Lo que sobra y lo que no podemos desaprovechar
Esperemos que el amor y los derechos humanos encuentren un pesebre, no sean un pastel de usar y tirar
Madrid
Ya hemos navegado por las primeras citas navideñas, las cenas con villancicos, abrazos y polvorones, y las comidas con villancicos, abrazos y polvorones. Nuestras cocinas se ponen a pensar en la palabra… sobras. Debajo de ella se esconde de todo, desde lo que conviene arrojar al cubo de basura hasta lo que debe aprovecharse para su uso en Nochevieja y Año Nuevo.
No es bueno acostumbrarse a la demasía y exceso de cualquier cosa sobre su justo ser, peso o valor. La demasía desemboca, según el diccionario, en la injuria. Pero tampoco es sensato vivir con las prisas del usar y tirar, como si los valores bien preparados perdiesen su sentido original y el ruido de las discusiones pudiera ocultarlo todo.
Cuando se habla de crispación en la familia, conviene saber que no todos los cuñados son iguales. Hay que ponerle nombre a quien grita. Me gusta formar parte de una familia que se constituye con palabras como Estado social, libertad, justicia, igualdad y pluralismo. A partir de esas palabras procuro decidir lo que sobra y lo que no podemos desaprovechar. No existe justicia cuando la libertad se separa de la igualdad o la igualdad de la libertad y el pluralismo.
El fin de semana que viene volveremos a reunirnos para despedir 2023 y dar la bienvenida a 2024. Herodes se llena de ira, según San Mateo, y manda matar a todos los niños de dos años para abajo que vivan en Belén y sus alrededores. Ya estábamos avisados por el profeta Jeremías. Esperemos que el amor y los derechos humanos encuentren un pesebre, no sean un pastel de usar y tirar. Y que el mundo vuelva a servirnos la alegría de vivir.
Luis García Montero
Luis García Montero (Granada, 1958), poeta, narrador,...