Promesas incumplidas
"Sé lo difícil que es mantener los propósitos de año nuevo en este mes frío y oscuro. Perseveren. Y si no lo consiguen, no se sientan demasiado culpables. No es que les falte voluntad. Lo que pasa es que hicieron mal las cosas"
La píldora de Enric González | Promesas incumplidas
Madrid
Les imagino a ustedes pedaleando y levantando pesas en el gimnasio, para ponerse en forma. O esnifando con avidez humo ajeno, de segundo pulmón, porque acaban de dejar de fumar y padecen todavía la abstinencia. Supongo que hoy comerán unas hojas de lechuga, un kiwi y una lonchita de pollo, porque estarán de régimen. Sobre todo si se han quitado del tabaco: dejar de fumar es un vicio que engorda.
Doy por hecho que dedican más tiempo a la familia, que leen al menos una hora diaria, que son más amables en el trabajo, que llaman de vez en cuando a su madre, que meditan, que hacen yoga y que por fin están aprendiendo a tocar el piano.
Ya sé que es duro. Sé lo difícil que es mantener los propósitos de año nuevo en este mes frío y oscuro. Perseveren. Y si no lo consiguen, no se sientan demasiado culpables. No es que les falte voluntad. Lo que pasa es que hicieron mal las cosas. Las promesas no suelen funcionar cuando son privadas y para uno mismo.
¿Han fallado? Pues organícense mejor el año próximo. Para empezar, hagan las promesas a los demás. Y háganlo de forma muy pública, por escrito si es posible, para que se entere todo el mundo. Ojo, promesas gordas, de las que ilusionan. Y luego incúmplanlas con la mejor de las sonrisas. Seguirán fofos, con el pitillo en la boca y agarrados al gintonic, pero habrán dado el primer paso de una carrera política. Con un poco de suerte, en 2026 incumplirán las promesas desde un cargo público. Y en su partido aplaudirán su pragmatismo.
Me llamo Enric González. Les deseo buenos días y mucha fuerza de voluntad.