Anders Breivik, el ultraderechista que mató a más de 70 personas, lleva a juicio al estado noruego por su depresión
El ultraderechista, condenado a 21 años de cárcel por la autoría de los ataques contra decenas de jóvenes en el 2011, asegura que el régimen de aislamiento al que está sometido le ha provocado depresión y ansiedad. El juez ha admitido la denuncia y ha abierto juicio que ha comenzado ya
Madrid
Anders Behring Breivik, el fanático ultraderechista que mató a ocho personas con un coche bomba en Oslo y después se dirigió a una isla donde había un campamento de las juventudes socialistas noruegas y mató a otras 69 personas en la mayor masacre cometida en Noruega, ha denunciado al estado ahora y lo ha llevado a juicio. Le acusa de violación de sus derechos humanos, por mantenerle en aislamiento, lo que le ha provocado una severa depresión, episodios de ansiedad que le han vuelto dependiente de los antidepresivos. Su abogado ha dicho que el tribunal “tiene que poner freno y admitir que debe de haber un equilibrio entre la seguridad y los derechos del individuo”
Y ojo, porque este individuo, cuyas hazañas aún recuerdan los noruegos con vívido horror, tiene un amplio espacio en el que moverse. Varias celdas en dos plantas para diferentes actividades, un comedor, un cuarto con televisión, tiene acceso a videojuegos y también se le ha permitido tener un pájaro, pero el contacto con personas está restringido al igual que el intercambio postal con el exterior.
Y eso es lo que ahora reclama, que le permitan contacto, aunque sea vía postal. La fiscalía, por su parte dice, que tiene mejoras que han aliviado el régimen de aislamiento, pero Breivik no se muestra cooperativo ni favorable a la rehabilitación.
Breivik cambió hace años su nombre por el de Fjotolf Hansen, y esta es la segunda vez que presenta una demanda similar, y en primera instancia el juez admitió que se habían violado sus derechos. Una corte de apelación revocó esa sentencia que finalmente fue desestimada por el tribunal Europeo de Derechos Humanos.
También pidió libertad condicional al cumplirse diez años de su condena, pero se rechazó por considerar que existe un riesgo significativo de que el extremista pueda reincidir. Los 21 años de prisión a los que ha sido sentenciado, equivale a cadena perpetua en Noruega, porque se puede prorrogar de forma ilimitada, aunque el reo tiene el derecho a que su condena sea revisada de forma periódica.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...