La Navidad es época de hacer caja para las grandes superficies, supermercados, jugueterías... Las marcas lo dan todo en sus campañas y muchos de los anuncios que se han publicado en estas fechas han pasado a formar parte de la historia de los mejores anuncios de la televisión. La lotería de Navidad, las burbujas de Freixenet, y por supuesto el pequeño «Edu» que felicitó las navidades a toda su familia aprovechando la oferta de la compañía «Airtel». Con la llegada de los años 90 y la telefonía móvil, la marca «Airtel» lanzó la campaña «Hola, soy Edu», protagonizada por el niño Edu y su madre Ana. Aunque ambos tenían sus propios spots, el carisma del niño consiguió convertirse en un auténtico fenómeno en España, así que la empresa retiró el anuncio de su madre en la ficción publicitaria. Hablar de anuncios navideños sin mencionar a Famosa sería como pasar la Navidad sin polvorones. Desde hace más de medio siglo, las muñecas de Famosa han sido protagonistas de un anuncio que sigue en la memoria colectiva de muchos. En lugar de promocionar una muñeca en particular, sus míticas muñecas dirigiéndose al portal presentan toda la gama de las «Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil S.A.», es decir, Famosa. Este enfoque único surgió en los años 70 como una felicitación al público, con una pegajosa melodía de Jaime Pérez y letra de Luis Figuerola-Ferretti. En la década de los 80, nació una campaña emblemática de la mano de El Almendro. «Que hoy es Nochebuena y mañana Dios dirá» se convirtió en un clásico, aunque la letra ha cambiado desde entonces y ese «mañana Dios dirá» ha terminado convirtiéndose en «mañana es Navidad». La campaña mostraba a diferentes personajes regresando a casa por Navidad. Hemos visto la terminal de llegadas de un aeropuerto, soldados volviendo a casa e -incluso- a la familia de Lolita Flores. Ya no estamos acostumbrados a ver versiones navideñas de los logotipos de las marcas en los que se añaden unos copos de nieve o un gorro de Papá Noel; pero a lo que cada vez estamos más acostumbrados es a escuchar logotipos. Logotipos sonoros como el que escuchamos al abrir Netflix o al final de las cuñas de Renfe: tres o cuatro notas musicales que identifican una marca y que cada vez utilizan más las empresas. Además, durante la temporada de Navidad esas marcas hacen pequeñas modificaciones en esos audiologos incluyendo campanillas o cascabeles que les dan un toque navideño. Renfe, Mercadona o incluso la SER, que desde el 22 de diciembre modifica sus señales horarias para celebrar la Navidad. Los hemos escuchado en «La Trastienda de las marcas». La nochevieja no solo marca el fin de un año, sino también la emisión de algunos de los anuncios más caros de todo el año: las campanadas en televisión consiguen que las marcas se peleen por ser lo primero que los espectadores vean en el nuevo año. De hecho, es casi tradición para mucha gente adivinar cuáles serán el primer y último anuncio del año. Y hablando de años, resulta que estas cifras también se han convertido en nombres emblemáticos para las marcas. Desde el turrón 1880 hasta la cerveza 1906, las empresas utilizan el año de fundación o la creación de recetas para transmitir tradición.