ADELA MOLINA
De la atención al suicidio al abuso de tranquilizantes: las claves del año en salud mental con Adela Molina
Madrid
En la anterior legislatura el Gobierno ya aprobó, junto a las comunidades autónomas, el plan de atención de salud mental 2022-2024 que dotó con 100 millones de euros y que han servido por ejemplo para poner en marcha el 024, el teléfono de atención a la conducta suicida, que en año y medio ha recibido 150.000 llamadas. Ese plan incluye también aumentar los recursos humanos, es decir, los psicólogos que es donde está el gran problema para poder garantizar la atención en un momento además, tras la pandemia, en el que se ha disparado la demanda.
Un estudio de este año de la Fundación Mutua Madrileña cifraba en un 25% el porcentaje de la población que acude a consulta. Casi un 75% considera que su salud mental ha empeorado en los últimos años.
Con este panorama las listas de espera se alargan incluso en la sanidad privada y el problema no es sólo la primera consulta, sino que no es posible hacer un seguimiento en plazos razonables. La falta de una atención adecuada tiene otra consecuencia que es un exceso de medicación. España es el país con mayor consumo de tranquilizantes, 96 dosis por cada 1.000 habitantes. Los consume un 23% de la población de forma ocasional o recurrente, según la última encuesta del plan nacional sobre drogas.
Para tratar de solventarlo se van a ampliar las plazas en la formación especializada, el que sería el MIR de los psicólogos que en la próxima convocatoria va a llegar a 247 plazas, la más alta de la historia, aunque la Sociedad Española de Psicología clínica considera que se queda corta y que para suplir el déficit harían falta más de 400.