Cristina Pedroche se toca la frente, mira atrás y habla con alguien del equipo de producción. «¿Dónde está?», se lee en sus labios. Alberto Chicote pone cara de «a mí no me mires» y todo sucede, a priori, cuando piensan que la cámara no les está enfocando. Pero sí lo hace. ¡Por supuesto! Los más de 5 millones de espectadores que siguieron las campanadas en Antena 3 tuvieron la sensación de estar captando un momento inédito: ¡la desaparición de una joya en pleno directo! Pero el caso se resolvió en cuestión de segundos... y los espectadores más avispados comprendieron que no fue un despiste, ni tampoco un robo. Al menos, no uno cualquiera. Lo que pasó, en realidad, es que Estrella Galicia, Netflix y Antena 3 se habían compinchado para crear una pequeña historia de ficción (patrocinada), solo que con apariencia de verosimilitud. Una pequeña trampa, vamos. Todo se aclaró con la emisión del primer anuncio de 2024, en el que aparecía el actor Pedro Alonso, caracterizado como Berlín de La Casa de Papel (Netflix acaba de estrenar un spin off protagonizado por él). Un ladrón mundialmente conocido que, en este caso, abandonaba una fiesta de Nochevieja en un local situado frente a la Puerta del Sol, y lo hacía con uniforme de camarero, llevando un recipiente con hielo y varios botellines de cerveza. Al entrar en el ascensor y quedarse solo, sin embargo, Berlín aparta una de las cerveza y saca del hielo el collar que no encontraba la Pedroche. ¡Misterio resuelto! Berlín le había robado una valiosa joya a la popular presentadora y la imagen del éxito queda inmediatamente inmortalizada en lo que parece una etiqueta especial de botellín de cerveza. La reacción de muchos espectadores en redes sociales ha sido positiva al reconocer el ingenio de una campaña de marketing que ha sabido cruzar realidad y ficción. «Obra maestra», han dicho algunos. «Eso ha sido una genialidad», han dicho otros. «Ya habéis ganado la mejor acción en marketing para este año 2024», ha comentado el publicista Andris Subert. Entre los comentarios también hay quien asegura no haber visto una «mejor estrategia de marketing» y quien lo ha resumido todo en una palabra: «Brutal».