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Carmen de Burgos 'Colombine', la pionera de todas las pioneras del siglo XX español

Borrada intencionadamente de nuestra memoria, fue la primera mujer en la redacción de un periódico, en la corresponsalía de una guerra, en el activismo feminista y sufragista, y la única gran escritora de la Generación del 98

El viaje de ida | Carmen de Burgos 'Colombine' , la pionera de todas las pioneras del siglo XX español

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Madrid

No exageramos cuando decimos que Carmen de Burgos fue pionera de pioneras. Quizás hasta nos quedamos cortos. Fue eso y mucho más, pero empecemos por sus primeras veces que son infinitas. Primera periodista en la redacción de un periódico. Desde 1902 ya colaboraba en algunos medios, antes ya había escrito algún ensayo y relato, pero es el 1 de enero de 1903 cuando Augusto Figueroa la contrata para "El Universal" y la bautiza con el pseudónimo de 'Colombine', que pretendía dar, según su biógrafa Concha Núñez, "un sabor modernista a su figura, tenía relación con un personaje de la comedia del arte, con la mujer frágil y coqueta".

Carmen aceptó firmar así, aunque estaba en las antípodas de lo que ella pretendía hacer en el periodismo y en su activismo social. De hecho, lo primero que hace es poner en marcha sus famosas campañas, y empezó con la del divorcio. Fue una gran encuesta en la que opinaron toda la clase política, económica y cultural del país. En su libro "El divorcio en España", que ahora reedita Renacimiento, se recogían opiniones, entre otros, de compañeros de generación como Azorín, Miguel de Unamuno, Pio Baroja, Fernando De los Ríos o Vicente Blasco Ibáñez. Fue su primer gran éxito, mayoritariamente todos estaban a favor del divorcio. No pasó lo mismo cuando planteó el voto femenino en 1906. Aquellos debates le generaron gran apoyo entre los sectores más progresistas, pero también el odio de los sectores más conservadores y ultracatólicos que se lo guardaron para, una vez muerta, borrarla de la memoria de este país.

Pionera en el activismo, en el periodismo de redacción, pero también en ser la primera mujer corresponsal de guerra en España. Fue enviada en 1909, por el Heraldo de Madrid, a la guerra de Melilla. No solo fue una adelantada, una precursora, sino que cambió el modo de contar los conflictos. Rosa María Calaf, que la descubrió en pleno franquismo por las lecturas que le recomendaba su padre, recuerda que sus crónicas pasaron de la trinchera a la retaguardia, "su particularidad fue el cambio de narrativa, una cercanía mayor con las poblaciones civiles; pensaba sobre todo en las madres, las parejas y los hijos de los combatientes". La que fuera corresponsal de RTVE añade "que lo que ahora es normal, en 1909 no, y que Colombine fue capaz de contar como se cuenta hoy hace más de un siglo". Por eso sigue siendo una mujer vigente, si bien, a las generaciones que se educaron durante el franquismo nadie les habló de Carmen de Burgos. Cuenta Calaf que "ni le hablaron de su literatura en el colegio durante los años 50, ni de su lucha por las libertades cuando estudiaba derecho en los sesenta ni de sus primeras veces cuando estudiaba en la Escuela de Periodismo de los 70".

