2023, año con más calor de la historia, y el 2024 podría superarlo
El Sistema Europeo de Vigilancia Espacial Copérnicus confirma que en el 2023 la temperatura media de la Tierra ha aumentado ya 1,48 grados y, por lo tanto, se sitúa a tan solo 2 centésimas de superar el límite máximo que establecen los científicos para todo este siglo si se quieren evitar los efectos más graves del cambio climático.
Según los datos recogidos por los satélites de Copernicus, el año 2023 es el más cálido desde que existen registros históricos, es decir, desde 1850.
Pero, además, no se ha registrado tanto calor en la Tierra desde hace, por lo menos, 100.000 años.
Sin embargo, lo más preocupante es que en el 2024 este récord histórico de calor puede volver a superarse y, por primera vez, superar la barrera del "grado y medio", según advierten expertos de la Universidad de Berkeley, en Estados Unidos, tras analizar la información aportada hoy por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, el programa de observación de la Tierra del programa espacial europeo.
En concreto, debido a las altas temperaturas "sin precedentes" sobre todo en la segunda mitad del año, la temperatura media del aire en superficie terrestre en 2023 alcanzó, de media, los 14,98 ºC, superando en 0,17 ºC la de 2016, que ostentaba hasta ahora el récord de año más cálido.
Según este centro europeo, que tiene su sede en la ciudad alemana de Bonn, el 2023 se situó un en 0,60 ºC por encima de los niveles promedio de las últimas tres décadas y 1,48 ºC por encima de los niveles de referencia preindustriales, de entre 1850 y 1900.
El año 2023 "fue muy probablemente el más cálido" de la historia y "posiblemente uno de los más cálidos de los últimos 100.000 años", ha afirmado durante una rueda de prensa Carlo Buontempo, el director de C3S.
Más récords negativos
Además, el año pasado fue el primero en el que, cada día, por separado, la temperatura media excedió en 1 ºC los niveles preindustriales, mientras que casi la mitad de los días superó el "límite crítico" de 1,5 ºC, frente al 20 % que lo hicieron en 2016.
Y, por si fuera poco, durante dos días de noviembre, por primera vez, superaron los correspondientes niveles preindustriales en más de 2 ºC.
Al mismo tiempo, la concentración de dióxido de carbono (CO2) y de metano en la atmósfera fueron las más altas jamás medidas, con una estimación anual récord de 419 partes por millón (ppm) respectivamente, 2,4 ppm más que el año anterior.
Las temperaturas medias mundiales en la superficie del mar también fueron inusualmente altas y alcanzaron niveles récord para el periodo que va de abril a diciembre, y se vieron asociadas a olas de calor marinas en zonas del Mediterráneo, el Golfo de México y el Caribe, el océano Índico y el Pacífico Norte, así como buena parte del Atlántico Norte.
Culpables: el petróleo y el gas
La principal causa de este nuevo récord de calor es el incremento de la concentración de gases de efecto invernadero, que se generan por la quema masiva de combustibles fósiles, como el petróleo, gas y carbón.
Pero también contribuyó, aunque en menor medida, el fenómeno climático conocido como "El Niño", que comenzó el pasado mes de julio.
Por regiones
Las temperaturas medias batieron récords en gran parte de todas las cuencas oceánicas y de todos los continentes salvo Australia.
Según explicó la investigadora Francesca Guglielmo, la mayor contribución a las anomalías en la temperatura del aire en los periodos de mayo a agosto y de septiembre a diciembre provino de la franja de los océanos tropicales.
En Europa, el año de 2023 fue el segundo más cálido jamás registrado y las zonas colindantes con el Mediterráneo, en particular, están calentándose con mayor rapidez que otras regiones terrestres, indicó la subdirectora de C3S, Samantha Burgess, que hizo referencia a las altas temperaturas registradas a lo largo del año en partes de España, Francia y partes de Europa oriental.
Más allá del impacto de El Niño, según Buontempo el principal factor tras las anomalías detectadas a nivel global es el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero debido al uso humano de combustibles fósiles.
Si no se logra revertir este proceso, "no hay motivo para esperar resultados diferentes" de cara al futuro, advirtió el director de C3S, que alertó que en ese caso, "en pocos años 202
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...