"Álvaro García no tiene prestigio de ninguna manera": los argumentos por los que el Poder Judicial lo rechazó como Fiscal General del Estado

MADRID

José María Macías fue el más duro en su intervención en contra de Álvaro García Ortiz. El vocal elegido a propuesta del PP explicó en el pleno que ellos no podían afirmar quien tenía reconocido prestigio para el cargo de Fiscal General del Estado, pero que sí podían afirmar quien no lo tiene "de ninguna manera" y aquí entraba un perfil como el de Álvaro García, después de que el Tribunal Supremo hubiera anulado por desviación de poder el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de sala en una sentencia, dijo Macías, "tremendamente suave y considerada" con el Fiscal General que se quedó corta, pero de una dureza "insólita".

Macías fue el más duro, pero el encargado de abrir fuego fue el vocal y magistrado del Tribunal Supremo, Wenceslao Olea, que sintetizó lo motivos para descartar la idoneidad de García Ortiz. Olea defendió el análisis amplio de la idoneidad, frente al mero ejercicio de verificar si cumplía o no los requisitos legales porque se trataba de una renovación de su mandato y había que evaluar su actuación hasta la fecha. El balance, a su juicio, no era positivo: la sentencia del Tribunal Supremo sobre Dolores Delgado, el retraso en relevar al fiscal de menores Eduardo Esteban, cuyo nombramiento también anuló el alto tribunal, su inacción ante los ataques de los independentistas a los fiscales e incluso su política de nombramientos que "no era transparente".

Por su parte, José Antonio Ballestero alertó del peligro que supone elegir para el cargo a una persona que no cuente con todas las garantías de imparcialidad y autonomía porque cuando vea la luz la nueva ley de enjuiciamiento criminal el poder del Fiscal General va a ser "omnímodo". Será "el hombre o mujer más poderosa de España" y flaco favor se le hace al país si el Ministerio Fiscal está dirigido por alguien "cercano al Gobierno".

Solo el presidente en funciones, Vicente Guilarte y el vocal, Juan Martínez Moya, defendieron la idoneidad de Álvaro García por el lado conservador. En el lado progresista, hablaron Mar Cabrejas, Roser Bach y Clara Martínez de Careaga que recordó a los vocales que también el Tribunal Supremo ha anulado nombramientos del Consejo sin que haya supuesto la deslegitimación de su presidente o de los vocales. Los progresistas Álvaro Cuesta y Pilar Sepúlveda no intervinieron en el debate.