A Carmen de Burgos la estamos descubriendo ahora. También su faceta viajera. De su libro de viajes por Europa nunca se ha separado Rosa María Calaf. Visitaba las grandes capitales europeas por su afán regeneracionista, buscaba la modernidad fuera para encontrar ejemplos para España. Una de sus rutas más espectaculares fue la que inició en el verano de 1914. Salió de Madrid y llegó al lugar más septentrional de Europa, Cabo Norte (Noruega). Fue recopilando lo mejor de cada país para contarlo luego aquí, pero a la vuelta se encontró con un continente en guerra, había estallado la I Guerra Mundial. Cuenta Concha Núñez que "casi muere fusilada al ser detenida por los alemanes, su delito pedir piedad al ver cómo trataban a un grupo de soldados rusos". La experiencia del conflicto europeo acrecentó el pacifismo que ya predicaba desde la guerra de Melilla, pero además le permite descubrir una derivada que cambiaría su discurso como activista: en los años de guerra los hombres van al frente y las mujeres les cubrirán en sus trabajos. Eso le da una pista que le lleva a concluir, nos cuenta Carlos Dorado, ex director de la Hemeroteca Municipal de Madrid, que "la necesidad que ha llevado a las mujeres a hacerse cargo de todas las industrias y todos los trabajos va a cambiar profundamente todas las costumbres, la era de las mujeres comienza ahora". En esos años marcados por el conflicto hace muchos viajes a París y cuenta en las crónicas todos los cambios en el trabajo femenino.

Y si la mujer lo puede hacer todo, también puede votar y tiene derecho a hacerlo. Su amistad con Ana de Castro Osorio, fundadora de la Cruzada de Mujeres portuguesas, le lleva a crear una organización paralela en España con la que en mayo de 1921 convoca la primera manifestación sufragista de España. Recorren la Carrera de San Jerónimo hasta las Cortes donde entregan sus reivindicaciones al presidente del gobierno Manuel Allendesalazar. Se convierte en la gran líder de los derechos civiles en España. En 1930, tras 10 años de militancia en el PSOE, abandona la formación de Pablo Iglesias para ingresar en el Partido Republicano Radical Socialista que aceptaba todas sus reivindicaciones. Nada más proclamarse la II República inicia una actividad frenética. Se entrevista con el ministro de Estado, Fernando De Los Ríos, para exigirle el divorcio y semanas después la abolición de la pena de muerte. No paró hasta que su salud se lo impidió y muere el 9 de octubre de 1932.

Esta es la historia de una mujer única, Carmen De Burgos, que nació en el seno de una familia burguesa almeriense en 1867. Nos cuenta José Manuel Román, periodista y fundador del Premio de Periodismo Colombine, que su casa natal era sencilla "que daba a la calle Mariana y a la Plaza Vieja con tres habitaciones, cocina, salón amplio y techos altos de madera". Pero el espacio almeriense que marcó la carrera de Colombine fue el de su infancia y adolescencia en la pedanía de Rodalquilar (Níjar). Educada libre como sus hermanos varones decía que "pasó la adolescencia como hija de la natura, con un libro en las manos y cruzando a galope las montañas". La influencia en su memoria de este espacio es tan grande que le llega a inspirar una decena de relatos a lo largo de su vida.

Pero entre el paraíso de Rodalquilar y su llegada a Madrid hubo un infierno, fue su matrimonio, a los 16 años, con el periodista Arturo Álvarez, hijo del gran empresario de la prensa almeriense Mariano Álvarez. Cuenta que fue un horror, incluso le inspiró, ya de madurez, la novela "La malcasada". Perdió a tres de sus cuatro hijos, solo sobrevivió una, María Dolores. De aquellos años solo salva el aprendizaje del oficio del periodismo, pero sería otro el que la rescata, el del magisterio. Consigue aprobar el examen de maestra y logra plaza en Madrid en 1901. Este hecho es clave para entender toda la carrera de Carmen de Burgos y su libertad. La ley de 1880 le permite separar su vida de la de su marido y a la vez tomar conciencia de la necesidad de que en España exista una ley del divorcio por la que luchó toda su vida. El magisterio le ofrece la visión de un periodismo regeneracionista que tiene como finalidad educar a la población. Es el punto de partida de la segunda vida de Carmen de Burgos 'Colombine' que ya se la hemos contado.

Pepe Rubio

Pepe Rubio

Redactor guionista de Hoy por Hoy. Llevo a antena las secciones "Desmontando mitos" , "Viaje de ida"...

 
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