"Me ha tocado la lotería": la historia de Óscar, que hace poco estaba al borde de la muerte con unos "coágulos enormes en los pulmones"
Siente que ha vuelto nacer: "A mí ya me tocó la lotería"
Óscar Muñoz, durante su viaje a Marruecos.
Nunca pensó que unos días de vacaciones con sus hijos en Marruecos pudiera acabar con su ingreso de urgencia en la UCI en Barcelona. Tampoco que solo por unas horas se librara de uno de los terremotos más mortíferos. Un 2x1 que le hace sentir como si hubiese vuelto a nacer. Por eso, Óscar ha vivido el pasado sorteo de la Lotería de Navidad de una forma muy distinta a otros años. "Tengo claro que me a mí ya me ha tocado la lotería, no a nivel material, pero me ha tocado", explica.
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Un día de la primera semana de septiembre estaba de excursión en el desierto del Sáhara. "Estaba subiendo una duna corriendo, y hubo un momento en el que me quedé sin respiración. No era un tema de cansancio sino de que no tenía oxígeno en los pulmones. El corazón me latía a una velocidad alarmante. Me quedé anclado en la duna, sin poder avanzar. Una vez recuperado, logré ascender. Mis hijos se quedaron preocupados porque no es algo que me suela suceder. Intenté no darle más importancia para seguir disfrutando del viaje", recuerda.
El episodio se volvió a repetir, esta vez, un poco peor. Le pilló de excursión a las cataratas de Ouzoud. "En el descenso no noté ningún problema, pero a la hora de salir y emprender el camino de salida, que era un ascenso, me volvió a suceder lo mismo. En este caso, no podía avanzar ni cinco metros. Me quedaba sin oxígeno. Me tenía que parar y cuando pasaban tres o cuatro minutos, lo volvía intentar. No fui muy consciente, pero me dijeron que habían llamado a ambulancias y desplegaron una camilla portátil. Al final, saqué fuerzas de flaqueza porque no me parecía muy deseable ir al hospital en un país extranjero, en el que además la tarjeta sanitaria europea no te vale". Óscar viajaba con sus dos hijos y pensó que era mejor intentar aguantar. Al fin y al cabo, al día siguiente cogía un avión rumbo a España.
"Nada más coger altura el avión me quedé dormido, o eso pensaba yo. Pero luego supe que me había quedado aturdido por la falta de oxígeno", explica. Ya en Barcelona, los médicos vieron la gravedad de la situación: "Me ingresaron directamente en la unidad de críticos y me diagnosticaron una tromboembolia en ambos pulmones con unos coágulos de un tamaño enorme. El doctor me comentó que si hubiese tardado un poco más en llegar no lo hubiese podido contar. Uno de los coágulos me afectaba al pulmón izquierdo de una forma que ya me estaba tocando el corazón y eso hacía que en cualquier momento se hubiese quedado parado o hubiese tenido un fallo multiorgánico".
Reportaje EP104 | Cuando la vida te da una segunda oportunidad
07:00
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Tres meses después está recuperado, aunque sigue con medicación y controles. Tiene claro que aquel episodio estuvo a punto de costarle la vida. A Óscar la lotería le tocó por partida doble en un corto espacio de tiempo. Solo por unas pocas horas se libró del terremoto que asoló Marruecos y que mató a cerca de 3.000 personas. Fue una suerte, dice, no quedarse hospitalizado en Marrakech. "El terremoto fue en la zona en la que estuvimos nosotros. Lo que vimos, ya no existe. Tuve una enorme fortuna por partida doble. Es evidente que si hubiese ido al hospital, habría quedado ingresado y no me hubieran permitido coger el vuelo de regreso.Es decir, me hubiese quedado atrapado en Marruecos. Es incríble la fortuna por partida doble", cuenta.
"Me siento muy afortunado de poder explicarlo. Pasé mi 48 cumpleaños ingresado en la UCI, pero hay que sentirse afortunado. Y eso es más importante que el hecho de que te toque un premio porque es algo material, pero, ¿y si luego no puedes contarlo? Siempre es mucho más importante la salud", explica.
Maika Ávila
Periodista y autora de 'Conciliaqué. Del engaño de la conciliación al cambio real'. Ha formado parte...
