá, donde la gente presumió de puntualidad tanto a la hora de llegada como a la hora de marcharse. Esta situación sería ideal para Manuela: “Lo normal es decir ‘esta fiesta va a durar eso’”, y "otra cosa es que haya un grupo que se va a ir a una discoteca", en lo que se refiere a "ese grupo más reducido, más íntimo, que se lo está pasando mejor, que tiene más confianza o que ha bebido más". Es en esa separación donde uno puede ahorrarse el tener que quedarse cuando no quiere, o el gastar un tiempo que no le sobra.