Natalia Lacunza: "Si a las discográficas no les gusta la música impulsiva, que me manden a tomar por culo"

Madrid

Cinco años han pasado ya de aquella edición de 'Operación Triunfo' en la que se dio a conocer Natalia Lacunza. Tres epés y un álbum de estudio después, Lacunza es una artista completamente diferente. Mucho más madura, con las cosas muy claras y un sonido con el que no ha dejado de experimentar desde que salió de la Academia. En 'Hora 25' hablamos sobre su carrera, sus proyectos futuros y el últimos de sus EP's, 'Duro'.

Para empezar la entrevista escuchamos 'Duro', el primero de los cinco temas que componen el nuevo EP. A la cantante navarra le gusta escuchar su tema: "Es una canción muy bonita, a la par triste y como para desfogarse, básicamente". El nuevo EP suena algo distinto a lo anteriormente publicado por Lacunza: "Al final, yo creo que la música es un reflejo del alma y estoy en un momento de mi vida de constante cambio y transición. Mí música habla por mí siempre. Eso es algo positivo, a mí me gusta que sea así. Al final, quedarse estancado en algo todo el rato es algo que, para la forma en la que yo trabajo, no tiene sentido. Yo acabo expresando lo que me sale en el momento y en cada momento soy una persona diferente. Mi vida ahora mismo es un cuarto un poco desordenado, una habitación un poco patas arriba, pero con cosas muy interesantes dentro", nos confiesa Lacunza.

El momento profesional para Natalia Lacunza es triunfal. ¿Cómo lo está viviendo ella? "El éxito es algo relativo. Nos hacen creer en lo que significa el éxito, el dinero, el reconocimiento, la fama, pero luego son cosas que no dan la sensación que te esperas. El estar expuesta a esta situación me ha hecho darme cuenta de que las cosas más importantes de la vida, el éxito real en la vida es estar tranquila y ser feliz. Le estoy dando una vuelta un poco a este concepto del éxito, para que no se convierta en una ambición desmedida. Evidentemente, lo que más me gusta del mundo es hacer música y a cuanto más gente llegue, mejor, pero no me obsesiono con la cantidad de gente a la que llegue. Al final, las cosas salen cuando tienen que salir y como tienen que salir. Yo estaré feliz de todo lo que venga, pero ahora estoy más centrada en tener salud, en que mi familia esté bien, en tener amor y en estar bien y feliz", reflexiona la cantante.

La exposición pública para una artista que llega a tanta gente como Natalia Lacunza es muy grande. Muchas personas tan expuestas no lo llevan bien. La pamplonica lo lleva como puede: "Creo que podría sufrir más, podría importarme más lo que pensara de mí la gente o la crítica, pero depende del día. Hay días en los que me afecta más o me gustaría meterme dentro de mi habitación y no salir más, en plan: 'yo ya no voy a decir nada nunca más, ya me he cansado de dar opiniones y sentirme juzgada'. Me he cansado de entrevistas en que me preguntan de todo menos de música. Siempre con la mejor actitud, pero es verdad que hay veces que te dan ganas de meterte debajo de la Tierra y no volver a decir una palabra nunca más". Natalia Lacunza nos confiesa que va a retirarse durante un tiempo de los focos para diseñar un nuevo disco y una nueva Natalia: "hay que afrontar una nueva etapa. Hay muchas cosas que me gustaría cambiar, de enfoque, de cómo me tomo yo las cosas, los tiempos que manejo, cómo respetar mis espacios, mis tiempos. Necesito reestructurar toda la base para hacer un proyecto nuevo entero, que va a ser un disco espero que muy largo, y reestructurarme a mí misma para afrontar esta etapa con otra visión".

Discos, canciones y emociones

¿En 2023 tiene sentido el concepto disco? Natalia Lacunza piensa que sí: "Hacer un disco es mucho más rico que hacer un formato de lanzar singles y ya está. Un disco tiene una narrativa, tiene algo que tú necesitas contar y que no cabe en una canción, necesitas trece canciones para explicarlo, por ejemplo. Me parece una cosa mucho más mágica y significativa que el hecho de estar sacando cosas como un poco al tuntún. Me encanta, lo consumo y me gusta hacerlo. Me parece una cosa súper emocionante". La artista compone desde la emoción, pero también desde el intelecto, aunque reconoce que todas sus canciones nacen de una emoción: "Hay canciones que escucho a día de hoy que compuse hace cuatro años y que me representan incluso más ahora que en ese momento. Captamos emociones momentáneas que ni siquiera igual somos capaces de interiorizar del todo y te das cuenta de que todas las emociones van y vuelven, giramos sobre los mismos ejes y conectamos con las mismas cosas".

¿Existe miedo o pudor a la hora de hacer un producto público de las emociones? "Es algo que no me planteo, porque si me lo planteara, no lo haría. Es una cosa que me sale sola. Yo necesito que la canción me dé 'chils', necesito que me mueva por dentro y que me emocione. Si no lo hace, no la quiero sacar. Funciono de esa forma. Necesito conectar con esa emoción, que sea algo personal. Hay mucha gente que no escribe desde ese punto, pero yo, hasta el momento, es mi forma de hacerlo", reflexiona Lacunza.

"Mi música suena ahora mismo a delirio postadolescente". Así de tajante se muestra Natalia Lacunza sobre su estilo actual. "Siento que soy una persona que maduré muy pronto en muchos sentidos, pero por otro lado soy súper emocional, visceral, impulsiva... Convivo con la parte más extrema de los dos mundos: del puro raciocinio y del puro corazón descontrolado. Suena a eso mi música". A las discográficas no les gusta mucho lo impulsivo, le señala Aimar Bretos: "Pues entonces que me manden a tomar por culo", responde Lacunza. Hará la música que le salga del corazón y de las orejas, bromea la cantante.

Artistas y activistas

En las entrevistas, en muchas ocasiones, a los artistas se les pregunta de todo menos de música, o de además de la música, de todo lo demás. "Tengo la sensación de que se nos pide que seamos activistas además de artistas. Yo soy una persona que naturalmente lo hace porque me sale solo y porque hay realidades que vivo y me tocan directamente y utilizo mi voz para hablar de esas realidades, que al final es muy importante. Entiendo que no todo el mundo tiene esa posición, pero también creo que estamos en un momento en el que es necesario posicionarse en equis aspectos y temas. Al final yo hago lo que creo que es lo mejor y lo que toca. Me preocupa que luego de repente vaya a una entrevista y nadie me pregunte por mi música. Aunque al final es como que esto es lo que hay, esto es una verdad que para mí y que para mucha otra gente es verdad y tengo que alzar la voz. Actrices, escritoras, la gente que está conectada con el arte tenemos muchas veces también esta necesidad de hablar de realidades que son duras para nosotras y que creo que es importante hablarlo", nos dice Lacunza.

La entrevista termina con las referencias que componen el gusto musical de Natalia Lacunza, 'Amaral' o 'The Blaze', entre otros. Y fuera de la música, la cantante navarra nos confiesa que su madre, su abuela, su padre o su hermana también la inspiran, su gente cercana. No en todas las ocasiones su familia entiende su música, pero sí que al final acaban conectando de una manera u otra. Pero sí que siempre han tenido muy claro que Lacunza estaba destinado al mundo de la farándula, el teatro y los escenarios.