Osos que hablan, juegos de mesas que se transforman, o cocinitas en realidad aumentada: la Inteligencia Artificial pisa fuerte en el sector del juguete

Madrid

Echa la vista atrás y recuerda cuando eras pequeño y jugabas con tus muñecos o tenías un amigo invisible. Ahora, en vez de recordar, haz el ejercicio de imaginar que esos juguetes hablaban, te preguntaban cómo estabas e incluso te conocían. Ese es el camino al que nos estamos dirigiendo con una inteligencia artificial cada más presente en el sector del juguete, y que pronto nos llevará a robots que interactúan con los pequeños; osos de peluche que hablan; cocinitas en realidad virtual; libros interactivos; o juegos de mesa, como puzzles, que se van transformando en niveles más difíciles.

Se pueden clasificar en dos grandes categorías: los videojuegos y los juegos físicos. “Dentro de los videojuegos tenemos diversos tipos a la vez: juegos de acción y de aventuras, juegos de estrategia como el ajedrez, o juegos de rompecabezas como el Tetris. Y dentro de los juguetes físicos tenemos, por ejemplo, las mascotas interactivas pensadas para obedecer órdenes e instrucciones de los niños”, explica Federico Juárez, experto en IA y colaborador con varias universidades a nivel nacional e internacional en proyectos dedicados a este sector. "Hay que imaginar el mítico Tamagotchi pero en moderno".

“Debemos ser conscientes del peligro que tiene la IA”

Sin embargo, esto plantea un debate, y es que no dejan de ser niños pequeños que juegan con inteligencia artificial. “Aunque ofrecen experiencias interactivas educativas, también plantean preocupaciones sobre la privacidad y la seguridad de los datos. No me refiero solo a datos como la edad del niño, su género, dónde vive, sino también a los datos biométricos. Muchos de estos juegos o aplicaciones tienen una cámara, y en ocasiones pueden solicitarle a un menor que aporten por ejemplo una fotografía”. Juárez recomienda que haya un adulto supervisando y leer la guía del Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE).

Preocupaciones que irán a más porque la Inteligencia Artificial avanza a pasos de gigante. “De hecho, en septiembre del año pasado se registró en la Oficina de marcas y patentes de Estados Unidos la solicitud para el primer peluche interactivo. La empresa que hay detrás de esta solicitud es una empresa de juguetes que ha firmado un acuerdo con CHATGPT”, cuenta el experto en IA. Él mismo está desarrollando un juego de mesa con inteligencia artificial — en colaboración con la Universidad de Stanford — que lo que pretende es educar en el tema sanitario.

Lo más probable es que en la lista de deseos de las navidades de 2024 ya se puedan incluir más juguetes, y más desarrollados, con inteligencia artificial. Dentro de no tanto, a los niños un simple oso de peluche les puede saber a muy poco.

Únete al canal de WhatsApp de la SER