El punto álgido de la Lotería de Navidad es el momento que sale «El Gordo». El primer premio reparte 400.000 euros por cada décimo y si toca, puede cambiar una vida. Pero el Gordo no solamente puede tocar, sino que también se puede cantar y esto lo hizo dos veces el actor y ganador de un Goya, Javier Pereira. Lo cantó en el 1993 y en el 1994. Pereira perdió a sus padres y su familia lo inscribió en el Colegio de San Ildefonso, lo que le llevó a participar tres años en la Lotería de Navidad y cantar el primer premio con 12 años. Antes de entrar en la institución, Pereira ya se había iniciado en el mundo de la actuación y fue en 1997 cuando apareció por primera vez en una pantalla, fue en el cortometraje Campeones. Desde ahí, Pereira ha protagonizado papeles en series como Nada es para siempre (1999-2000), Cuéntame cómo pasó (2019-2020) y más recientemente, Sagrada Familia (2022). También ha participado en largometrajes como No tengas miedo (2011) o Que Dios nos perdone (2016). Sin embargo, su éxito más grande lo consiguió con la película Stockholm (2013), dirigida por Rodrigo Sorogoyen y protagonizada por él. Su papel fue galardonado con un premio Goya el año siguiente como el mejor actor revelación. Pereira ha compartido con Àngels Barceló cómo es ser uno de los niños que sale a cantar premios: «Estás nervioso. Aunque, cuando yo iba al colegio, era una extraescolar y ensayabas porque también cantábamos durante el año La Primitiva y la Lotería Nacional». Además, ha explicado que para seleccionar a los niños se basan en la voz: «Pienso que el profesor que nos seleccionaba lo hacía según los registros de voz y que combinaran bien». El actor ha contado que mantiene una relación especial con la Lotería: «Voy a hacer alguna historia relacionada con la Lotería. Puede ser algo bueno o algo malo». En este sentido, ha explicado una anécdota que vivió en Campello, una localidad de Alicante donde cayó el «Gordo»: «Me dijo que me había cargado su pueblo porque muchas familias se enfadaron entre ellas porque no sabían cómo repartirse el premio. También me contó que hubo gente que se arruinó».