El Vaticano aclara su permiso para bendecir a parejas homosexuales: ni justifica sus actos ni acepta la vida que lleven
En un nuevo documento aclaratorio, la Santa Sede subraya que esas bendiciones no se pueden asemejar a ningún acto litúrgico ni suponen un cambio respecto a su rechazo a las uniones de parejas del mismo sexo
Madrid/ Roma
Si alguien podía pensar que Francisco había introducido un avance significativo en la posición de la Iglesia al dar el visto bueno a las bendiciones a parejas del mismo sexo, el Vaticano ha echado el freno a esa idea en un documento en el que aclara las dudas que han presentado algunos obispos sobre esa novedad presentada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
El texto aclaratorio publicado este jueves recuerda que su posición se mantiene "clara y clásica" respecto al matrimonio y la homosexualidad y argumenta que las bendiciones no justifican un tipo de unión que siguen considerando moralmente inaceptable. El texto es contundente: "Las bendiciones no ritualizadas no son una consagración de la persona o de la pareja que las recibe, no son una justificación de todas sus acciones, no son una ratificación de la vida que llevan."
Insiste el Vaticano en diferenciar los actos rituales de estas bendiciones que pueden ser incluso espontáneas. De hecho, aconseja que no se realicen delante de un altar y explica que pueden durar 10 o 15 segundos. "No es un visto bueno ni una ratificación de nada", continúa el texto, que señala que una pareja debe "implorar" esa ayuda de Dios y entonces se pregunta si tiene sentido negar este tipo de bendiciones a esas dos personas que la suplican.
Matices según el contexto
Aunque el Vaticano apela a los obispos a transmitir a los sacerdotes que no pospongan injustificadamente ni prohíban este tipo de bendiciones, acepta que según la realidad de cada diócesis se puedan prolongar los plazos o establecer las maneras concretas de impartirlas. De hecho, argumenta que en aquellos países donde la homosexualidad está penada no se realicen estas bendiciones para no exponer a las parejas del mismo sexo a un castigo violento.
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La argumentación vaticana insiste en varios puntos en recordar a los sacerdotes que "de ninguna manera están autorizados a proponer o habilitar bendiciones que puedan asemejarse a un rito litúrgico".
El papa Francisco ha dado algunos pasos que han relajado la oposición de la Iglesia hacia los homosexuales, ha negado que esa condición sexual sea un delito, pero la Iglesia sigue lejos de admitir la igualdad de estas personas con respecto a los creyentes heterosexuales.
Excomulgado por insultar al papa
En las últimas horas, el Vaticano ha sido noticia también por la excomunión de un sacerdote que llamó "usurpador" al papa Francisco. En los últimos años se contabiliza la expulsión de al menos dos obispos eméritos, un arzobispo y seis sacerdotes. El último ha sido este párroco de la provincia de Livorno, en Italia, que reiteró en la misa de fin de año ofensas hacia el pontífice por ser, dijo, "un farsante".
El Vaticano considera que el hasta ahora cura ha cometido un acto cismático, que ha rechazado la obediencia al papa, y por ello ha sido excomulgado de inmediato, devuelto al estado laico, expulsado de la parroquia y, como el discrepante cardenal Burke, suspendido de sueldo.
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Entre quienes se han solidarizado con el cura extremista está el conocido como Minutella, otro sacerdote italiano excomulgado por las mismas razones. "El furor satánico de Bergoglio tiene como objetivo destruir la disidencia porque el proyecto Francisco pretende antes de morir es destruir la Iglesia Católica", ha dicho en la cotidiana catequesis que este antiguo cura mantiene todos los días en las redes sociales. "Desgraciados y malditos obispos", ha añadido refiriéndose a los clérigos fieles al pontífice, "estáis contribuyendo a la destrucción de la Iglesia. Sois cómplices de Sátanas todos aquellos que reconocéis a Francisco como papa".
Este último párroco excomulgado ahora ha declarado que enmarcará el decreto de excomunión que ha recibido para exhibirlo con orgullo.
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