Pino Sagliocco: "Escuchar de pequeño a Jimi Hendrix me hizo saber que siempre viviría de la música"

Madrid

¿Se imaginan poder convivir con estrellas mundiales como Sinatra, Freddie Mercury, Madonna o Camarón de la Isla? Pino Sagliocco (Carinaro, Italia, 1959) es esa persona. Trajo a España a muchos de de los mejores artistas de la historia de la música. Gracias a él, la visita y las actuaciones de todos ellos y ellas se normalizó y, por si fuera poco, enamorado irredento del flamenco, fue uno de los mayores difusores de este género fuera de nuestras fronteras. "Ningún ser humano podría vivir sin la música, los momentos más bellos y también los más tristes siempre están acompañados por la música", asegura el promotor, quien no duda en definirla como el arte que "armoniza las diferencias. Todos deberíamos hablar menos y escuchar más música".

Nació en un pequeño pueblo próximo a Nápoles, de padres ajenos al mundo de la industria musical, en cuyo seno familiar la banda sonora más recurrente en el día a día eran las canciones del pueblo que su abuelo (agricultor como sus padres) cantaba mientras trabajaba la tierra. Sin embargo, un hecho casual, vivir al lado de una de las sedes de la OTAN, por la que pasaba todos los días, le abrió la puerta de la pasión por la música. "Yo pasaba cada día por ahí, y por la garita, el segurata escuchaba canciones de Jimi Hendrix, que me hizo sentir cosas increíbles. Supe entonces que yo viviría de la música".

Vivir de la música sin la necesidad de tocar un instrumento, de cantar, convirtiéndose, gracias a esa pasión, en uno de los mejores y más influyentes promotores internacionales. "Un promotor musical -comenta Sagliocco- es sobre todo un gestor de egos y un bombero que se dedica a apagar todo tipo de fuegos". Y es que el material, los artistas, merecen esa permanente dedicación. "Para crear hay que ser sentir, por eso todos los grandes músicos tienen un poco el alma atormentada". Aunque muchas veces, los mortales, los que pagamos por ir a un concierto no tengamos muy claro de qué madera están hechos y hechas. "Los artistas son más frágiles de lo que la gente se cree. Es verdad que encima de un escenario son leones, gracias a las miles y miles de personas que los aclaman, pero después son seres con sus inseguridades, sus temores, personas muchas veces muy tímidos", apunta Pino Sagliocco.

Su cabeza está repleta de historias, en las que sus protagonistas, que con sus canciones nos han acompañado toda la vida, le mostraron su perfil más íntimo. Fue clave en la posibilidad de que en nuestro país se pudiera escuchar a Frank Sinatra, de los conciertos organizados en España por artistas del calado universal de Madonna o Michael Jackson y, por supuesto, Freddie Mercury. "Conocer a Freddie Mercury fue uno de los grandes puntos de inflexión de mi carrera. Hasta conectar con Queen yo era un promotor, sólido y muy asentado, pero por decirlo de alguna yo todavía no jugaba en las grandes ligas. Poder promocionar la gira de Queen en España en el 85 lo cambió todo"

De su cabeza clarividente, casi visionaria, surgió una de las canciones más emblemáticas, "Barcelona", cantada por; Mercury y Montserrat Caballé, banda sonora obligada de los Juegos Olímpicos de Barcelona y que de su mano ambos artistas cantaron por primera vez en Ibiza en 1987.

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Otro de los grandes hitos de Pino Sagliocco es, a lo largo de su trayectoria, su defensa y promoción del flamenco. "El flamenco es como las arenas movedizas, un género de una pureza y una sensibilidad que te toca el alma" y se revela contra la injusticia con el que ha sido tratado históricamente: "Se ha sido muy injusto con el flamenco. Cualquier género ha encontrado su espacio y el flamenco todavía tiene espacio para crecer, no se le ha dado la proyección que se merece cuando es uno de los mayores valores de España". Y con ese entusiasmo habla de un proyecto de Estrella Morente y el maestro Rafael. "Es una perla, un cosa alucinante, algo que te ayuda a emocionarte todavía más con el flamenco"

Y mientras la industria de la música cambiaba radicalmente él ha seguido ahí: "Los artistas antes vivían del disco, ahora viven del directo: Con otra novedad, ahora los músicos, gracias al impacto de las redes sociales, son tan importantes como cualquier red social, porque muchos de ellos tienen 30 millones de seguidores". Y añade: "Es bonito ver que existe una nueva generación que viene pisando fuerte y me siento muy orgulloso de seguir aquí al pie del cañón".