"Los músicos estamos deseando que nos llamen": el festival de música al que todo el mundo quiere ir está en un pueblo con menos de 2.000 habitantes

"Me preguntas cómo es el teatro en el que estaba actuando este verano en Praga y no sé decirte. Pero si me preguntas cómo es la Estufa te lo voy a poder describir perfectamente". Estas fueron las palabras que uno de los artistas que participaron en los 'Conciertos de la Estufa' le dijo a Javier Velasco, uno de los fundadores del proyecto, cuando este le comentó la idea de organizar los conciertos en otro local más grande.

Y es que el festival celebrado en Arrabal de Portillo, Valladolid, que este año cumplirá su vigesimoquinto aniversario, es uno de esos eventos que contiene una esencia propia, la cual al final, en palabras de Carles Francino, "te reconcilia con muchísimas cosas".

La historia comenzó cuando dos alfareros, dos camioneros, un transportista y dos funcionarios, casi todos del pueblo, se organizaron para recibir clases de dulzaina. Con algunas actuaciones en la zona, consiguieron algo de dinero, una suma con la que optaron por organizar un espacio en el que poder seguir tocando, pero también invitar a otros vecinos y también a otros grupos de fuera.

Ante esta propuesta, el alcalde les cedió una vieja escuela de tiempos de la República que llevaba varios años cerrada. En su interior solo quedaban algunos bancos, los encerados, unas ventanas rotas... y una estufa. "Hubo que quitar todo el hollín", ha contado Velasco, "hicimos un poquito de humo pero lo conseguimos".

A partir de ahí, comenzó la historia de un festival que en el que han pasado músicos de todos los estilos, desde Rozalén hasta Sheila Blanco, pasando incluso por un tenor de primer nivel como Aquiles Machado. Sin embargo, fueran quienes fueran el evento acabó por conquistar a quienes pisaran ese escenario.

Un idioma que todos entendemos

En La Ventana hemos podido hablar con Diego Galaz, violinista de 'Fetén Fetén', el cual ha asegurado que "los conciertos de la estufa es uno de esos festivales para el que todos los músicos estamos deseando que nos llamen". Además, el artista ha querido incidir en el hecho de que "el 98% de los músicos de este país no entramos a los festivales más famosos". Así, este tipo de proyectos que tienen "una impronta y una poesía" son también fundamentales como apoyo económico para muchos músicos menos comerciales. Y tampoco se ha guardado los elogios Macu de la Cruz, periodista que ha participado con su grupo de lecturas teatrales 'Alejandría', la cual ha descrito la experiencia como algo que fue "mejor que la magia".

Por su parte, a la hora de valorar qué tipo de actuaciones se reciben mejor en el festival, Javier Velasco ha recordado que en el pueblo "hemos crecido con la Estufa". Es decir, que ya desde hace veinticinco años, cuando "no teníamos canas", han aprendido a valorar cualquier tipo de propuesta artística. "Si es bueno es suficiente. Da igual que sea ecléctico porque nos llega a todos. Este es el lenguaje de la música y es universal".