La Hora Extra
Ocio y cultura

Carmen Machi y Macarena García, madre hija en el la obra teatral 'Nuestros actos ocultos', después de 'La Mesías'

Las dos actrices, junto a Santi Marín, protagonizan en las Naves de Español la obra de Lautaro Perotti 'Nuestros actos ocultos', una disección de la familia, la soledad y el amor a modo de road movie teatral

Carmen Machi y Macarena García, madre hija en el la obra teatral 'Nuestros actos ocultos', después de 'La Mesías'

Una road movie con su punto de thriller y sus flasbacks. Hablamos de uno de los últimos estrenos teatrales que ha llegado a Madrid. Nuestros actos ocultos, es la historia de tres personas desesperadas que buscan el amor y quieren ser felices. Pero también es la obra que ha juntado de nuevo a Carmen Machi y a Macarena García, que fueron madre e hija en la serie La Mesías, de Javier Calvo y Javier Ambrossi. Fue allí donde surgió la idea de trabajar junta este texto dramático. "El día que rodamos nuestro capítulo, que lo planteamos como una función de teatro, Carmen se acercó y me dijo, 'oye, ¿tú tienes libres estas fechas?' y me contó que estaba buscando una actriz, para hacer de su hija en esta obra. Y yo me moría de los nervios y a la vez es una oportunidad preciosa para volver al teatro", explica la actriz, que debutó en La llamada, la obra del Teatro Lara escrita también por los Javis.

Carmen Machi y Macarena García, madre hija en el la obra teatral 'Nuestros actos ocultos', después de 'La Mesías'

El regreso de la Machi a los escenarios es siempre un acontecimiento. Cuenta la actriz que la venían preparando ella y el tercer intérprete de la función, el actor Santi Marín, desde hace tiempo. "Me gusta mucho trabajar con él y a partir de en Pandemia, reflexioné sobre esta obra y también, me decía, que por fortuna, la mayoría de las veces trabajo con amigos y en ese momento me apetece trabajar mucho con amigos, que son familia, Santi y Lautaro, y luego juntamos a Macarena, que también es familia", explica la actriz. Detrás del montaje está el director y dramaturgo argentino Lautaro Perotti, con el que Marín y Machi ya habían trabajado en Cronología de las bestias y con el que ahora vuelven a las Naves Español en Matadero desde el próximo martes, casi con el cartel de todo vendido y con solo tres semanas en cartel. "Dice Lautaro que no es una obra sobre la familia, pero de alguna manera si están dos tipos de familias, la sanguínea y la elegida. A mi personaje lo eligieron y está agradecido de esto y lo que quieres construir o reconstruir. Esta familia de tres es como como un poco el vínculo intermedio entre esta madre y esta hija y esa necesidad y ese deseo de que estas dos vuelvan a encontrarse. Es curioso, porque la función parte de una huida y esa huida les permite encontrarse sin esa huida", explica el actor.

La obra aborda temas como la maternidad, con cierta influencia de la Yerma de Lorca, la búsqueda de la felicidad y la familia. Los personajes que conforman este triángulo familiar son tres personas desesperadas que luchan, cada uno a su manera, por construir un futuro. Azucena, (Carmen Machi) acude a la llamada de su hija Elena (Macarena García). Ambas, con el otro hijo de Azucena, Patri (Marín), emprenderán un viaje de huida por carreteras inhóspitas que les alejará de un trágico suceso, pero que les acercará como personas, transformándose en un encuentro profundo que los llevará a hacer cosas inesperadas. "Decir que una hija fue producto de un accidente y si no la hubiera tenido, la vida hubiera sido otra, igual hubiera sido más feliz, eso son cosas muy difíciles de decir, no estamos preparados socialmente para escucharlo ni para decirlo", indaga Machi sobre su personaje, una mujer que se cuestiona su maternidad, al tiempo que su hija es infeliz por no poder desarrollarla. Ahí entra la referencia a Yerma. "Tiene una necesidad imperiosa de ser madre, que nace de un lugar muy visceral, muy animal, poco reflexivo, que tiene que ver con con los deseos, con sí, con el instinto y que parte de una herida muy profunda y un vacío y un no entender", dice Macarena García.

Los tres intérpretes han encontrado su propia familia dentro del teatro. "Es la familia ideal, aunque suene siempre un poquito topicazo, pero es cierto que nos queremos mucho en este gremio. Es muy raro que tengas malos rollos, porque trabajamos con emociones, con emociones, te miras mucho, te tocas mucho, te tocas más que con nadie. Entonces es la familia perfecta, la familia del teatro o la familia del cine también", dice Carmen Machi. Tienen también su grito de guerra. "Siempre hay, en cualquier función, sirve para canalizar esa energía, como si fuera el rugby, aquí todavía no lo hemos encontrado", reconocen. Familia que les protege y les permite ser felices, al menos, mientras dura la función.