Roald Dahl, uno de los genios de la literatura infantil y juvenil
Repasamos la vida y obra de uno de los escritores más recordados de todos los tiempos, creador de historias inolvidables como 'Charlie y la fábrica de chocolate' o 'Matilda'
Un autor en una hora | Roald Dahl
Roald Dahl es uno de los genios de la literatura infantil y juvenil y un gran contador de cuentos. Creó personajes inolvidables y clásicos atemporales. Ha hecho volar, gracias a la imaginación, a más de una generación de jóvenes lectores. Recorrió el mundo en avión, trabajó como espía y escribió algunos de los cuentos más destacados siglo XX. Le encantaban las historias de aventuras y él mismo consiguió convertirse en un aventurero.
Roald Dahl nace en 1916 en Llandaff, Cardiff, Gales, hijo de padres noruegos (Harald Dahl y Sofie Magdalene Dahl). Roald lleva el nombre del explorador noruego Roald Admunsen (que dirigió la expedición a la Antártida que alcanzó por primera vez el Polo Sur y que está considerado un héroe nacional de Noruega). Puede que de ahí le venga su vena aventurera. El padre era un agente naval que había emigrado al Reino Unido desde Noruega y se estableció en Cardiff. La madre pertenecía a una familia acomodada, con sacerdotes, abogados, propietarios, y emigró al Reino Unido cuando se casó con Harald en 1911. Cuando Roald tiene tres años, su hermana Astri muere de apendicitis. Tiene siete años. Su padre la adora y su muerte le deja tan abrumado por la pena que cuando él mismo cae con pulmonía, un mes después, no parece importarle vivir o morir. Y, de hecho, muere. A pesar de la pérdida, la madre decide seguir en Gales y no volver a Noruega y así cumple el deseo de su marido de que sus hijos sean educados en escuelas británicas. Con seis años, Roald Dahl conoce a su ídolo, Beatrix Potter, escritora británica, una de las más importantes de la literatura infantil del siglo XX, con obras como 'La historia de Peter Rabbit'.
Roald Dahl asiste a la escuela de la catedral de Llandaff y luego va al St. Peter’s School, un internado en la ciudad costera de Weston-super-Mare, donde estudia desde los 9 hasta los 13 años. Luego asiste a la Escuela Repton en Derbyshire, donde estudia hasta los 20. Durante esa etapa vive en un entorno de crueldad y de jerarquías, entre niños pequeños y mayores. A lo mayores se les conoce como boazers, adolescentes de 17 o 18 años. Los pequeños a veces reciben palizas fruto de ese sistema de jerarquías. Los alumnos nuevos y los pequeños tienen que limpiar el estudio, mantener el fuego encendido o coser botones. También cocinan una vez a la semana para los demás. En esos años juega al cricket, al fútbol y al golf y empieza desarrollar su pasión por la literatura y la fotografía. Y cuenta con la compañía del chocolate Cadbury, que a veces envía cajas de vez en cuando para que las prueben los alumnos.
Durante su adolescencia, Dahl pasa gran parte de sus vacaciones de verano en Noruega con su familia materna. Allí es feliz. Al empezar el último año en Repton, en 1936, su madre le pregunta si quiere ir a Oxford o a Cambridge para estudiar. Roald Dahl contesta que no, que lo que él quiere es ir directamente a trabajar a una empresa que le envíe a tierras lejanas, como África o China, sorprendente, ¿verdad?. De hecho, Roald Dahl es uno de los fundadores de la Sociedad Británica de Exploración. Acepta un empleo en lo que se denomina el Departamento Oriental de la Shell Oil Company, donde le prometen que, tras dos o tres años de preparación en Inglaterra, le enviarán a África oriental para un servicio de tres años. Tiene veintiún años y está a punto de partir hacia lugares lejanos.
Un intrépido aventurero durante la Segunda Guerra Mundial
En septiembre de 1939 se hace evidente que va a estallar la guerra con la Alemania de Hitler y Roald Dahl se alista en la RAF. Un día resulta brutalmente herido al estrellarse con un avión en el desierto de Libia, lo que le deja varias lesiones graves que le hacen estar siete meses en el hospital. Está a punto de morir y realmente es un milagro que sobreviva a ese accidente. Es un hecho que cambia su personalidad. Cuando se recupera se incorpora a su escuadrón pero las heridas que ha sufrido le provocan tales dolores de cabeza que es declarado inútil para el servicio activo y enviado de vuelta a Inglaterra. En 1942 se marcha a Washington, a la Embajada del Reino Unido, como adjunto aéreo. Es entonces cuando empieza a escribir. Es el autor de obras inolvidables, como 'Charlie y la fábrica de chocolate', 'James y el melocotón gigante', 'Matilda' o 'Las brujas'.
Roald Dahl estuvo casado durante 30 años con la actriz estadounidense Patricia Neal, con la que tuvo 5 hijos (una de ellas murió a los 7 años por encefalitis causada por el sarampión, a la misma edad que había muerto la hermana de Roal Dahl). Su único hijo varón, Theo, sufrió un accidente durante su infancia que condicionaría el resto de su vida y la de sus padres, ya que le provocó hidrocefalia, una lesión cerebral. Su padre se involucró mucho en el desarrollo de una válvula que le ayudase a aliviar su condición. El matrimonio con Patricia Neil sufrió estas desgracias desde el principio. Es curioso que a pesar de todo lo que sufrieron durante esos años, Dahl escribió entonces algunas de sus mejores obras. Patricia Neal tuvo tres embolias consecutivas embarazada de su hija Lucy. Estuvo sin andar y sin hablar durante un tiempo, pero su hija nació y la actriz consiguió volver a desarrollar su carrera cinematográfica. Durante ese tiempo, Dahl fue quien ejerció de enfermero y fisioterapeuta para ayudar a su mujer a superar su enfermedad. Sin embargo, aunque superasen esos estragos en el momento, el matrimonio finalizó en 1983. Roald Dahl se volvió a casar con Felicity Crosland, una de las mejores amigas de Patricia y estuvo con ella hasta el momento de su muerte.