Irán libera al español Santiago Sánchez Cogedor tras un año de detención
La Embajada de Irán en España ha confirmado la liberación del que era hasta ahora el "único español preso en Irán"
Madrid
Las autoridades de Irán han anunciado este domingo la puesta en libertad del español Santiago Sánchez Cogedor, que se encontraba encarcelado en el país desde hace un año por cargos que no habían sido aún desvelados.
La Embajada de Irán en España ha confirmado la liberación del que era hasta ahora el "único español preso en Irán" y ha explicado que la puesta en libertad ha sido llevada a cabo "en el marco de las relaciones amistosas e históricas entre los dos países y en cumplimiento de las leyes", tal y como ha indicado la legación diplomática en un mensaje difundido a través de las redes sociales.
Albares reclamó en octubre su liberación
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación español, José Manuel Albares, reclamó a principios de octubre su liberación durante un acto en Madrid con motivo del 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos. "Aprovecho para exigir una vez más la liberación por parte de Irán de Santiago Sánchez, injustamente retenido en ese país desde hace más de un año", afirmó entonces el jefe de la diplomacia española.
Santiago Sánchez Cogedor fue arrestado a principios de octubre de 2022 cuando se dirigía a pie a Qatar para ver el Mundial de Fútbol. Su detención se produjo en medio de las protestas en Irán tras la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia tras haber sido arrestada presuntamente por llevar mal el velo islámico. Precisamente, el arresto del español se produjo tras visitar la tumba de la joven.
Por esas mismas fechas también se produjo el arresto de la española Ana Baneira, quien presuntamente había participado en una de las protestas que se estaban llevando a cabo en el país, si bien la activista fue liberada a finales de febrero. Entonces, el ministro prometió que no escatimaría esfuerzos para lograr también la liberación de Santiago Sánchez, pero advirtió que para conseguirlo era necesaria la máxima discreción, sin que desde entonces se hayan conocido avances.