Se acaba 2023 y, con él, un año que pasará a la historia como un punto de inflexión en la producción televisiva, debido a la gran incertidumbre que supuso para la industria estadounidense las huelgas de guionistas y actores. Seis meses de parón después del cual, los nuevos proyectos han tardado en volver a ponerse en marcha en Hollywood, y que, seguramente, marcarán un antes y un después a la hora de referirnos a la ficción televisiva. Despedimos el año sin signos de desaceleración en lo que a calidad televisiva se refiere, pero con pocos títulos que arrebaten los primeros puestos a las series que ya existían. Cuando pensábamos que todos los géneros estaban inventados, apareció en Prime Video Jury Duty para arreglarnos el verano y descubrir el encanto de Ronald Gladden. También ha sido un año en el que hemos dicho adiós de forma más que satisfactoria a grandes pesos pesados de la televisión, como Succession, The Marvelous Mrs. Maisel, Barry o Happy Valley. Además de esta comedia a medio camino entre el reality y el falso documental, también incluimos en la lista División Palermo, la serie argentina que se puede ver en Netflix y que demostró que se puede hacer humor de todo, incluidos enanos y maricones, ojo, si se hace con inteligencia. Está protagonizada por un grupo que pertenece a colectivos discriminados y que son fichados por la policía para lavar la imagen de una institución corrupta. La clave de su brillantez es que no se ríe de ninguno de ellos, sino que ellos son el sujeto del humor. Una comedia más en nuestro ranking, la gran sorpresa de Movistar+. Poquita fe narra la anodina vida de una pareja, el día a día de un grupo de comunes mortales encarnados con mucha humanidad con el recurso del falso documental para hacer humor. Raúl Cimas y Esperanza Pedreño encarnan a esa pareja de barrio que podríamos ser cualquiera de nosotros. Familias desestructuradas, muchas referencias a la cultura pop, madres despreocupadas, muestra de diversidad... Xavier Dolan y los Javis comparten muchas referencias y también están en la lista. En enfant terrible del cine canadiense anunció su retirada estrenando la miniserie La noche que Logan despertó, un melodrama sobre las relaciones maternofiliales, un refugio en la década de los 90. Con todos los elementos de su filmografía y su actriz musa, Anne Dorvan, trata las consecuencias de una violación entre un grupo de amigos, con dos familias que acaban destruidas. Igual que destruida acaba la familia Puig Baró bajo el yugo de su madre, esa Monserrat creada por los Javis en La Mesías. El proyecto más ambicioso de los creadores, disponible en Movistar+, es una enorme serie que habla de la familia, de los abusos, del perdón y la culpa, de la manipulación de la fe con un enorme reparto que ha reunido a Carmen Machi, Lola Dueñas, Cecilia Roth, Ana Rujas, Macarena García o Roger Casamajor como gran descubrimiento. Una de las series del año. No puede faltar una británica, de esas que tanta calidad suelen llevar acompañadas. Sherwood es una serie de la BBC estrenada en Filmin, inspirada por unos asesinatos ocurridos en 2004 y los entrelaza con inteligencia con las huelgas de los mineros de principios de los 80, que echaron un pulso a Margaret Tatcher y su plan de liquidar las empresas públicas del país y liberalizar al máximo la economía. Su creador, James Graham, nos lleva a un pueblo que, 40 años más tarde, aún nota la animadversión entre los mineros que la secundaron y los esquiroles que fueron a trabajar. Parece que ha pasado un siglo, pero The last of us también se estrenó este año. La adaptación televisiva del videojuego en HBO con Pedro Pascal y Bella Ramsey nos demostró que se puede hacer ficción distópica de zombies sin caer en tópicos y con un trasfondo filosófico. Lo mejor es que acabamos amando a esos protagonistas, cuya relación va creciendo y convirtiéndose de forma orgánica en el corazón de la historia. Otra sorpresa fue Poker face, estrenada en España por SkyShowtime. La serie del creador de «Puñales por la espalada» rompió récords y arrasó entre la crítica con la historia de una investigadora de crímenes que sabe cuándo alguien está mintiendo. Con una estética retro y un viaje por la América profunda, es muy ligera, pero no deja de tratar temas como la desigualdad social o la violencia contra las mujeres. Cuando tienes a Natasha Lyonne al frente de un proyecto, nada puede salir mal. Y en este recuento no pueden faltar dos veteranas de este ranking, las que siempre están, aunque una de ellas por última vez. Con su segunda temporada, The Bear se ha consolidado como una de las grandes series en emisión. La ficción de Disney+ sigue teniendo el caos, cierto estrés traumático y ansiedades como señas de identidad, pero con renovadas y un soplo de aire fresco. Jeremy Allen White y Ayo Edeberi siguen siendo un dúo inmejorable en esta pesadilla en la cocina, que ahora es más coral que nunca. Succession se ha despedido con su cuarta temporada sin perder ni un ápice de la calidad que la caracterizaba. La serie de Jesse Armstrong nos ha mostrado quién es el digno sucesor de su emporio mediático con una temporada llena de tensión, enfrentamientos familiares y traiciones, y mostrando magistralmente las dinámicas de poder político y empresarial de Estados Unidos. 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